EL TORTUOSO CAMINO HACIA LA PAZ SIEMPRE MERECE LA PENA,
SIN IMPORTAR LO DIFICIL QUE SEA
Anakin ha desaparecido cuando intentaba capturar al conde Dooku y su antiguo maestro, Obi-Wan Kenobi, parte en su búsqueda. La última posición conocida del joven es una fragata separatista de modo que el bravo maestro Jedi se enfunda un casco y una mochila jet y se infiltra en la nave separatista.
Tras acceder a la zona de las celdas Obi-Wan abre un de ellas y encuentra a dos niktos a los que no libera. Al probar con la segunda da con el joven Skywalker y este le informa que Dooku está a bordo de la fragata de modo que ambos van en su búsqueda.
La pareja no tarda en dar con el conde al que encuentran sentado meditando justo en el momento en el que aparece el destructor republicano Resolute (Resuelto). En él viajan Ahsoka y Rex que ordenan abrir fuego contra la nave rival a la que no tardan en dejar fuera de combate.
Los Jedi piden a Dooku que se rinda pero el conde abre una trampilla que hay bajo él y se desliza por un conducto secreto quedando fuera de su alcance. Obi-Wan corre hacia el hangar mientras Anakin se lanza tras Dooku pero este le ataca con sus poderosos rayos. El joven consigue detenerlos con su sable pero queda cegado durante unos segundos de modo que cuando el conducto se bifurca no sabe porque lado ha ido el conde.

Anakin usa su sable para detener los rayos de Dooku
Dooku alcanza el hangar donde le espera su nave y deja la fragata junto a varios cazas que le sirven como escolta. Obi-Wan roba una lanzadera neimoidiana y tras recoger a Anakin parte tras el conde.
Los Jedi consiguen dañar la nave del conde que se estrella en un planeta cercano llamado Vanqor pero su escolta también los alcanza a ellos haciendo que caigan cerca de la nave de Dooku. Cuando los Jedi llegan a la nave del conde no hay rastro de él pero descubren que ha puesto un localizador de rescate.
Los dos Jedi siguen la pista del conde hasta una caverna donde detectan la presencia de múltiples formas de vida y una de ellas es la de Dooku. Anakin y Obi-Wan se adentran en la cueva y usan sus sables como linternas pero antes de que pueden reaccionar Dooku hace que parte del techo uta se derrumbe sobre ellos.
Obi-Wan corre lejos mientras le pide a Anakin que haga lo propio pero este queda sepultado bajo las enormes piedras. Dooku se acerca a la zona y tras usar la Fuerza para hacerse con el sable del joven lo coloca en su cinturón exclama "Ya nunca más lo necesitaras". Dicho esto sale de la cueva cerrando su entrada con un nuevo derrumbe.
Cuando Dooku llega hasta su nave se encuentra con un grupo de piratas weequay que están desmantelándola. Hondo Ohnaka, el líder de los piratas, le informa que el mundo "civilizado" más cercano es Florrum y se ofrece a llevarlo si paga sus servicios. Dooku, que no ve claro que los piratas estén dispuestos a dejarlo allí con vida, acepta el trato.
Anakin usa la Fuerza para salir de debajo de las rocas y se une a Obi-Wan. El joven no encuentra su sable y cuando Obi-Wan trata de alumbrar la zona con el suyo comprueba con desagrado que se apaga porque ha quedado dañado por las rocas. En ese preciso instante aparece un Gundark y los ataca pero tras unos momentos de desconcierto los Jedi combinan su poder para arrojar objetos y entierran a la criatura bajo un montón de enormes rocas.
Los piratas aterrizan en Florrum y cuando el conde les pide que le dejen llamar a los suyos estos se niegan. Dooku hecha mano a los sables que cuelgan de su cinturón pero estos ya no están allí sino en manos de Ohnaka que lo toma por un Jedi. El conde afirma ser más que un Jedi, se identifica como un Lord Sith y vuelve a prometer grandes riquezas si le dejan avisar a su flota. El líder pirata se ríe y tras afirmar que esta convencido de que la flota de Dooku los arrasaría afirma que tal vez sea más seguro y lucrativo entregarlo a la República.
Obi-Wan y Anakin tratan de despejar la entrada pero al mover unas rocas la cueva empieza a llenarse de un gas muy tóxico. Si no despejan pronto la entrada están perdidos pero el gas ya ha empezado a hacer efecto y ambos están muy débiles. La oportuna llegada de Ahsoka, Rex y varios clones los pone a salvo.
Ohnaka contacta con Palpatine y pide un millón de créditos por la entrega del líder separatista pero el Canciller le exige pruebas de que lo ha capturado. El pirata muestra al Dooku en la holotransmisión y cuando Palpatine dice que las grabaciones se pueden trucar Ohnaka le muestra el sable de Dooku. El canciller sigue reacio pero los que le acompañan (Windu, Yoda, Padmé y Jar Jar) creen que es una gran oportunidad y Palpatine termina aceptando el trato. Padmé añade una cláusula, dos Jedi Irán a Florrum para comprobar que todo está correcto y Ohnaka acepta si acuden desarmados.
Tras ser escaneados a su llegada a Florrum Anakin y Konobi son llevados ante Ohnaka que les permite ver al conde (En la sala está también Pikk Mukmuk la mascota Kowakiana de Ohnaka que exhibe el sable de Anakin).

Anakin usa la Fuerza para cambiar su baso
Cuando los Jedi comprueban que todo esta correcto contactan con Palpatine que promete enviar al senador Kharrus con el pago de la captura. Tras esto son llevados al hall principal donde son invitados a un banquete ceremonial. Ohnaka les dice que es tradición weequay cerrar los tratos con un brindis y ambos aceptan para no molestar a su anfitrión pero no se fían de él de modo que al alzar sus brazos para brindar usan la Fuerza para cambiar estos con los de los piratas que están a su lado. La maniobra es todo un acierto y mientras los Jedi apuran sus bebidas los dos piratas con los que han hecho el cambio se desploman sobre la mesa.
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