Los spiners se originaron en el planeta Worxer, también llamado Yablon. Era un mundo en los conglomerados de nubes estelares del sector Elrood, concretamente en las Nubes de Gas Degano, en el
Borde Exterior. Pero ya no existe.
Los spiners han logrado sobrevivir a su mundo, aunque no son una visión frecuente por la galaxia, y a menudo se les confunde con shistavanens porque son humanoides cubiertos de vello marrón claro y porque tienen un hocico corto y pequeños ojos negros hundidos. Las zarpas en manos y pies, curiosamente, no sólo no les restan destreza; al contrario, los spiners son mucho más rápidos de lo que cabría esperar.
Los spiners son humanoides musculosos que miden entre 160 y 220 centímetros en la madurez. No hay diferencias importantes de complexión entre varones y mujeres. Su esperanza de vida es similar a la de los humanos, aunque no son ancianos hasta los ochenta y cinco años.
Acaso el rasgo más destacado de un spiner sean las púas. A partir de los diecisiete años, en cuanto un spiner alcanza la mayoría de edad, le salen unas púas en la espalda y la parte de atrás de los brazos. A los spiners les basta tensar los músculos de la parte superior del cuerpo para subir o alzar esas púas.
Con entrenamiento, los spiners pueden aprender a disparar sus púas como armas perforantes una distancia limitada. No causan mucho daño, y parece que el límite sea de ocho púas diarias, pero tiene la ventaja de que no se les puede separar de sus armas. Por ello, muchos spiners prefieren aprender a manejar sus armas naturales en vez de usar blásters.
Nótese que esto les podría emparentar con los gatos de hielo de
Hoth y
Dagobah, que también lanzan púas.
Detalle especialmente curioso: No pueden reproducirse fuera del Sector Elrood, por causa de una extraña tara genética. Esto es tan poco conocido, que algunos spiners lo ignoran e intentan vanamente tener hijos en otros puntos de la galaxia.
Los spiners son gentes lacónicas, reservadas y muy introvertidas, que se guardan sus pensamientos para sí. No son en absoluto gregarios, y tampoco tienen grandes adaptaciones sensoriales. Se sabe que son leales a los amigos y honorables en sus tratos, aunque también se han visto tendencias violentas frecuentes.
Sin embargo, por lo demás, los spiners no tienen auténtica cultura propia. Al carecer de un mundo propio, los spiners viven en colonias de otras culturas, o cerca de ellas, y se adaptan a los hábitats donde estén. No parecen existir colonias spiners.
Ni siquiera les queda un idioma propio; aprenden y usan sólo el Básico, aunque en tiempos existió el worxi. El tal worxi fue descartado cuando se vieron en la necesidad de vivir fuera de Yablon.
Los spiners se adaptan a casi cualquier entorno, y no tienen problemas en aprender. Se les ha visto como criminales y soldados, porque esas ocupaciones les permiten expresar sus tendencias violentas, aunque también han demostrado talento en labores de índole más intelectual, como la mecánica.
En muchos entornos, las personas no familiarizadas con su especie (que son muchas) les denominan, despectivamente, "carapúas".
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