K'zk era un pálido qwohog de color verde claro, con escamas de color azul plateado visibles sobre su cabeza. Como otros qwohogs, K'zk era bípedo y más bajo que la mayoría de especies inteligentes, y tenía orejas picudas. Sus largos dedos delgados ondeaban cada vez que K'zk hablaba y, como él llevaba una máscara de respiración para poder hablar fuera de la superficie del agua, su voz sonaba estridente, nasal, entrecortada e inusual. Los qwohogs eran anfibios pero sólo podían respirar agua dulce: Si intentaban sumergirse en agua salada, su piel no tardaba en ampollarse.
K'zk había nacido en el mundo natal qwohog, Hirsi. Allí se convirtió en un granuja. Él fue apresado intentando estafar la fortuna de una importante familia nativa. K'zk escapó de la custodia y huyó del planeta en una corbeta coreliana, pero fue encontrado a bordo. El capitán de la corbeta simpatizó con K'zk, porque era también una persona taimada y aficionada a las triquiñuelas: Pronto se hicieron amigos y empezaron a preparar arterías en el Borde Exterior. K'zk dedicaba pues parte de su tiempo a extorsionar políticos para quedarse parte de sus fortunas o a dejar a personas sin blanca, pero tenía además otra afición: Le gustaban las historias de tesoros frecuentes en muchos mundos, y había descubierto que algunas tenían su parte de verdad. Cuando resultaba adecuadamente tentador, K'zk y otros tripulantes de la corbeta iniciaban una operación de "rescate" de tales reliquias.
K'zk tenía varias habilidades que le resultaban útiles, propias de un timador y cazador de fortunas como él: Era bueno encontrando objetos y estableciendo su valor de mercado; se le daba también razonablemente bien negociar, estafar y moverse en el submundo criminal, preferiblemente sin ser detectado. Tenía conocimiento de diversas culturas, de especies alienígenas y de sus idiomas; y su ocupación como tripulante naval le daba conocimientos de sistemas estelares, así como la habilidad de pilotar naves comandante, transportes espaciales, repulsores y, en menor medida, cazas espaciales. Por supuesto sabía burlar los cierres de muchos sistemas de seguridad, y podía reparar algunos tipos de nave. Sus conocimientos de medicina eran limitados, así como sus capacidades de lucha; él evitaba los disparos antes de devolverlos. Excepción a este vigor mínimo se encontraba en la adaptación de su musculatura anfibia para la natación.

K'zk
En los primeros tiempos de la Nueva República, la corbeta llegó al planeta Zelos II, famoso por sus puntos turísticos como spas y restaurantes. Zelos II tenía cuatro lunas y, cada varias décadas, la tercera luna se alineaba con el sol causando un eclipse completo durante el que el reflejo de las otras tres lunas, llenas, causaba patrones de luz espeluzantes. Los supersticiosos nativos zelosianos llamaban a este evento el Día de la Noche Sepulcral y pasaban ese tiempo encerrados en sus domicilios; y K'zk llegaba a tiempo de verlo.
Existía una leyenda zelosiana relativa al Gran Mar Zelosi de agua salada, navegable en barcazas repulsoras que flotaban un metro sobre la superficie y que era el camino del continente Kryndyn a las Islas Bryndas con exóticos spas. Se decía que, durante el Día de la Noche Sepulcral, las aguas del Mar estaban lo más bajas posibles y que, a varias millas del continente Kryndyn, sobresalía la cumbre de la cordillera Chine del Zelosiano, en cuyas grutas se ocultaba gran riqueza. Se decía que, doscientos años atrás, durante otro raro eclipse, la nave de un príncipe comerciante había quedado atrapada en un pozo gravitatorio del sistema Zelos y, atraída a la atmósfera planetaria, colisionó en las montañas del Chine. Los tripulantes sobrevivieron y el príncipe intentó hacer una barca con los restos de la nave para navegar a puerto y allí comprar una nave. Como no podía llevar todo su cargamento en ese viaje, el príncipe ordenó enterrar sus riquezas en el Chine, con el propósito de recogerlas en cuanto tuviese su nueva nave. Sin embargo, el Príncipe se había ahogado antes de llegar a la orilla, y nadie había recuperado el tesoro; supuestamente, la leyenda era un secreto bien guardado, aunque otros sugerían que era un atractivo turístico.
K'zk y otros tripulantes de la corbeta, los humanos corelianos Hanugar y Sevik y un grupo de tres qwohogs, iniciaron un plan para buscar el tesoro, con el capitán de la corbeta también al corriente. La idea era hacer dos grupos: Por un lado los humanos, por otro los qwohogs, cada uno en un barco autónomo, porque eso doblaba las posibilidades de encontrar el tesoro y permitía a cada grupo pedir ayuda al otro. Ahora bien, el viaje no estaba exento de peligros. El Mar Zelosi estaba habitado por bancos de bestias marinas abovedadas llamadas melks, atraídas por la sangre y veloces devoradoras de los náufragos y nadadores que dejaban huesos relucientes; se decía que el príncipe había sido devorado por tales seres. Peor todavía: Los qwohogs no se meterían en el agua del Mar Zelosi, lo bastante salada para irritar la piel de un weequay, así que necesitaban reclutar a incautos que hiciesen el trabajo de nadar a cambio de ofrecerles barco y navegación.
K'zk alquiló una barcaza repulsora cuyo mascarón de proa era una mujer zelosiana de notable busto. El vehículo necesitaba una tripulación mínima de cuatro personas, con lo que estos qwohogs, todos ellos marinos con experiencia, se bastaban. Después, K'zk empezó a recorrer restaurantes en busca de presas de su argucia, ofreciendo el 50% del botín obtenido a cambio de esa labor (aunque también exigía que los nuevos socios pagasen el alquiler del buque). K'zk intentaba convencer a un grupo de zelosianos mucho más grandes que él, pero éstos se negaron porque la labor tendría lugar en el Día de la Noche Sepulcral. Sin embargo, mientras K'zk conversaba, atrajo la atención de una viandante, la cazarrecompensas weequay Solum'ke
Solum'ke estaba visitando Zelos II con su amante Diergu-Rea Duhnes'rd, otro cazarrecompensas weequay. El plan de K'zk interesaba a Solum'ke y, aunque Duhnes'rd era más reacio, aceptó complacer a su dama en un viaje romántico.
K'zk recibió entonces un mensaje pidiendo ayuda: El barco de Hanugar había encallado, varios tripulantes habían muerto, y Hanugar y Sevik necesitaban ser rescatados. K'zk fue a ayudarles, aún sabiendo que el capitán de la corbeta estaría descontento por el desvío y el coste en tiempo. Sin embargo, K'zk decidió no informar a los weequays de que los náufragos a los que iban a rescatar eran sus socios, y en vez de eso simuló que simplemente habían topado con los restos del buque hundido por casualidad.
Así, un tripulante ubicó a estribor los restos del rayador, y otro qwohog más robusto diagnosticó que había encallado en arrecifes. Podían ver a varios tripulantes muertos, en su mayoría zelosianos, y melks acercándose a su banquete. K'zk observó que había demasiados bajíos en esa zona, algo que un buen capitán habría sabido evitar, e inicialmente decidió que era mejor no acercarse con la barcaza; sin embargo, envió una barca con un tripulante a buscar supervivientes, y pidió a Duhnes'rd que fuese con él. El weequay consideró discutirle, en tanto que él financiaba la expedición, pero entonces otro tripulante con macrobinoculares identificó con precisión dos supervivientes. Duhnes'rd aceptó ir, y Solum'ke se apuntó a la aventura.
K'zk revisó la unidad repulsora de la barca; y los weequays y el qwohog subieron a bordo con el equipo. El rescate fue un éxito, y los humanos magullados se identificaron con Hanugar y Sevik, tripulantes de una corbeta coreliana. Afirmaron estar haciendo turismo y se ofrecieron a pagar un billete para los weequays en su corbeta coreliana en pago por el rescate. K'zk ordenó traer comida para los corelianos, y éstos la devoraron mientras hablaban. El capitán qwohog explicó convincentemente que estaba viajando al sur, hacia las Islas Bryndas.
El trayecto continuó, con un viraje para evitar otro peligroso arrecife de coral.
Un tripulante afirmó ver el Chine, lo cual hizo que todos mirasen en esa dirección. Hanugar y Sevik reconocieron conocer la leyenda, aunque sugirieron que era sólo un atractivo turístico. K'zk hizo quitar las velas de la barcaza y acercar el buque con cuidado, para no acabar como el rayador. Entregó unos sacos a los weequays y les pidió que metiesen todo el botín allí. Solum'ke sugirió que los corelianos no tenían derecho a ningún porcentaje de los beneficios, pero K'zk indicó, zumbando en su máscara, que los humanos podrían sacar tajada a cambio de su esfuerzo.
Duhnes'rd, Sevik y Solum'ke fueron juntos en una barca, y Hanugar tomó un segundo bote para explorar una cueva distinta. El grupo más grande encontró el tesoro, cargó los sacos hasta que eran difíciles de cargar, y se vistieron con joyas. Al observar que subía la marea, empezaron a salir de la cueva escalando. Por desgracia, Sevik les traicionó: Se llevó el repulsor de la barca, dejándoles con un mero vehículo flotante, y se reunió con K'zk en la cubierta de la barcaza. Hanugar también se escabulló antes. Los weequays comprendieron que el peso de las joyas les hundiría, y había melks en la zona. Aún sin saberse timados, los weequays navegaron primitivamente hacia la barcaza, creyendo que Sevik se había perdido y que el repulsor no había sido dañado deliberadamente.
Sevik saludó a los weequays desde la cubierta, negándoles sin embargo el acceso a la barcaza. Los weequays insultaron al coreliano, pero éste insistió en que le diesen las joyas. K'zk se asomó al lado de su colega coreliano y apuntó un rifle bláster a la cara de Solum'ke, exigiéndole el botín. La weequay tenía un arma propia, pero el chapuzón la había inutilizado. Los weequays finalmente aceptaron enviar los sacos a la barcaza. Duhnes'rd, comprendiendo que K'zk conocía a los corelianos, preguntó al qwohog si Hanugar y Sevik estaban compinchados desde el principio, y K'zk lo reconoció, explicando los detalles de su plan. Incluso recriminó a Sevik que su rayador hubiese encallado. De un modo relativamente agradable, K'zk explicó que Solum'ke y Duhnes'rd le caían bien, y que lamentaba dejarles varados sobre todo después de que pagasen el alquiler de la barcaza, pero no podía permitir que le denunciasen antes de salir del planeta. Les dio las gracias y llevó la barcaza a puerto. K'zk y sus compañeros volvieron a la barcaza y abandonaron Zelos II.
Duhnes'rd animó a Solum'ke: Aunque estaban varados, se encontraban en una transitada ruta hacia las Islas Bryndas, y sin duda serían encontrados y rescatados en poco tiempo. Las joya que aún llevaban puestas, valoró Duhnes'rd, debían bastar para pagar los gastos del rescate y un billete para salir del planeta. Además, ellos eran cazarrecompensas y por tanto rastreadores, así que podrían seguir el rastro del qwohog y sus socios corelianos.
K'zk retomó sus actividades criminales, acercándose a otros cándidos con planes que exigían dinero, como invertir en una falsa corporación de motos-jet, financiar una empresa minera igual de fraudulenta, o comprar un antiguo cristal zelosi que resultaba ser falso. En una de estas actividades, K'zk fue encontrado por un grupo de personas a las que él ya había estafado, y estos ofendidos afectados se abalanzaron sobre K'zk y las personas con las que éste estaba hablando, tomándoles por cómplices de K'zk. En realidad, K'zk en ese momento estaba con otros ingenuos a los que intentaba engañar. Finalmente, todos los crédulos se asociaron entre sí y persiguieron conjuntamente a K'zk, aunque no fueron capaces de acabar con él.
K'zk más tarde descubrió la ubicación secreta de un viejo retiro del difunto jefe criminal Jabba el Hutt. El lugar estaba lleno de objetos valiosos e información útil que nadie reclamaba. K'zk convenció a unas personas afiliadas a la Nueva República para que le ayudasen a sacar las joyas, y a cambio ellos podrían quedarse con la información en los ordenadores. En realidad, K'zk quería que sus socios se ocupasen de cualquier habitante de la zona. Además, K'zk se había asociado con un grupo de piratas que emboscarían a los saqueadores a la salida para robarles todo el botín que éstos robase.
Finalmente, Duhnes'rd alcanzó a K'zk y le pisaba los talones, pero no sin que el qwohog lo supiese. K'zk afirmó ser un agente de la Nueva República perseguido por un cazarrecompensas con un contrato ilegal sobre él, y convenció a un grupo de personas para que le ayudasen. K'zk esperaba que matasen al weequay y le librasen de esa amenaza, para que él pudiese continuar con sus operaciones.
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Sección creada por Keyan Sark y el Coronel Kurtz para SithNET
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