EL CAMINO A LA IGNORANCIA LO GUÍA EL MIEDO
La mítica Legión 501, liderada por el general Krell después de que Skywalker fuese enviado a Coruscant, se enfrenta a los milicianos de Umbara, que demuestran ser más duros de lo esperado. En medio de la batalla el general Kenobi contacta con Krell y le informa que el asalto a la capital está resultando un fracaso porque el enemigo está recibiendo suministros desde una base cercana. Kenobi quiere que Krell se apodere de la base cuanto antes y pone toda su confianza en él ya que el existo de la misión depende ahora de la 501.
Cuando, tras deshacerse del ataque miliciano, llegan a una distancia prudencial de la base Rex y Krell observan la zona con los macrobinoculares. El general ordena que el batallón se dirija a la base cuanto antes y por la ruta más directa, pero Rex, al observar que deben pasar por un desfiladero que los convertirá en un blanco fácil para el enemigo sugiere buscar una ruta alternativa. Krell, tras insistir en que la situación de Kenobi es delicada y que no hay tiempo para ello, rechaza la propuesta de su subordinado y ordena el avance.
Rex trasmite las órdenes a sus hombres y entre ellos se inicia un duro debate. Algunos, como el joven Dogma, creen que el general hace lo que debe, pero otros, como Kix, Jesse y Fives, creen que su decisión es una locura. Rex corta la discusión y ordena el avance y hecho esto habla en privado con Fives al que le pide que no discuta las órdenes.
Rex le pide a su compañero que confíe en el general ya que este tiene el mayor índice de victorias del ejército Republicano, pero Fives le contesta que también tiene el mayor índice de bajas entre sus hombres y le pregunta si de verdad cree en el general o simplemente sigue su condicionamiento genético de obediencia.

Los clones de la 501 se enfrentan con los tanques gusano umbarianos
Los clones avanzan hacia la base y cuando están en medio del desfiladero del suelo surgen tres ingenios de guerra Umbarianos que tienen la forma de gusanos gigantes y que están fuertemente armados, con cañones láser a lo largo de todo su cuerpo. Muchos clones caen víctimas de estos monstruos mecánicos, pero gracias a un lanzacohetes, y a una trampa explosiva creada con detonadores termales, la maquinaria umbariana es eliminada.
La tranquilidad para los clones dura poco ya que no tardan en ser atacados por varios MHC Juggernauts, unos gigantescos caminantes umbarianos con poderosos cañones que crean en caos entre los hombres de Rex. El valiente capitán se comunica con su general y pide refuerzos pero este, que observa todo desde una colina cercana, se los niega y le ordena que siga avanzado. Junto al general esta el sargento Appo, que acaba de llegar de una misión de reconocimiento con sus hombres, y se ofrece como apoyo para su compañero, pero el general se lo prohíbe.

El general Krell y el Sargento Appo observan la batalla desde una colina
Los lanzacohetes y las detonadors termales no son efectivos contra los MHCs y Rex, que esta perdiendo muchos hombres, contacta nuevamente con Krell y sugiere enviar dos hombres para que se infiltren en la base enemiga y desactiven sus defensas. El general no cree que deba confiarse el éxito de la misión tan solo a dos clones y rechaza el plan avisando a Rex que lo relevará del mando si no continúa avanzando.
Rex ordena a sus hombres que sigan defendiéndose y, sin importarle lo que ha oído envía a Fives y a Hardcase a la base enemiga. Los dos clones consiguen infiltrase en la base y roban dos cazas enemigos con los que, tras destruir las defensas perimetrales de la base, acaban también con los MHCs.
Con la base desprotegida Krell ordena a todos los pelotones que ataquen y el complejo es rápidamente conquistado cortando con ello el envío de suministros a la capital. El general esta eufórico por la victoria y afirma que han tenido mucha suerte pero Rex le hace ver que no ha sido sólo suerte y que muchos clones han muerto. Krell lo mira con extrañeza y le dice que algún día entenderá la grandeza de esa victoria y se aleja mientras Fives aprieta los puños y susurra
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