Los Peces Garras Colo

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"¡Lanzo un hechizo para invocar un pez más grande!" (Qui-Gon/"Jim")
El divertidísimo webcomic fotográfico Darths & Droids adapta magistralmente la escena de monstruos marinos en La Amenaza Fantasma en forma de juego de rol en mesa. Sin duda mis lectores recuerdan la multitud de monstruos marinos que acosaron al submarino durante la película. Cada uno de ellos podría ser merecedor de su propio artículo; he elegido a uno de ellos para profundizar en lo que se sabe de él.

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Esta criatura recibía el nombre de pez garra colo o pez de pinzas colo. A veces era identificado con sólo una fracción de este nombre, como pez garra; colo garra o simplemente el colo. El uso de mayúsculas era opcional, ni siquiera de forma homogénea en una única mención; por ejemplo, se podía escribir "pez Garra Colo".
Originario del planeta Naboo, el colo era un monstruo marino con forma de serpiente aplanada. En la madurez podía llegar a medir hasta sesenta metros de largo, aunque en general se quedaba en cuarenta metros, y pesar más de dos toneladas. Eso convertía al colo en uno de los depredadores más grandes de su mundo.

Un pez colo
Porque depredador era, y además voraz. Su cuerpo entero estaba adaptado para cazar otros animales. Echemos un vistazo empezando por su cabeza: El colo tenía un hocico hendido y alargado que contenía varias hileras de enormes y alargados colmillos. La mandíbula era tan fuerte que podía quebrar el casco de un submarino o de un caza espacial. Los dientes además inyectaban un veneno paralizante para que la víctima de un mordisco no escapase. Las barbas que colgaban bajo sus labios eran apéndices sensoriales que le ayudaban a encontrar una presa.
El pez garra debía su nombre a dos enormes espolones temporomandibulares a sendos lados de su boca. La criatura utilizaba sus patas y las inmensas uñas en sus extremos para empujar a su presa por su garganta, así como para agredirla y dañarla si fuere menester.
Cuando el pez de pinzas abría sus enormes mandíbulas, las abría a lo grande: El animal podía desencajar su boca de forma excepcional, dividiendo su hocico en cuatro secciones al aprovechar su hendidura, y de ese modo engullir una presa entera que fuese más grande que su propia cabeza.
Una estructuras naturales en la cabeza y garganta del pez colo le permitían emitir un bizarro chillido hidrosónico que pudiese desorientar a un pez cercano. Tan agudo era este grito que podía desconectar sensores de baja calidad en submarinos cercanos.
Recorriendo el cuerpo sinuoso del pez garra, encontrábamos una enorme aleta recubierta de pinchos y varios otros apéndices más pequeños que le ayudaban a impulsarse nadando a rápidas velocidades a modo de anguila. Su cuerpo estaba también cubierto de bultos nerviosos sensibles que usaba para detectar movimiento en el agua cercana.
Su piel era merecedora de atención especial. Habitualmente de color marrón verdoso moteada, estaba cubierta de una sustancia fosforescente que le daba un espeluznante brillo en las profundidades oceánicas sin luz. No era la única criatura de su entorno que había desarrollado esta adaptación evolutiva para moverse en entornos complejos y, sobre todo, para atraer a presas como polillas a la llama.
Otro rasgo característico de su epidermis era que podía expandirse y dilatarse para alojar el considerable volumen de una presa grande. Por supuesto, el estómago también se agrandaba en ese caso. El colo podía tragar y digerir seres que hasta triplicasen su tamaño.
La cola del pez garra tenía protuberancias dentadas que podía utilizar como arma, era sensible al movimiento y mostraba la fosforescencia del resto de su cuerpo. Un impacto en la cola podía llamar la atención de un pez garra.
La forma de cazar del pez colo aprovechaba sus capacidades innatas. El colo se ocultaba en uno de los múltiples túneles submarinos cercanos al Núcleo planetario y permanecía totalmente inmóvil, a veces durante horas, mientras detectaba el movimiento en aguas cercanas esperando que se acercase una presa adecuada (que era casi cualquier cosa orgánica; el colo no discriminaba demasiado su alimento). Cuando el pez de pinzas notaba que había una víctima propicia en las inmediaciones, se abalanzaba sobre ella e intentaba apresarla con sus enormes garras pectorales.
Mientras el colo nadaba tras su presa e inmediatamente después de capturarla, emitía su chillido hidrosónico para aturdirla y facilitar el proceso de aprehenderla. Entonces mordía repetidas veces a su alimento con sus colmillos venenosos para paralizarlo, y por último lo engullía de un solo trago.
El proceso de digestión del pez garra era lento hasta lo letárgico. Sus ácidos estomacales eran débiles y tardaba mucho en digerir (aunque no tanto como el sarlacc). La ventaja era que podía pasar meses sin comer, hibernando en su guarida. La desventaja era que su comida podía haber sido ingerida con vida e intentar escapar abriéndose paso desde el estómago del colo, por ejemplo a bocados. Por eso el colo debía asegurarse de que su cena estuviese inmovilizada, para lo cual usaba el veneno de sus colmillos.

La expansión de su estómago a veces puede meterle en aprietos.
El pez garra podía abalanzarse también contra posibles amenazas, moviéndose a sorprendente velocidad y a veces embistiendo a enemigos que no sucumbiesen a sus otras armas naturales. En ocasiones, sus desplazamientos eran tan presurosos que el colo colisionaba con los muros de las cavernas en que habitaba.
Aunque el pez colo era una terrible amenaza, este depredador no siempre prevalecía; y más de uno y de dos lograron escapar de un encuentro con un colo. Como he dicho, el pez colo a veces se golpeaba contra las paredes de los túneles donde se podía mover. Siendo tal hábitat bastante estrecho, algunos submarinistas y pilotos submarinos han logrado empujar a un colo para que se dañase la cabeza contra la roca. En otras ocasiones, han intentado sólo despistar al monstruo marino con cambios repentinos de dirección.
Incluso un nadador tan bueno como el pez colo era incapaz de enfrentarse a una corriente muy fuerte como por ejemplo la que había cerca de una catarata. En alguna ocasión, un piloto de submarino atrajo a esa zona a un pez colo para que el pez sucumbiese al tirón y cayese por la cascada; eso no bastaba para matarle, pero al menos lo alejaba de su presa.
El pez colo también era susceptible a otro tipo de corriente: La corriente eléctrica. Incluso el daño relativamente menor que podía hacer un pequeño droide astromecánico de la serie R2 bastaba para ahuyentar a esta criatura.
Una forma muy eficiente de no librarse de un pez garra era llegar a la superficie oceánica. El pez garra era anfibio y podía salir de las aguas por tiempo limitado para capturar una presa que desease.
El pez garra colo era un animal no inteligente susceptible de ser clonado y modificado genéticamente con un esfuerzo relativamente pequeño.
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Cultura

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Naboo tenía un complejo sistema de cuevas y túneles submarinos permeándolo, que los nativos llamaban Núcleo del Planeta y que llegaba a muchos puntos de la superficie (aunque ciertos lagos no estaban comunicados con tales pasajes subterráneos). El pez colo habitaba cavernas porosas en ese sistema, llamado El Abismo, desde donde podía llegar a casi cualquier lugar.
Los peces colo se reproducían formando una pequeña unidad familiar: Una hembra y un macho compartían una caverna durante este periodo. La hembra ponía huevos, que colgaban de zarcillos en el techo de su gruta. La hembra debía asegurarse de expulsar al macho antes de que los huevos eclosionasen, porque el macho vería a sus propios hijos como una posible amenaza o presa y los devoraría. Los colos recién nacidos, de seis metros de largo, eran vulnerables a varios depredadores locales, como el pez tee, que podían comérselos antes de que llegasen a la madurez.

Madriguera de pez colo con huevos
El pez colo mantenía relaciones distintas con otros depredadores locales. Consideremos al asesino marino opee, un pez acorazado, robusto, territorial y más pequeño que el colo. El colo era el único enemigo natural del opee, e intentaba consumirlo siempre que lo encontrase. El hecho de que compartiesen terrenos de caza en las formaciones rocosas oceánicas llevaba a frecuentes encuentros. A veces el opee sobrevivía a un encuentro con el pez colo, y a veces incluso prevalecía de forma inusual: Ocasionalmente el pez colo ingería crías de opee vivas, y ésta usaban sus colmillos para abrirse paso desde el vientre del colo hasta la libertad del mar; después, los opees devoraban a su atacante.

Un pez colo, un opee y un submarino bongo. ¿Apuestas?
He dicho que el pez garra era el segundo depredador más grande de Naboo. El premio se lo llevaba el monstruo marino sando, una bestia tan grande que podía consumir colos y opees sin que éstos le planteasen un desafío.
Los colos también habían tenido contacto con la especie inteligente anfibia nativa de Naboo, los gungans. Los gungans se sumergían en las profundidades para obtener fuentes de energía, y en el proceso desafiaban a los peces garra y a otros depredadores de la zona. A veces los colos y otros peces carnívoros intentaban atacar los asentamientos gungans; ése era uno de los motivos por el que los gungans mantenían un ejército unificado de exploradores y soldados profesionales.

Una cuna de gungan con un móvil que incluye una figura esquemática de un pez colo
El pez colo había causado importante impacto en la tradición de los gungans y de los humanos de Naboo. A menudo el colo aparecía en sus leyendas como símbolo de la desconfianza o el miedo, o para representar a un personaje artero. El arte tradicional naboo presentaba colos en sus pinturas, tapices y bajorrelieves. Entre los gungans, el colo fue representado en móviles que se colgaban sobre las cunas de sus bebés.
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Historia

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Los peces garra colo eran una amenaza bien conocida en el planeta Naboo desde los tiempos de la República Galáctica. Había habido muchos precedentes de vehículos sumergibles atacados por peces garra cuando iban a mucha profundidad, y eso afectaba a los humanos naboo que vivían en ciudades de superficie y, más a menudo, a las tribus gungan en sus ciudades submarinas. Por entonces, los naboo y los gungans vivían en comunidades separadas y semi-hostiles que oficialmente apenas reconocían la existencia de la otra.
Cerca del 33 abY, el gungan Jar Jar Binks fue condenado a seis meses de trabajos forzados en la prisión Cantera, abandonada años atrás y desde entonces ocupada por fieras salvajes, entre ellas veermoks y un pez garra que habitaba la gruta por la que antaño habían pasado submarinos. Las autoridades, ignorando estas plagas, llevarían a Binks allí en un submarino bongo triburbuja pilotado por el Comandante Wollod y con el Jefe Rugor Nass como navegante. Tras partir de la ciudad gungan Otoh Gunga, una tormenta dañó varios sistemas, del vehículo, incluyendo las comunicaciones, y les obligó a desviarse de su ruta. Por un accidente, Nass y Wollod quedaron inconscientes; Binks hizo lo posible por continuar la ruta.
De pura chorra el submarino llegó a la cueva-entrada de La Cantera pero, cuando llevaba treinta metros de túnel recorridos, topó con el hocico del pez garra, que se cerró sobre el vehículo en un intento de detenerlo. Binks intentó acelerar para librarse de esa presa pero, accidentalmente, puso marcha atrás. Eso sorprendió al pez, y el giro inesperado hizo que golpease su enorme cabeza contra un muro y soltase su presa.
Binks aprovechó la ocasión para huir. El colo persiguió al bongo y lo embistió con la cabeza. Binks intentó evitar que su vehículo chocase con las paredes y lo logró con creces: Cuando la caverna ascendía en un ángulo pronunciado, Binks pudo virar a tiempo, pero el colo chocó de cabeza contra la caverna. Cuando Binks comprendió que se había librado de su perseguidor, dejó de sentir miedo hasta encontrar el siguiente peligro de su odisea en el camino a la Cantera.

Un pez colo para ver en detalle
Unos meses después, Binks volvía a estar en apuros ante la justicia de Otoh Gunga pero el Jefe Nass conmutó su pena a cambio de exilio y servicio como navegante de dos diplomáticos alienígenas, los jedi humanos Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi. Éstos habían convencido a Nass para que les prestase un submarino bongo para ir a la ciudad naboo Theed. Nass no simpatizaba con los problemas de los humanos ni de Binks, y no habría lamentado que éstos sufriesen un percance; les recomendó atajar en su viaje yendo a través del Núcleo, algo que Binks desaconsejó por la alta población de monstruos marinos en la zona.
Como había profetizado Binks, el viaje fue accidentado: Un asesino marino opee logró morder el bongo, horadar su casco y dañar varios sistemas; los naboonautas lograron escapar embistiendo a su predador para que les soltase y gracias a la oportuna aparición de un monstruo marino sando, que devoró al opee mientras ellos escapaban sin rumbo aparente.
Kenobi observó que el bongo perdía energía y se iba apagando módulo a módulo; incluso empezaba a entrar agua. Detuvieron el vehículo en una oscura cueva habitada por un enorme colo, para tener ocasión de realizar reparaciones. Aunque estaba a sólo unos pocos metros del colo, no identificaron las peculiares luces como un peligro biológico; ni tampoco el colo, en reposo, reparó en la proximidad de una presa. Irónicamente, Binks y Jinn discutían sobre si estaban o no en aprietos mientras Kenobi intentaba reparar el vehículo.
Cuando este último reactivó las aletas de popa y las luces, el colo se fijó en el intruso en su guarida y se movió amenazante para atacar. Kenobi reaccionó con rapidez al virar el vehículo e iniciar una veloz huída. La reacción de Binks también fue rápida, pero lo único que hizo fue entrar en pánico y chillar histéricamente. Jinn noqueó al gungan presionándole un nervio para que no perturbase a Kenobi.

¿Cómo aún no? Monstruos i fuera, goteras cui, nosa hundendo y sin energía. ¿Cuándo tusa cree que nosa taremo en apuro?
El pez garra persiguió al bongo, nadando sinuosamente por el túnel. Kenobi hizo lo posible por aprovechar la ventaja que había conseguido ante la sorpresa de su depredador. Cuando el bongo se acercaba a la boca de la cueva, empero, otra boca les esperaba allí: La del inmenso sando. Kenobi viró a estribor con tanta velocidad que logró evitar las fauces del sando. El colo, por su parte, se lanzó como un dardo poco después, pero esta vez el sando fue lo bastante rápido y cerró su mandíbula, atrapando al serpentino pez de pinzas. Kenobi aprovechó la distracción para alejarse en dirección a la superficie. Los jedi vieron al colo emerger brevemente entre los dientes del sando, pero éste lo succionó e hizo que desapareciese de su vista. Aparentemente saciado, el sando no persiguió al bongo.
Mientras tanto, en Lago Paonga vivía una familia de peces de pinzas, formada por una madre y una o más crías. Desafortunadamente un grupo de cuatro opees los encontraron y devoraron a la madre. Una de las crías, un joven macho, consiguió escapar al Río Solleu, pero allí apenas había comida para mantenerle y pronto se encontró famélico.
En la superficie, un ejército droide de la Federación de Comercio estaba invadiendo el planeta, enfrentándose a los naboo y a los gungans. Ahora bien, una activa resistencia consiguió dañar un tanque transporte de droides MTT (Transporte Multi-Tropas), que cayó al río Solleu. El colo encontró ese duro caparazón y, asumiendo que contendría carne blanda como corresponde a un buen marisco, intentó abrir la coraza con sus dientes y sus garras. Consiguió romper varios de aquéllos y dejar unos raspones y orificios en el tanque, pero no se salió con la suya.
Un grupo guerrillero organizado planeó recuperar el tanque hundido para infiltrarse en territorio ocupado sin ser detectados. Tres bongos fueron enviados, con técnicos gungans y naboo bajo el mando del gungingeniero Koh Pa Wupps. Este pequeño grupo recorrió Lago Paonga, teniendo un encuentro accidentado con los cuatro opees antes mentados, y alcanzó el MTT. La actividad de reparación a manos gungan atrajo la atención del pez de pinzas.
El pez se fijó en los recién llegados y concluyó que los bongos eran una presa más fácil que el tanque. Intentó atacar primero a uno de los submarinos, pero después, con una atención errática, se iba centrando en el enemigo más cercano a cada momento. Pese a la intervención del pez de pinzas, sin embargo, el grupo reparó el tanque y se lo llevó.
Mientras los nativos veían a los colos como un obstáculo, los invasores pudieron aprovecharlos como un activo: El comandante droide OOM-9 de la Federación construyó el campo de prisioneros de Spinnaker en el centro de un lago en donde había colos y opees. Éstos obraban como defensa natural. Las fuerzas gungan de Nass, en bongos armados, tuvieron que acabar con las vidas de estos peces para rescatar a los cautivos.
La invasión federada fracasó en última instancia, y además tuvo otras consecuencias: La alianza entre naboos y gungans para combatir a los droides se mantuvo tras el conflicto, y los gungans se convirtieron en miembros de la República en pleno derecho, entrando en una comunidad galáctica que podía aprovechar sus talentos: La República recomendó oficialmente a los submarinos que evitasen el Núcleo a menos que tuviesen un guía gungan bien preparado, y aún así esto sólo fue oficial cuando los gungans habían entrado en la República.
En 22 abY, la galaxia se vio sacudida por el inicio de las Guerras Clon. La Confederación de Sistemas Independientes, un grupo separatista con el apoyo de la Federación de Comercio y otros grupos, exigió el derecho de secesión de varios mundos de la República. Cuando empezaron las batallas, la República utilizó un ejército de clones fabricado por los kaminoanos y liderado por la Orden Jedi. El planeta Naboo se puso del bando republicano.
Durante este conflicto, algunos gungans ponían móviles con figuras esquemáticas de peces garra y otras criaturas marinas sobre las cunas de sus bebés. Uno de estos niños era Roo-Roo Page, un potencial jedi que atrajo la atención de comandos separatistas. El cazarrecompensas duro Cad Bane viajó a Naboo a intentar secuestrarlo y alcanzó su cuna, y el móvil del colo. Sin embargo, los jedi estaban preparados y habían puesto a salvo al bebé, dejando el cesto como cebo para el cazador.
Los kaminoanos también mostraron interés por el pez garra: A partir del genoma de éste, los clonadores desarrollaron una forma de vida muy similar que llamaron el carrillo de sable. Se trataba de un cazador aún más cruel, adaptable y grande que el colo. De casi cien metros de longitud, con la piel verde o verdeazulada salvo por el vientre blanco y la endurecida aleta dorsal, y con suficiente fuerza para romper un caza espacial entre sus fauces y empujarlo hacia su estómago con sus garras parecidas a cuernos o colmillos vestigiales, el carrillo de sable era el terror de los mares meridionales del oceánico Kamino.
Aunque los kaminoanos intentaron mantener estos temibles predadores en entornos controlados, un banco de carrillos de sable se liberó accidentalmente y pasó a correr en libertad. Desde entonces los kaminoanos han intentado limitar la reproducción de esta criatura, consiguiendo que fuesen infrecuentes.
Durante la Primera Batalla de Kamino dos meses después del inicio de la guerra, las naves separatistas intentaron atacar el planeta para encontrarlo defendido por grupos de cazas jedi. Uno de los cazas, pilotado por el Maestro Obi-Wan Kenobi a quien ya he mencionado, fue derribado y cayó al océano; el piloto, a flote sobre su nave, fue acosado por cazas enemigos. Su amigo y aprendiz Anakin Skywalker intentó ir en su ayuda en su propio caza. Entonces un carrillo de sable emergió de las aguas y se zampó la nave de Skywalker. Viéndose en apuros, Skywalker abandonó su vehículo, se unió a Kenobi y alegó haber sacrificado la nave para tener ocasión de salvar a su maestro. Los dos jedi consiguieron mover el caza flotante de Kenobi para alejarse del monstruo marino y, tras enfrentarse a otras formas de vida marina, fueron rescatados por un kaminoano.

Carrillo de Sable atacando un caza
Veinte años después, la situación galáctica había cambiado mucho: La República había caído y en su lugar se alzaba el Imperio Galáctico como facción política dominante, con la fuerte oposición de la Alianza para la Restauración de la República. Allá por el 0 DBY, era posible adquirir una elegante pecera con un bebé de pez de pinzas colo para exhibir en el domicilio propio.

Pecera con un pez colo
Aproximadamente en 1 DBY, una nave StarSpeeder 1000 de la agencia turística Star Tours despegó del Puerto Espacial THX1138, capitaneada accidentalmente por los droides C-3PO y R2-D2, que tenían tendencia a meterse en unos líos impresionantes. El Imperio había intentado impedir ese despegue porque habían identificado a un espía de la Alianza entre los pasajeros. Los droides, también asociados a la Alianza, recibieron una orden de sus superiores de llevar la nave a unas coordenada concretas en Naboo, y así lo hicieron. Por desgracia, el Imperio estaba atacando Naboo y el StarSpeeder tuvo que sumergirse en el océano para escapar de la batalla espacial. Allí, un gungan de Otoh Gunga se ofreció a guiar la nave a través del Núcleo desde un bongo.
Ahora bien, cuando el bongo se retiró, el StarSpeeder fue atacado por un pez de pinzas. El pez dudó un momento si ir a por el bongo o por el StarSpeeder, y acabó optando por éste. Mordió el vehículo, agitando al pasaje. A instancias de C-3PO, R2-D2 sacudió al agresor pez con una potente descarga eléctrica. El pez decidió que esa presa no merecía tal esfuerzo y la dejó ir, permitiendo que el StarSpeeder alcanzase su destino.
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Curiosidades

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Creo que no sorprendo a nadie si digo que el pez de pinzas fue diseñado para la película La Amenaza Fantasma (1999, G. Lucas). La artista conceptual Terryl Whitlatch, al cargo de su creación, buscaba dar a este pez un aspecto invertebrado, por lo que basó sus primeros diseños en una tijereta, y después incorporó elemento de cocodrilo, morena y calamar. Concretamente, las protuberancias del cuerpo para la propulsión eran características del movimiento de natación de este último. El estómago expandible para meter mucho volumen de comida aparece en pitones y en algunos peces.
Finalmente, el diseño de Whitlatch cobró vida en la película en forma de monstruo generado por ordenador. El brillo fue añadido cuidadosamente para que el público pudiese vislumbrar al pez en las cavernas. Según el Databank, la película permite ver que el pez colo es una madre protegiendo a sus crías. Curiosamente, en el artículo "Creatures of Episode I", publicado en Star Wars Insider Nº 47 (diciembre de 1999/enero de 2000), Whitlatch se refiere al pez colo como "él".
La Amenaza Fantasma salió al mercado acompañado de adaptaciones en varios formatos. En la novela La Amenaza Fantasma (1999, Terry Brooks), Jar Jar Binks identifica a cada monstro marino por su nombre según va apareciendo, algo que no hace en la película. La novela describe al pez pinza como una visión de espinas, escamas y dientes, con patas con garras curvas; es el monstruo sando el que tiene rasgos de anguila. En esta versión se omite la frase "Siempre hay un pez más grande".
En la novela juvenil de La Amenaza Fantasma (1999, Patricia C. Wrede) no se dan los nombres de los monstruos, sólo descripciones generales; el colo es una enorme criatura pez y, una vez más, el sando tiene rasgos de anguila. El narrador identifica al colo como un peligro que los protagonistas no habían encontrado antes pero Binks, al ver al colo, se pone nervioso y cree erróneamente que el monstruo anterior ha vuelto. En esta versión, Qui-Gon Jinn no aturde a Binks.
En la versión en cómic de La Amenaza Fantasma (1999, Henry Gilroy con dibujos de Rodolfo Damaggio), la escena del colo se omite, aunque aparecen el opee y el sando. El videojuego de La Amenaza Fantasma (1999, publicado por LucasArts) suprime totalmente el viaje en bongo.
También en 1999, la compañía juguetera Hasbro sacó al mercado merchandising de la película, incluyendo un pez colo no articulado en una de las "Battle Bags" de criaturas marinas. Cada una de las Bags contenía cuatro pequeñas figuras estáticas de animales de la película, que debían sumergirse en agua antes de su uso. El modelo de bolsa con el colo claw también incluía un faa, un grouper y un sando.
Los peces colo aparecen en el juego de rol de Wizards of the Coast a través del libro Secrets of Naboo (2001, Steve Miller y J.D. Wiker). Éste da la ficha de un colo adulto y además incluye una aventura, "Peril on Naboo", en la que aparece una cría de pez colo, con su respectiva ficha. El colo joven tiene estadísticas menores o iguales a las del adulto, excepto por una dote que aparentemente se pierde en la adolescencia. Ambos peces tienen una altísima velocidad y defensa, y reglas específicas para su veneno y su ataque de tragar una presa entera.
En "Peril on Naboo" se incluyen además indicaciones sobre cómo podría reaccionar el pequeño colo en combate, incluyendo entre otras cosas ideas sobre cómo los personajes jugadores podrían librarse de él. Sugiere como estrategias llevarle al Lago Paonga para que los opees le consideren un blanco, o atraerle a un acantilado para que la corriente lo arrastre a una catarata. En este último caso, el colo caería y después nadaría por la ciudad de Theed, convirtiéndose en una leyenda popular. No hay un final canónico para este pez.
El videojuego Galactic Battlegrounds (2001, LucasArts Entertainment) incluye peces colo como antagonistas no jugadores: En la campaña gungan de Theed, al menos un colo y un opee aparecen en el lago que rodea el campo de prisioneros de Spinnaker. El jugador puede destruir a estos enemigos desde bongos armados.
El MMORPG Star Wars Galaxies (2003) permite al jugador adquirir un objeto doméstico, pecera de pez colo bebé, con la ampliación de cartas "The Nightsister's Revenge".
El pez colo es descrito con un artículo breve en el apéndice de The New Essential Guide to Alien Species (2006, Ann Margaret Lewis y Helen Keier).
The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.) tenía un artículo del pez garra, ilustrado con una foto de la película; y mencionaba a este animal en sus artículos sobre Kamino, el sando y el carrillo de sable.
La atracción Star Tours: The Adventures Continue (2011) tiene varias escenas y cada vez que se inicia, se eligen aleatoriamente cuáles se verán. Una de las escenas posibles tiene lugar en Naboo, con el pez colo como invitado (Los usuarios de la atracción son literalmente agitados cuando el pez muerde la nave). Para propósitos de este artículo, asumo que esa versión puede ser canónica.

En la atracción de Star Tours, el viajero es atacado por un pez colo
También se menciona al colo en el artículo "Drawing from the Imagination: Mythological Creatures in Star Wars, Part 1" (2013) del blog de Tim Veekhoven y Kevin Beentjes, sólo para sugerir que la escena del pez colo podría estar inspirada en leyendas de monstruos marinos. Esto ya había sido confirmado en "Creatures of Episode I"; se ve que ellos no lo sabían.
El pez colo ha tenido algunas apariciones que no hay forma de que entren en continuidad. Una es Star Wars: Head-to-Head Tag Teams (2011, Pablo Hidalgo), una publicación inusual que describe enfrentamientos entre grupos. En uno de ellos, la trama parece tener lugar en las Guerras Clon y explica cómo un grupo de criaturas peligrosas, clonadas por científicos kaminoanos, han escapado y amenazan con dañar los cimientos de Tipoca City. Se trata de un colo, un sando y un aiwha. Tres jedis (Agen Kolar, Ki-Adi-Mundi y Plo Koon) intentan detener a esos animales, a poder ser sin matarlos porque entienden que las bestias están asustadas. Los jedi prevalecen, aunque en el proceso matan al colo.
El comic Jedi Academy: Return of the Padawan (2014, Jeffrey Brown) nos narra las aventuras de Roan Novachez en su segundo año en la Academia Jedi. En su diario de verano, Novachez describe una conversación con su amiga y compañera de clase Gaiana, que había ido de vacaciones a Naboo con su familia y allí había obtenido un diente de pez colo, algo que había impresionado a Novachez. Novachez dibujó un colo para mostrárselo a Gaiana.
Este artículo se refiere al animal como "pez de pinzas colo" y "pez garra colo" porque ésa ha sido la traducción utilizada en el coleccionable Star Wars Fact Files de DeAgostini.
El animal ha sido llamado "colo claw fish" en la novela de La Amenaza Fantasma, en The New Essential Guide to Alien Species, en The Complete Star Wars Encyclopedia; en "Creatures of Episode I"; en Secrets of Naboo; en Star Wars Galaxies en Star Wars: Episode I The Visual Dictionary (1999, David West Reynolds); en Episode I Adventures 9: Rescue in the Core (2000, Ryder Windham); en The Wildlife of Star Wars: A Field Guide (2001, Terryl Whitlatch y Bob Carrau); y en la web oficial de Star Wars, secciones Databank y Encyclopedia. Las fuentes no son consistentes el uso de mayúsculas (por ejemplo, Galaxies escribe "Colo Claw Fish" mientras que Guide escribe "colo claw fish"; y Secrets cambia de opinión según la página en que esté).
Ahora bien; el término "colo claw", sin "fish", se utilizó también en Secrets of Naboo y la web de Star Wars; así como en el Head-To-Head Tag Teams y en el blog de Veekhoven y Beentjes. "Colo" o "the Colo" se utiliza en Rescue in the Core, Visual Dictionary y "Creatures of Episode I". Guide to Alien Species utiliza a veces "the claw fish".
Ahora, con respecto a inconsistencias. Empezaré por Secrets of Naboo: La ficha de la cría de pez colo tiene una errata en la lista de dotes. La dote "Mobility" aparece entre paréntesis, como si fuese una especialización del anterior y no una dote independiente.
Más importante es que el joven adulto, según el mismo libro, mide nada menos que doscientos metros. En realidad debería medir sólo veinte metros, la mitad de lo que mide un adulto.
Guide to Alien Species insiste en que este animal tiene cuatro patas. Wildlife y Visual Dictionary muestran visiblemente y de forma no ambigua que sólo tiene dos.
En cuanto al motivo de la fosforescencia del pez colo, Fact Files y Visual Dictionary indican que ese brillo atrae a sus presas. La página 83 de Wildlife dice que muchas especies de esa zona tienen piel bioluminiscente para atraer presas, aunque no habla explícitamente del pez colo. En la página 88 de Wildlife, se dice que el brillo del colo hace que otras criaturas huyan de miedo al ver que se acerca, lo cual es exactamente lo contrario que se decía en Fact Files y en Visual Dictionary.
En esa misma página, Wildlife dice que un colo recién nacido es muy vulnerable para sus depredadores. Visual Dictionary sin embargo dice que los colos recién nacidos son cazadores instintivos totalmente equipados. Eso no es exactamente incompatible, pero casi.

© S I T H N E T
Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.
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