BEARSH

Artículo escrito por Skippy y maquetado por el Coronel Nathan Kurtz.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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Bearsh el general vagaari

 

Este vagaari era un general a las órdenes del Comandante Supremo Estosh en el 22 dbY. Particularmente bien preparado, Bearsh era un consumado actor y sabía hablar minnisiat, popular lengua de comercio de las Regiones Desconocidas, y también Básico, el idioma de la República Galáctica.

En el 22 dbY, Bearsh participó en una misión liderada por Estosh y con el propósito de vengar la humillación que, décadas atrás, los vagaari había sufrido ante el comandante chiss Thrawn en la batalla de Vuelo Exterior. Por entonces, los vagaari había tomado el planeta de los geroon y conquistado a la especie y, en represalia, Thrawn les atacó y redujo la flota vagaari a un cuarto de su magnitud inicial. En el proceso, Thrawn también destruyó una operación colonial de la República, Vuelo Exterior. Tras la batalla, Vuelo Exterior se había perdido en la zona espacial difícilmente navegable llamada el Reducto, y los vagaari se habían escondido; prácticamente nadie quedaba con vida que hubiese visto un vagaari.

Casi cincuenta años había pasado cuando el Aristrocra chiss Formbi encontró los restos de Vuelo Exterior e inició una misión diplomática para visitarlos junto con representantes de la República, para entonces aliados de los chiss. Cuando los vagaari interceptaron mensajes sobre esta misión, decidieron aprovecharla para vengarse de los chiss y atacarles, robando la nave de Formbi y usándola contra los chiss.

Para acercarse disimuladamente a la misión, los vagaari fingieron ser el Remanente Geroon, una comunidad indigente de nómadas que se habían visto forzados a abandonar su planeta porque los conquistadores vagaari lo habían dañado más allá de toda posible reparación. Sólo les quedaba una vieja nave científica clase Paskla, donde vivían los sesenta mil geroon supervivientes, en un entorno abarrotado y parcheado chapuceramente, que incluía brechas en el casco en ciertas zonas selladas. Bearsh mismo era el Primer Delegado y portavoz de la comunidad; Estosh parecía ser sólo un jovenzuelo que había vivido en el espacio desde su nacimiento. El Remanente solicitaría humildemente permiso para acompañar la misión y así honrar a los héroes de Vuelo Exterior, que les habían ayudado en su momento de necesidad.

Todo esto era mentira. Las zonas aisladas de la nave podían volver a sellarse con poco esfuerzo, pero desalentaban un análisis detallado. Eso era porque ocultaban a trescientos soldados vagaari en animación suspendida, que esperaban pacientemente a que uno de los vagaari les despertase. Los vagaari incluso habían preparado metraje de niños de su especie jugando para emitirlo como decorado en las comunicaciones, dando la imagen de una nave colonial abarrotada.

No era posible meter armas tradicionales a bordo, porque los chiss las detectarían. Los vagaari usarían armas biológicas, incluyendo un temible depredador llamado wolvkil que los chiss creían extinto. Algunos vagaari llevarían wolvkils aparentemente muertos a modo de chal con sus ropas de gala; les bastaría con quitar o romper el collar de estas bestias entrenadas para que despertasen. Bearsh además se había cercenado un brazo para reemplazarlo con una prótesis que hospedaba una colonia de insectos schostri, de letal aguijonazo.

Cuando los supuestos geroon se presentaron a los vagaari, el rol de Bearsh como un sumiso y patético geroon resultó convincente: Formbi aceptó que el Remanente Geroon les acompañase en su misión, e incluso trató a Bearsh como a uno de los diplomáticos invitados, permitiéndole asistir a una cena razonablemente elegante con otros embajadores. Durante la cena, Bearsh conoció a Luke Skywalker, uno de los representantes de la República y uno de los dos jedi invitados. Con ceremoniosa humildad, Bearsh pidió a Skywalker la ayuda de la República para encontrar un nuevo mundo que los geroon pudiesen colonizar. Bearsh fue tan rastreo que Skywalker llegó a encontrarle cómico, precisamente el efecot deseado.

Skywalker aceptó echar un vistazo a la cartografía neorrepublicana con los geroon. Teatralmente, Bearsh alegó que entrar en las habitaciones de un jedi era un honor demasiado grande para él, pero aceptó ofrecer la humilde hospitalidad de la nave geroon al jedi. Una vez allí, Bearsh se expresó de forma poco técnica, resaltando su ignorancia. Estosh se unió a la reunión sin ser invitado, dando una imagen de poca sofisticación pero de buen corazón.

Evidentemente, esto también era una trampa: Los vagaari había descubierto que los embajadores del Imperio de la Mano tenían los planos originales de Vuelo Exterior. Estosh quería robarlos y estudiarlos; pero necesitaban un bloc de datos compatible para leerlos. El bloc de datos que Skywalker les proporcionó era válido. Los vagaari aprovecharon también la reunión para robar el manual, con un pequeño sabotaje para distraer la atención.

Cuando la nave salió del hiperespacio en la estación espacial chiss de Brask Oto, Bearsh y los otros geroon fueron corriendo a ver al Aristocra ataviados con sus trajes de gala, convencidos de que habían llegado a su destino. Formbi explicó a ellos y a los demás invitados que estaban a punto de entrar en el Reducto y que no podía garantizar su seguridad, así que daba a todos la opción de retirase. Bearsh, ya calmado, decidió que estaban dispuestos a continuar su peregrinaje. A instancias de Formbi, aceptó dejar atrás la nave principal geroon, que estaba en muy mal estado para ese viaje, y se llevó sólo una lanzadera. En realidad, la nave geroon serviría a los vagaari como foco para lanzar un ataque con cazas contra la estación Brask Oto poco después.

Bearsh realizó más actividades de sabotaje utilizando pequeños animales ocultos en su ropa: Las enredaderas eran alimañas que podían meterse en los cableados de una nave e inutilizarla. Con tantos invitados a bordo, los chiss eran incapaces de acusar abiertamente a los supuestos peregrinos geroon.

Los vagaari prepararon una acción para asegurar que Estosh quedase a bordo del Enviado cuando se enviase una delegación al Vuelo Exterior: Los vagaari robaron un arma chiss y dispararon a Estosh en el hombro cuando éste bajaba de la lanzadera geroon. Después, los vagaari se ocultaron en la lanzadera, temblorosos y afirmando que temían una conspiración chiss contra ellos.

Cuando todos los delegados encontraron al plañidero Estosh, los jedi convencieron a Bearsh para que bajase, cosa que él hizo tentativamente y nervioso. Bearsh analizó la herida de Estosh y confirmó que, aunque dolorosa, no era letal. Los jedi decidieron que entonces era mejor no usar poderes curativos de la Fuerza sobre Estosh; Bearsh dedujo que consideraban a los geroons indignos pacientes, pero Skywalker explicó que, sin conocimiento de la biología de la especie, el poder curativo podía ser peligroso para el paciente. Formbi insistió en llevar a Estosh a la enfermería de su nave; Bearsh rechazó inicialmente la ayuda, pero Formbi firmemente hizo valer su autoridad en su propia nave.

Poco después, el Enviado Chaf llegó al planetoide donde estaban los restos de Vuelo Exterior. Formbi invitó a Bearsh y a los otros delegados al centro de mando para que contemplasen los restos medio enterrados. Una vez más pretendiendo ser inculto, Bearsh preguntó si las naves eran capaces de moverse bajo tierra.

Formbi organizó un aterrizaje en una colina cercana, desde la cual conectarían el Enviado con el Vuelo Exterior con un umbilical (no había atmósfera en el planetoide) y entonces llevarían a cabo una ceremonia a bordo en la que los chiss formalmente devolverían los restos de la nave a la República. Bearsh solicitó que los geroon participasen en la ceremonia; Formbi delegó en el embajador neorrepublicano Dean Jinzler esa decisión, y Jinzler aceptó porque él era muy majo.

Sólo cuatro geroons podrían ir, incluidos Bearsh y Purpsh. Los chiss les ofrecieron trajes de vacío, pero Bearsh los rechazó porque sus tradiciones requerían la ropa ritual adecuada, que no podía llevarse debajo de esa otra (Sí, sí, tradiciones, lo que querían era llevar el wolvkil). Bearsh y Estosh fingieron discutir en su idioma sobre la posibilidad de que Estosh fuese, que fue descartada.

Una vez a bordo, mientras Formbi daba su discurso, Bearsh susurraba por su enorme comunicador en lengua vagaari, como si estuviese narrando la ceremonia a los "geroon" en la nave; en realidad estaba reportando detalles en preparación para el inminente ataque. Entonces, Skywalker reveló que habían detectado, gracias a sus poderes, una comunidad de Supervivientes a bordo de los restos de la nave. Todos estaban sorprendidos, pero comprendían la necesidad de establecer contacto. Bearsh insistió en que los "geroon" debían ver a los Supervivientes para homenajearles en persona. Finalmente, el grupo exploró la nave, con los geroon cerca de la retaguardia.

Lo primero que encontraron fueron restos de los daños, que impresionaron a Bearsh. Después vieron un dron autónomo, que impresionaba a los vagaari. Bearsh y los otros supuestos geroon decían conocer historias sobre los droides, como los droidekas y otros modelos militares, que ellos consideraban armas poderosas. Más tarde Skywalker encontró trampas ocultas que habían escapado al ojo de Bearsh. No tardaron en llegar a los restos de una sala táctica. Aunque Bearsh sin duda sabía lo que era, preguntó al respecto; el comandante Chak Fel, embajador del Imperio de la Mano, explicó que era un lugar para coordinar el combate con varias naves como probablemente habían usado los vagaari contra los geroon.

Los Supervivientes se mostraron parcialmente para guiar a los intrusos una trampa y encerrarles en ascensores, y lo lograron pese las precauciones tomadas. Bearsh y algunos vagaari, includo Bearsh, quedaron encerrados en el Ascensor Número Cinco junto con Formbi, Jinzler y la ayudante de Formbi, Feesa. Feesa sabía que los geroon eran en realidad piratas vagaari, y se asustó al estar en una situación desesperada junto con ellos.

Un mando Superviviente, Jorad Pressor, se comunicó con el Ascensor Número Cinco por megafonía. Los vagaari fingieron estar aterrado, con Bearsh medio acurrucado junto a la puerta, repitiendo una letanía mientras golpeaba inútilmente los controles y agarraba a otro de los vagaari. Pressor quiso hablar con Jinzler, pero los demás le pidieron que no les abandonase en el ascensor (Feesa en concreto temía por su vida; los vagaari sólo fingían ser patéticos). Pressor aceptó que algunos de los demás, includo Bearsh, asistiesen sin voz a su reunión.

El encuentro no fue en absoluto jovial, con Pressor admitiendo que consideraba matar a todos los intrusos; Bearsh se removió en su asiento fingiendo asustarse, pero se quedó quieto cuando Jinzler le miró. Jinzler, buen e inteligente diplomático, convenció a Pressor para que les permitiese visitar la colonia en vez de matarles; pero de momento Pressor se negó a ayudar a los recién llegados o a liberar a sus amigos. Cuando permitió a Bearsh reunirse con los otros "geroon", todos ellos se abrazaron como si hubiesen pasado años desde su anterior encuentro. Pressor desestimó a los vagaari, con sólo una mirada casual a los curiosos wolvkil que llevaban, y se centró en ser hoscamente educado con Formbi; los Supervivientes desconfiaban de los chiss de piel azul.

Pressor llevó a todos ante su jefe, el Director Chas Uliar, y su séquito. Presentó a los líderes, incluido Bearsh, y cedió a Uliar la guía de la zona. Uliar acusó a los chiss de haber destruido su colonia y de haber vuelto para acabar con ellos o con algún otro fin malvado; Formbi alegó su inocencia, y Bearsh intervino para afirmar su propósito de honrar a Vuelo Exterior. Como Pressor, Uliar fue indiferente con los "geroon" y hostil con el resto, revelando en su conversación valiosos datos sobre cuánta gente quedaba con vida.

Uliar y sus consejeros se reunieron con los invitados en una espartana sala de reunión. Bearsh se encorvaba ligeramente, aparentemente desilusionado, y permitía a los chiss llevar la negociación sobre qué hacer con sus vidas. El comunicador de Bearsh pitó; él fingió ignorarlo peor en realidad era la señal de Estosh. Era el momento:

Bearsh murmuró "Como fue al principio, así es al final", movió su cabeza hacia atrás, se quitó el wolvkil y lo golpeó contra su mesa. Sus tres compañeros le imitaron. Bearsh continuó: "Una vez víctimas, ahora vencedores", dijo mientras rompía el collar de su wolvkil y éste cobraba vida, asustando a algunos presentes. Los otros vagaari liebraron a sus propias bestias. Bearsh dio una orden a los animales en su idioma; Uliar, que había oído la lengua vagaari en los comunicadores durante la batalla de Vuelo Exterior, comprendió a qué se enfrentaban.

Los wolvkils y los vagaari atacaron a los presentes, tomando el control de la situación con tanta eficiencia que Bearsh se podía permitir quedarse al margen, supervisando con las manos en las caderas. Jinzler gritó a Bearsh que les detuviese, pero para entonces el sumiso geroon se había vuelto arrogante y severo: Bearsh prometió que Jinzler moriría, pronto o más tarde según sus acciones. Jinzler, mucho más grande y corpulento que Bearsh, intentó ataacr al vagaari; pero éste se movió rápido y se preparó para liberar los insectos schostri ocultos en su brazo. Jinzler no fue capaz de impedirlo. El enjambre rodeó al arrogante vagaari como una nube y éste altivamente dio la espalda al humano, sabiendo que Jinzler no podía alcanzarle.

Jinzler observó un bláster en el suelo, de un guardia que había sido ya derrotado. Consideró cogerlo y plantar cara; pero entonces Formbi le llamó: Él, Feesa, Uliar y dos de sus consejeros habían improvisado un pequeño fortín con el escaso mobiliario, y pedían a Jinzler que se uniese a ellos. De Bearsh se dio cuenta de la situación, cogió el bláster y ordenó a Jinzler, como a un animal doméstico, que fuese con los otros prisioneros.

Desde esa relativa seguridad, Jinzler intentó interrogar a Bearsh. Bearsh dijo que todos su prisioneros morirían, y que Purpsh proponía ejecutarles al momento pero que Bearsh de momento no iba a hacerlo. Para entonces, decía Bearsh, los jedi e imperiales debían haber caído por causa de un sabotaje con enredaderas en los ascensores; y las comunicaciones de todos los bandos habían sido interferidas. Formbi, herido pero flemático y caballeroso, ofreció su nave a Bearsh a cambio de que permitiese vivir a los Supervivientes; pero Bearsh se ofendió por el intento de soborno. Bearsh decidió retirarse con sus tropas, pero dejando atrás a los wolvkils, con orden de atacar a los prisioneros si intentaban escapar. Uliar reveló entonces, sin que Bearsh intentase negarlo, que se estaban enfrentando a vagaari.

Mientras tanto, Estosh había lanzado a los cientos de guerreros vagaari, que tomaron el control del Enviado y atacaron los acorazados de Vuelo Exterior. Rápidamente Estosh comprobó que uno de los acorazados podía ser reparado y utilizado como nave independiente, si su gente conseguía dinamitar los pilones que conectaban ese acorazado a los otros.

Cuando Bearsh se hubo ido de la sala de reunión, los prisioneros utilizaron astucia y capacidades desconocidas para los vagaari para hacerse con un comunicador. Así contactaron con los imperiales y los jedi, que habían sobrevivido a las trampas y emboscada vagaari, y planearon una defensa.

Bearsh se reunió con un pelotón de siete soldados vagaari con armaduras, wolkvils y armas variadas saqueadas del Enviado Chaf y de Vuelo Exterior. Bearsh tomó el mando de la unidad y avanzó con ellos por un corredor, y allí topó con Pressor y los dos jedi. Pressor ordenó el alto del grupo y apuntó a Bearsh con su arma; pero los soldados vagaari se ubicaron en formación para disparar. Skywalker, intentando negociar con Bearsh, hizo que Pressor bajase su arma. Bearsh insistió en que, ya que los jedi se habían salvado, no tardarían en morir de forma aún más desagradable. La compañera jedi de Skywalker, Mara Jde, intentó interrogar sutilmente a Bearsh tirándole de la lengua. Bearsh explicó que los vagaari habían venido para vengarse, pero no entró en detalles sobre su plan y criticó a los humanos por permitir que una mujer dirigiese la conversación. Cuando vio que no podía obtener beneficio de ese encuentro, Bearsh ordenó a dos wolvkils matar a los jedi.

Los wolvkils saltaron contra los jedi, pero Jade usó su sable laser y cortó a ambas bestias por la mitad sin dificultad. Bearsh se quedó paralizado un momento, demasiado anonadado, pero recuperó el control sobre sí mismo y ordenó a sus tropas disparar. El sable de Jade deflectó todos los disparos, y los poderes de Skywalker activaron los centros de sueño de los wolvkils. Bearsh ordenó intensificar el ritmo de fuego, consiguiendo sólo que los jedi empezasen a herir y matar a sus tropas. Viéndose superado, Bearsh escapó, no sin que Pressor viese hacia dónde. Sin embargo, Pressor y los jedi no siguieron a Bearsh, sino que fueron a liberar a Jinzler y los otros prisioneros.

Los jedi y sus aliados fueron recuperando el control sobre ciertas zonas y, después de derrotar a varios vagaari, usaron uno de los comunicadores vagaari para intentar contectar con Bearsh. Estosh tomó el recado porque "el General Bearsh no está disponible ahora", según dijo. Aún más desdeñoso que Bearsh, Estosh reveló su implicación y dio más información a los jedi.

Los vagaari consiguieron hacerse con un acorazado y despegar, dejando varados a los jedi, chiss y Supervivientes sin ninguna nave. Bearsh y Estosh iban a bordo, con Estosh al mando del navío. El acorado debía ir a Brask Oto para unirse al resto de la flota vagaari en su primer ataque a los chiss.

Sin embargoo, Estosh sospechaba que los jedi podrían volver a plantarles cara y mantuvo a los vagaari en alerta. Bearsh estaba al mando de una docena de tropas, en uno de los grupos que interceptarían a los jedi si éstos, de algún modo, conseguían abordar el acorazado en el hiperespacio. El lugar de la escaramuza tendría unas pequeñas bombas pegadas a los muros para utilizarlas de modo táctico.

Como no podía ser de otra manera, los jedi lograron subir a bordo del acorazado y avanzaron, derrotando a varios grupos de vagaari antes de encontrar al pelotón de Bearsh; los jedi detectaron a los vagaari usando sus poderes, antes de que los vagaari supieran de su presencia. Para entonces acababan de matar a otros soldados vagaari, y Jade utilizó sus poderes telekinéticos para mover un cadáver vagaari a modo de títere poco realista y enviarlo en una carga contra los soldados de Bearsh. Eso asustó a algunos soldados, sorprendió a otros para que revelasen su posición, y en todo caso dio la iniciativa a los jedi.

Los jedi atacaron con fuerza y mataron a todos los vagaari en ese encuentro. Sólo después Skywalker reconoció a Bearsh entre los caídos. Los jedi se plantearon porqué un general, oficial de alto rango, había liderado personalmente un ataque así. Nunca se supo con certeza.

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