"Vuestro color es el azul y los guerreros rojos que serán vuestros líderes." (Reclutador Mandalore)
Pulsipher, el discípulo de Demagol que se ha apoderado del Talismán Muur, se dirige en su nave, el Mar'eyce, a una ciudadela mandaloreana en el helado planeta Jebble. Ocultos en los conductos de ventilación de la nave Celeste, Gryph y Zayne esperan su oportunidad para actuar.
Pulsipher exhibe orgullo el mágico objeto cerca de una trampilla de ventilación y Celeste, que se oculta tras ella, usa la Fuerza para persuadirlo de que se deshaga de él. Por un momento el mandaloreano está a punto de hacerlo pero el talismán se mueve y descarga sobre él y sobre uno de sus hombres potentes ráfagas eléctricas.
Cuando la nave aterriza Celeste desciende por el tren de aterrizaje y se oculta y aunque Gryph y Zayne tratan de imitarla son descubiertos por un vigilante. "Volved con los vuestros" les dice empujándolos hasta que se integran en un grupo de prisioneros.
Un gigantesco mandaloreano vestido con armadura roja informa a los prisioneros que desde ese día van a formar parte del ejercito mandaloreano. En la foja de guerra de la ciudadela se les darán armaduras azules que indicarán que forman parte del eslabón más bajo de la cadena. Serán entrenados y vigilados por sus superiores, todos aquellos que vistan de rojo, y formarán parte de las tropas que atacarán Alderaan.
Al oír que el pacífico Alderaan será atacado Zayne se escabulle hasta unas ruinas cercanas en las que ha visto ocultarse a Celeste y le dice que hay que hacer algo. "Manos arriba Jedis" les grita un orondo mandaloreano embutido en una armadura azul pero cuando este se quita el casco comprueban aliviados que se trata de Gryph.
Durante el viaje hasta Jebble Gryph escuchó a Pulsipher decir que en Tairis se hizo con una copia de los archivos financieros Jedi y desde entonces sueña con echarles un vistazo. Para conseguirlo ha de entrar en la ciudadela así que propone a la pareja que simulen ser sus prisioneros y así los tres podrán introducirse en las instalaciones.
Gryph consigue pasar el control diciendo que sus prisioneros son Joam y Hettie, los gemelos Hierdogarl, dos tecnoterroristas a los que espera Pulsipher para descifrar los archivos. Tras pasar la barrera Gryph, que es un completo inútil con las armas, dispara una ráfaga de su potente rifle blaster por accidente y el suelo se hunde bajo sus pies precipitándolo al vacío.
Un mandaloreano a punto de convertirse en un rackghoul
Celeste y Zayne se libran de la caída pero no tardan en ser rodeados por un grupo de mandaloreanos que tras oír los disparos han acudido para ver que pasaba. Celeste se fija que uno de los recién llegados tiene una marca en la armadura y lo identifica como el guerrero que sufrió la descarga del talismán. El mandaloreano parece encontrarse mal y ante el asombro de todos se convierte en un Rackghoul y ataca a sus compañeros que pronto son infectados y transformados.
Celeste acaba con ellos y huye junto a Zayne preguntándose que ocurre. Las infecciones han sido tan raras como inmediatas y la joven sospecha que algo no anda bien.
En su huída la pareja accede a un balcón y comprueba que bajo ellos hay millares de tropas. Los mandaloreanos no piensan atacar Alderaan sino invadirla y además entre ellos hay infectados. El mal de los Rakghouls amenaza con esparcirse por la Galaxia y solo ellos pueden hacer algo para evitarlo.
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