"¿Para eso era la llamada? ¿Para qué os trajese otro chute?" (Kerra Holt)
Las tropas de Lord Daiman han ocupado Aquilaris y obligan a sus habitantes a trabajar día y noche paras ellos. Los hombres del poderoso Sith están preparados para repeler un hipotético regreso de las fuerzas republicanas, pero no son estos quienes los atacan por sorpresa sino los cazas "intruso" de Zodoh el Hutt.
Uno de los oficiales corre hacia un transporte con la intención de pedir refuerzos pero Kerra Holt, que acaba de apoderarse de él, lo detiene y lo neutraliza. La joven, que ha regresado a su planeta natal tras haber recibido una llamada del Gremio de Seacropper accede a una vivienda cercana e intenta que los heridos allí reunidos suban a la nave, pero nadie quiere hacerlo.
La Jedi llega a pensar que no la entienden, pero un viejo conocido suyo, Joad Kreel, le dice que nadie quiere irse por culpa del "diluvio". La joven, que lo creía muerto, lo abraza y le insta a que él, y el resto, suban a la nave pero este también se niega algo que hace que la joven tire de su mano y trate de arrastrarlo.
Joad y su amiga están en el umbral de la puerta cuando el "Conducetormentas", una gigantesca nave atmosférica de guerra Hutt, produce una gran explosión de energía ceca de su posición. Kerra usa la Fuerza para proteger su vida y la de su amigo, pero este y los demás siguen sin querer marcharse.
La Jedi no tarda en comprenderlo, el "diluvio", es el término con el que se refieren a una droga, una variante muy fuerte de la especia, a la que han sido forzados a engancharse para que sus cuota de trabajo aumentases. Ahora todo encaja, la llamada que recibió no pedía ayuda, sino que trajese más droga ya que esta casi se había terminado.
Kerra sale al exterior y comprueba que los submarinos, algo que los aquilaris cuidan como si se tratase de joyas, llevan meses sin mantenimiento y, como nadie parece querer hacer nada, decide actuar y dispara con su pistola sobre la gran nave Hutt. La joven corre mientra el "conducetormentas" le dispara pero la gigantesca nave explota y cae a tierra. Cientos de cazas han llegado al planeta y Zodoh, al grito de "es Devaad", ordena a sus hombres que se retiren.
Zodoh el Hutt ordena retirada al ver las naves de Jeen Devaad
La Jedi cree que los recién llegados son tropas republicanas pero se trata de los hombres de la capitana Jeen Devaad quien, tras agradece a Kerra que distraje a la gran nave Hutt perdiendo con ello que la derribasen, le cuenta que no son tropas de la república sino el "Escuadrón diabólico", un grupo que ayuda al "Comando Gracia" de Alderaan en las misiones que este no puede acometer.
Jeen dice a los aquilaris que ha traído comida y medicinas y que los repartirán en cuanto liberen a los presos de la otra isla e invita a Kerra a participar en el ataque ofreciéndose incluso a cederle uno de los cazas algo que la Jedi acepta encantada.
Ya lejos de Aquilaris Zadoh se reúne mediante holoconferencia con los Lores del Sith y, tras decirle que se ha ganado un puesto junto a ellos, promete darles muchas más armas y esclavos si le dejan apoderarse del sector ya que precisa una expansión de territorio.
Cuando termina la conferencia su ayudante, Oon Garat, le pregunta si pueden fiarse de los Sith pese a que estos están continuamente luchando unos contra otros y el Hutt le responde que eso no le preocupa. El "Conducetormentas" ha sido destruido pero antes de ello consiguió hacerse con los datos que necesitaba y ese era el verdadero objetivo del ataque sobre Aquilaris.
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