"Si me defiendo con mi sable láser sabrán que soy un jedi. ¡Pero ya no me importa!
¡Me enferman las princesas! ¡Yo sólo quiero ver arder a ésta!" (Quinlan Vos)
I.- RESUMEN DE LA HISTORIA
Ova. Una corbeta, al mando de un apergaminado capitán, desaparece engullida por algo parecido a un agujero negro. Tres meses después, un hombre solo, a bordo de una nave, tiene la misión de infiltrarse en un planeta llamado Dathomir, el planeta gobernado por las brujas. Este hombre responde al nombre de Quinlan Vos. El Consejo cree que lo ocurrido en Ova tiene su raíz en Dathomir, y Vos tiene la intención de infiltrarse y averiguarlo. Es un planeta donde los machos son esclavizados, aunque el jedi no tiene miedo... quizás deberían tenerlo las brujas con él...

Quin rodeado de bellezas.
El aterrizaje ha salido a la perfección. La nave destrozada y Vos en mitad de un grupo de guerreras dathomir. Un grupo de Hermanas de la Noche. Ya está dentro. Ahora, sólo le queda sobrevivir.
Mace Windu no está muy seguro de haber hecho lo correcto al enviarlo allí. Sabe su tendencia a la oscuridad, pero Saesse Tiin le ruega paciencia. Vos, en el poblado, forma parte del grupo de esclavos que están trabajando en las escavaciones bajo las ruinas de un antiguo complejo religioso en la corteza de Dathomir. Bajo la atenta mirada de Vonya, la capataz de las excavaciones, entabla amistad con un givin, cosa que a la bruja no le sienta nada bien. Pero el encontronazo entre Jedi y Hermana es interrumpido por la Matriarca Zalem. Vos ha conectado con el secreto de la pirámide y del templo, pero aún no sabe qué significa.

Rancors en Dathomir.
Esa misma noche conoce a la "rancor", una Hermana de horribles rasgos que es la encargada de limpiar el recinto de los machos. Sus congéneres se ríen de ella y la desprecian. Incluso Vonya la utiliza para sus juegos diabólicos. Pero Quinlan ve más allá de su aspecto, y se queda intrigado... hasta que el campamento sufre una incursión de otro clan rival, en busca de machos jóvenes y robustos para aparearse. Comienza la batalla por la supervivencia entre Hermanas, hombres, y Vos.
Al día siguiente, la suerte de Quinlan parece cambiar. Han sobrevivido a la incursión, y también al ataque de un gusano wuffa, y su capacidad de lucha es reconocida por las Hermanas dandole un nuevo destino. Pero el trabajo que le espera es abominable: la amputación de la pata delantera de un alienígena azulado dotado de inteligencia. Vos no puede dejar pasar la oportunidad, y decide enfrentarse a sus compañeros para liberar a los sauridos. Pero eso pone en evidencia su herencia jedi, ya que hace un buen uso de su sable. Ahora, sólo queda ya entrar en la pirámide y descubrir por qué están tan interesadas las brujas en ahondar en tal profundidad... aunque no sabe si será demasiado tarde...

Hermana de la Noche.
II.- COMENTARIO
Continúan las aventuras del Guardián del Clan Vos con esta entrega de El Fin del Infinito, dibujada por el español Ramón F. Bachs. En esta ocasión, el intrépido Jedi se las verá con unas viejas conocidas del Universo Star Wars: las brujas de Dathomir. Queda en el aire qué ocurrió después de "Crepúsculo", y cómo recuperó Vos la memoria, si es que llega a hacerlo. Aquí, parece que el personaje es utilizado para un fin en concreto, que es la confrontación con las Hermanas de la Noche, sin ahondar (lástima) en la historia desarrollada en los dos números anteriores.
Bachs realiza un buen trabajo, destacando el aspecto sexual y dominante de uno de los mitos más llamativos adaptados al Universo Expadido. Es éste un matriarcado estructurado militarmente, que bebe de fuentes tan arraigadas a la mitología antigua como el de las Amazonas. Hermosas y letales, estas mujeres, dotadas además de poderes de la Fuerza, están, al igual que sus "hermanas" recluídas en un planeta del que no pueden salir. Aquí, Vos, como Hércules, ha de detener a su capitana, si no es de una manera, será de la otra.

Vos en el recinto.
Y Bachs se recrea en la belleza de las guerreras, tatuándolas, vistiéndolas provocativamente y dibujando mujeres imposibles con trajes que sólo una Hermana de la Noche podría llevar. Tanto Vonya como sus congéneres, muestran la típica crueldad de la dómina, con corpiños ajustadísimos, zapatos de tacón alto, y miradas y sonrisas capaces de helar la sangre del más templado... Y es que en este caso, Bachs parece haber recreado el mundo de las Amazonas que George Pérez ya dibujó una vez, en las aventuras de Wonder Woman. E incluso va más alla, y las ubica en un lugar que recuerda a Egipto, desolado, y con pirámides truncadas. Los tatuajes corporales recuerdan también películas de los años 80 sobre cataclismos y armagedones, de las cuales la serie "Mad Max" es su más claro exponente.
Decía el dibujante hispano en una entrevista a un fanzine que no se había sentido demasiado orgulloso del resultado de éste trabajo, pero parece que su entendimiento con el entintador Raúl Fernández ha sido completo. Fernández ejecuta perfectamente los trazos de Bachs, y el complemento da como resultado este buen trabajo. Quizás la "obsesión" del guionista por representar a la perfección naves y lugares ha coartado la labor del dibujante, pero para quien esto escribe, no es ni mucho menos un trabajo a no tener en cuenta.
Completa este formato prestigio de 48 páginas, con un precio de 4,18 euros, una entrevista con el dibujante y una galería de portadas.
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