SAAJ CALICIAN

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
Para la realización de este artículo se han utilizado como fuentes
el artículo de starwars.wikia.com y el libro "Jedi Vs Sith" de Ryder Windham
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La biografía del Saaj Calician

 
"Si, yo destruiré a los Jedi y no tú" (Saaj charlando con Domika)

Saaj Calician era un krevaaki y, como el resto de seres de su especie, tenía un exoesqueleto rojo y ocho tentáculos segmentados que usaba como extremidades. Su rostro tenía un aspecto poco humanoide, dominado por un hocico similar a una concha del que sobresalían varias antenas olfativas, además de sus orejas cavernosas y ojos negros brillantes. Calician vivió en los tiempos de las Nuevas Guerras Sith, más de mil años antes de la batalla de Yavin.

Si bien Calician demostró inteligencia superior desde temprana edad, esto no fue siempre una ventaja: Otros niños krevaaki en su entorno le llamaban Saaj Celegiano, en referencia a la especie celegiana de invertebrados parecidos a enormes cerebros flotantes. La similitud fonológica entre las palabras "celegiano" y "Calician" perpetuaba el escarnio, para dolor de Calician.

El mundo donde Calician había nacido tenía una población de arañas jornisae, que habían sido traídas accidentalmente desde Cularin. Calician encontró placer sádico en cegar a las pequeñas arañas y observó entonces que una araña podía percibir el acercamiento de otra araña al detectar vibraciones en su tela, aún sin ojos.

Calician vivía en el sector Grumani, que estaba controlado por los sith. La más poderosa sith de la zona, la humana Vilia Calimondra, estaba manipulando a sus hijos y otros descendientes para que combatiesen entre sí por su herencia. Uno de éstos, el poderoso y superviviente Lord Chagras, tomó a Calician como su adepto juvenil. Calician aprendió telekinesis, combatió a varios Caballeros Jedi y oyó relatos sobre otros krevaaki que habían sido jedi famosos.

Durante su educación, Calician viajó a una colonia de Tramanos y allí vio celegianos por primera vez en su vida. Los celegianos, parecidos a medusas, no podían respirar oxígeno y se veían obligaddos a flotar en depósitos autopropulsados de gas cianógeno (letal para la mayoría de otras especies). Calician les despreció rápidamente por encontrarles antiestéticos, y porque percibía que ellos no reconocían su propia fealdad en un intento, razonaba él, de que otros les ignorasen. Además, los celegianos tenían habilidades telepáticas innatas pero no las utilizaban para obtener poder sobre otras personas, un comportamiento humilde que Calician desaprobaba. En resumen, Calician había despreciado a los celegianos antes de haberlos visto pero, si no hubiese sido así, los habría despreciado a partir de ese momento.

Lord Chagras recibió en 1042 BBY la custodia de sus dos problemáticos sobrinos, los gemelos Quillan y Dromika, de cuatro años. Chagras envió a los niños al planeta Byllura, donde serían custodiados, y Calician no tuvo contacto con ellos en ese tiempo.

En el año 1040 ABY, con la repentina muerte de Chagras, se inició la Segunda Charge Matrica, o guerra civil secreta sith pansectorial. Los nietos de Vilia empezaron a combatir entre sí; pero algunos descendientes emparentados, e incluso intrusos alienígenas, intentaron entrometerse para impresionar a Vilia y ganarse su favor. Uno de estos fue Calician, que decidió tomar el control de los gemelos en Byllura y construir un estado a su alrededor. Calician se refería a Vilia con el epíteto de "la viuda nobiliaria".

En 1039 ABY, Calician conoció por fin a los gemelos. Observó que la percepción de Quillan en la Fuerza era inmensa, a tal punto que se desorientaba si un orgánico se acercaba a él. Quillan, con su clarividencia inverosímil y con su mente extraordinaria en constante expansión, percibía a otros seres como presencias irreales en un sueño, y no podía comunicarse directamente con nadie. Su hermana Dromika era la única que podía contactar con Quillan y hablar con él, pero a la hora de dirigirse a otras personas, Dromika también estaba limitada: Ella no podía hablar en voz alta sin utilizar el lado oscuro de la Fuerza para persuadir a quienes la rodeasen (excepto por supuesto a Quillan). El poder de Dromika había lobotomizado a la mayoría de personas que mantenían trato frecuente con ella, y ella tampoco percibía realmente a los seres a su alrededor como personas, sino como "aspectos".

Calician ansiaba el poder y aspiraba a reemplazar un gobierno, ineficiente por naturaleza, por un orden sith. El krevaaki decidió incluir a los gemelos en su plan, porque nunca antes había encontrado usuarios de la Fuerza tan poderosos en campos especializados. Calician consiguió ser nombrado guardián de los gemelos, y tomó varias medidas:

Entre otros arreglos, los gemelos fueron retenidos en La Galería, un amplio apartamento en la zona más alta de los edificios (aunque ellos mismos no tenían mucho interés en salir). Las necesidades inmediatas de los gemelos serían cubiertas por droides, que afectaban lo mínimo posible a la percepción de Quillan; pero el propio Calician sería el intermediario oficial. Él confiaba en que su propia mente, entrenada bajo la tutela de Lord Chagras, le permitiese resistir el trato con Dromika. Para evitar abrumar a Quillan con estímulos excesivos, Calician aprendió que sus togas debían ir a juego con los muros, es decir, en color beige.

Cuando Calician llevaba sólo unos días en este cargo, hizo capturar a un celegiano bicentenario y lo encerró cerca de su base de operaciones. Bautizando al celegiano como Uno, le doblegó haciendo que le torturasen. El resultado fue tan positivo que Calician trabajó para atraer comunidades de celegianos a Byllura, consiguiendo que miles de estos seres se asentasen en la capital, Hestobyll; si bien ningún celegiano superaba a Uno en sus trabajo. Calician usaba a Uno como "pregonero", de modo que enviase mensajes telepáticamente a todos los otros habitantes de la ciudad; y, como quiera que esos mensajes venían de Dromika, Uno servía de repetidor y transmitía órdenes absolutas.

Inspirado por las telarañas de las arañas jornisae, Calician creó una red de celegianos: La telepatía de un único celegiano tenía sólo un kilómetro de alcance pero, combinando a varios celegianos que se enviaban informes unos a otros, se cubría mucho terreno. Esto permitió descartar y reemplazar la mayoría de sistemas de seguridad y comunicaciones; Calician temía que un modo secundario de difusión de datos pudiese caer en manos de posibles disidentes.

Algunos ciudadanos podían demostrar una fastidiosa fuerza de voluntad, así que Calician organizó un cuerpo policial de Unificadores, usuarios de la Fuerza que reforzaban las órdenes transmitidas por los celegianos con su propia persuasión contra personas individuales. Estos seres, de varias especies, usaban porras rojas y uniformes, algo que los gemelos veían innecesario. Calician razonaba que los gemelos no veían nunca a los Unificadores y por ello no comprendían la necesidad de transmitir su autoridad visible. El krevaaki había obtenido tal metáfora a partir de una de sus obras sobre modos de alcanzar el ápice del poder. Los Unificadores y los civiles recibían sus órdenes por telepatía, con lo que no necesitaban comunicadores personales.

Era opinión de Calician que su mundo, Byllura, fuese tan atractivo como venenoso: La gente que visitaba Byllura solía quedarse, aparentemente por su voluntad, pero más bien porque los sith controlaban las mentes de todos en el planeta. El puerto espacial de Hestobyll pasó a ser habitado por humanos y alienígenas con expresión ausente y paso lento.

Calician daba sus órdenes desde un estrado, pero era eralmente sólo un intermediario. Dromika daba órdenes al "aspecto regente", simplemente diciendo qué iba a suceder, y Calician lo repetía. Inicialmente el ego y voluntad de Calician, incluso su ambición, habían supuesto un sutil impedimento en este flujo de transmisión, pero eso se resolvió por el trato continuado: De un modo que el krevaaki no había previsto, su propia voluntad estaba desapareciendo. Calician, lo poco que quedaba de él, intentaba consolarse pensando que los sith eran un ideal digno del autosacrificio, o en su caso del sacrificio de la identidad.

Pero Calician había conseguido su propósito: Su territorio, la Diarquía, era una de las potencias sith del sector. La Diarquía limitaba con el territorio de varios otros lores, siendo la frontera más ancha la que daba al Daimanato. Calician se había comunicado varias veces por holograma con el lídre del Daimanato, el solipsista Lord Daiman, que estaba convencido de haber creado el universo como divertimento propio. Calician concluyó que Daiman no entendía a los gemelos y por lo tanto, siguiendo su modo de actuar, los ignoraba en vez de intentar aniquilarlos o aliarse con ellos; esto era venturoso porque, según Calician, la Diarquía no tenía activos para enfrentarse militarmente al más poderoso Daimanato.

Por supuesto ése era un punto de mejora que Calician intentaba subsanar. El krevaaki organizó a sus ciudadanos-esclavos para que construyesen catorce naves de guerra en muelles secretos en Byllura, un proyecto que duraría de 1037 a 1032 ABY. Cada una de las naves acomodaba un celegiano usuario de la Fuerza y doblegado por adeptos sith para convertirlo en un maestro de persuasión. La idea de Calician era que estos celegianos, protegidos en el núcleo de cada nave, aseguraban que la letra de las órdenes fuese obedecida y, en cuanto un enemigo se acercase a medio kilómetro de una de estas naves-cerebro, ese enemigo pasaría a desertar y unirse al bando diarca.

Por supuesto, para someter a los celegianos, Calician tuvo que usar a los Unificadores y amenazas dirigidas a otros prisioneros; y eran necesarios Cuidadores especializados para llevar a los celegianos a sus naves. Incluso así, Calician sabía que su flota no bastaba para conquistar el Daimanato y planeaba sólo tomar los sistemas planetarios de retaguardia de Daiman en algún momento en que éste distrayese a sus flotas en otra zona.

Durante los ocho años que Calician dominó Byllura, todos los habitantes fueron controlados mentalmente por Dromika, pero en el caso de Calician, la posesión era constante y tuvo diversos efectos secundarios. Calician apenas podía mover sus propias extremidades por sí mismo, aunque sus fuerzas se renovababan cuando él no era él mismo. Peor todavía, Calician no sabía con certeza qué recuerdos eran suyos y cuáles no, así que desconfiaba de su propia memoria: Creía recordar que le gustaba el mar, pero no porqué; ni tampoco porqué los movimientos de un celegiano le resultaban repulsivos.

Calician también recordaba que Byllura era grata al ojo orgánico y que le había impresionado mirar la grandiosa ciudad de Byllura cuando había llegado, de nuevo sin comprender la causa. Recordaba haber combatido contra varios jedi, pero ya no recordaba los combates realmente. Incluso consideraba que la habilidad telekinética, que él mismo había tenido años atrás, era algo extraño. Tenía que esforzarse para reconocer su propio reflejo. Insistía en querer creer que gracias a su sacrificio había alcanzado cotas mucho más altas que la mayoría de plebeyos krevaaki, pero no recordaba cuáles eran exactamente sus logros.

Durante los ocho años que Calician dominó Byllura, del 1040 al 1032 ABY, el planeta no fue visitado por ningún jedi. Eso estaba a punto de cambiar.

La jedi humana Kerra Holt operaba en el sector Grumani, concretamente en el Daimanato. El saboteador bothan Narsk Ka'hane, que en ese momento había vendido sus servicios al rival de Daiman, Lord Odión, había sido capturado por Daiman pero había logrado escapar gracias a Holt; ella se había cobrado sus servicios en información. En una maniobra político-militar, Daiman preparó un cebo para Odión comprando un arxeum (un colegio lleno de estudiantes de ingeniería) a otro sith, el quermiano Lord Bactra, y preparó el intercambio en Gazzari, previendo que Odión iría allí a impedirlo.

Como contramedida, Daiman contrató a varias unidades militares, incluyendo varios grupos de mercenarios como la Brigada de Rusher. Sin embargo, la batalla de Gazzari fue una masacre, en parte porque Odión utilizaba armas muy destructivas. Durante el enfrentamiento, Ka'hane reveló que trabajaba para otro lord sith, concretamente Vilia, y envió un mensaje a todos los sith para que centrasen sus ataques en la zona controlada por Bactra; Vilia había decretado que Bactra ya no era útil.

Odión y Daiman detuvieron su enfrentamiento y ordenaron a todos sus agentes atacar la capital de Bactra, Jutrand. Odión y Daiman aplazaron su conflicto para atacar conjuntamente Jutrand, la capital del Bactranato. Calician también recibió el mensaje, pero él consideraba que la Diarquía estaba demasiado lejos para participar en ese ataque. Sin embargo, cuando Daiman movió sus fuerzas, lo hizo al coste de dejar desprotegida la frontera entre la Diarquía y el Daimanato, algo que Calician vio como una ocasión para atacar a Daiman.

Durante la batalla de Gazzari, Holt rescató a los niños del arxeum y convenció al líder mercenario Brigadier Jarrow Rusher para que le permitiese cargar de refugiados su nave, Diligencia. Rusher decidió que el mejor destino era Byllura, un principado sith que, según los rumores, estaba regido por niños (La información no fluía libremente en un sector dominado por facciones sith).

Ka'hane también recibió orden de Vilia de viajar a Byllura y manipular la situación política de la Diarquía, que también había sido juzgada indigna. En poco tiempo, Byllura sería invadida por la flota de una hija de Vilia, Lord Arkadia; pero Ka'hane debía preparar la situación. El bothan llegó a Byllura sin ser detectado, pilotando un caza con capacidades de sigilo. Encontró entonces el sistema de videovigilancia previo a la red celegiana, instaló un transmisor secreto para estar informado e incluso para emitir si era necesario, y después de eso viajó a un terreno alto sobre las cataratas para monitorear los eventos inminentes.

Al día siguiente, Byllura tuvo visitantes lo cual sorprendió a Ka'hane y a la Diarquía. Dromika percibió rápidamente la llegada de nuevos "aspectos" y encargó a Calician su "asimilación". El krevaaki ordenó a Uno poner en alerta las estaciones defensivas e informar de inmediato de la llegada de cualquier nave. En cuanto Diligencia salió del hiperespacio, Uno repitió a Calician los informes de los centinelas orbitales.

Calician advirtió a los cazas orbitales para que no intentasen detener o comunicarse con el recién llegado, aunque aceptaron las transmisiones. Así Calician supo que el capitán del Diligencia justificaba su presencia porque quería entregar refugiados de la batalla de Gazzari. El krevaaki razonaba que Daiman no habría permitido escapar a su mano de obra mientras tuviese naves que pudieran impedirlo, lo cual sugería que efectivamente Daiman había dejado desprotegida una buena zona del Daimanato. Animado hasta poder sentir las puntas de sus tentáculos, Calician se aseguró de que el control del puerto espacial les asignase un muelle de atraque concreto.

El bothan, mientras tanto, recuperó la iniciativa e intervino la comunicación con la nave, con lo que descubrió que su antigua aliada in extremis Holt estaba a bordo.

En cuanto Holt bajó de la nave, comprendió rápidamente que un sith estaba usando la Fuerza para imponer su voluntad a toda la población, y ordenó detener el desembarco de refugiados. Uno percibió esto e informó a Calician y a Dromika. Antes de que el krevaaki tomase medidas, la niña controló el cuerpo de Calician y le obligó a subir a su tarima para dar una orden: El regente envió operativos al muelle para llevar a los refugiados a un centro donde se les asignarían domicilios. Calician hizo que Uno organizase también la carga de celegianos en las naves de guerra. De pronto, toda la población empezó a moverse a gran velocidad, y los Unificadores se presentaron para "animar" a los rezagados.

Pero las transmisiones telepáticas de Uno fueron percibidas por Holt, que incluso supo reconocerle como celegiano. Ella dedujo la estructura de la red de celegianos, y también encontró un silo donde podrían retener a un celegiano. El Diligencia despegó en un intento de evacuar a su gente sin sufrir daños, pero los Unificadores capturaron a un tripulante, el duro Beadle Lubboon, y a una de las niñas, la sullustana Tan Tengo. Holt se reveló como jedi rechazando a los Unificadores en un intento de rescatar a sus amigos. Ella siguió el rastro de los Unificadores hasta el edificio donde estaba La Galería.

Calician, que monitoreaba la zona, se sorprendió al comprender que ella era un jedi. Dromika ordenó que el "aspecto regente" dijese cómo se destruía un jedi, y Calician, que intentaba obedecer, reconoció que no lo recordaba. Dromika, enfurecida, encargó a Calician que destruyese a la jedi directamente. Calician tomó un bláster y seis sables láser cortos en sus seis tentáculos superiores y tomó un turboascensor para ir a un nivel inferior del edificio. Mientras se deshacía de su toga, Calician comprendió que tenía habilidades de combate que nunca había dominado gracias a que Dromika le estaba controlado.

Kerra entró en la fortaleza de la Diarquía mientras las tres primeras naves de la flota de Calician avanzaban hacia la órbita. La red celegiana intentó influenciar telepáticamente a Rusher y, cuando éste comprendió lo que sucedía, guardó las distancias, pero se negó a abandonar Byllura mientras tuviese hombres en tierra (en este caso, Lubboon). Holt mientras tanto encontró a Uno en la fortaleza, y consiguió interrogarle. Cuando Holt preguntó a Uno quién le estaba controlando, Uno reveló la figura de un sombrío krevaaki, pero también reveló que otra persona estaba controlando a su amo.

Holt también averiguó que los celegianos estaban controlando la flota, y que la voluntad de Uno estaba tan dañada que sólo podía obedecer órdenes. A regañadientes, Holt ordenó a Uno que enviase a todos los centinelas a sus barracones, y a todos los ciudadanos a sus casas (para sabotear la operación militar de despliegue de flotas); que hiciese llevar a todos los presos duros y sullustanos al muelle de speeders (para tener ocasión de liberar a sus amigos); y que Uno dejase de enviar mensajes (para sabotear la red celegiana).

Holt recibió entonces en su comunicador un mensaje de Ka'hane: "Divide y vencerás". El bothan añadía que tenía orden de enviar esa frase, pero no le dijo que Vilia era quien le había dado tal orden. Sin esperar respuesta de Holt, Ka'hane subió a su caza y abandonó Byllura para reunirse con la flota de Arkadia. Holt se despistó, mirando a su alrededor en busca de Ka'hane.

Entonces Calician bajó del ascensor y vio a Holt desprevenida. El krevaaki habló para revelar su presencia y disparó a Holt por la espalda. Ella se agachó, de modo que el disparo sólo rasgó su chaqueta. Holt saltó sobre una silla derribada y Calician se permitió un momento para mirar al celegiano: Recordaba que lo odiaba, pero pospuso el dañarle. Holt usó su telekinesis para lanzar la silla a Calician e intentó a la vez hablar con él para extraerle información; pero Calician no respondió. En vez de eso, Calician serpenteó entre obstáculos para intentar alcanzar a Holt por la ruta más corta y arremeter contra ella. Holt esquivó y decidió ubicarse frente a la cámara de gas del celegiano.

La jedi razonaba que su enemigo no se arriesgaría a romper el cristal de ese vivero, porque entonces el gas cianógeno se extendería por la sala y mataría a todos los presentes. Pero Calician no era tan perspicaz en ese momento y simplemente arrojó uno de sus sables. Holt esquivó pero deflectó el arma arrojadiza con su sable. Calician lanzó un segundo sable apuntando muy por encima de la cabeza de Holt, y ella tuvo que hacer un esfuerzo para detenerlo. Ella explicó entonces porqué el krevaaki corría peligro con esa estrategia. Calician pensó un instante, recordó que él no era autodestructivo y, aunque estaba dispuesto a morir para detener a Holt, decidió que era mejor no hacerlo así. Calician hizo un gesto a Holt para que peleasen lejos de la cámara del celegiano y ella aceptó, saltando desde donde estaba sin abandonar su posición defensiva.

Con 4 sables láser en sus tentáculos, Saaj fustigó adelante y atrás. Holt se abalanzó poderosamente hacia abajo, destelleando con su propio sable para jalar su arma hacia arriba y chamuscar las antenas faciales del krevaaki. El celegiano avanzó de nuevo, pero Holt esquivó saltando ágilmente a la derecha. Calician tuvo que girarse para seguirla, pero cuanto más se giraba él, más se movía ella; y al avanzar en círculo, él solía podía lanzar dos sables contra Holt en cada golpe. Gruñó de insatisfacción, y entonces decidió girarse hacia la izquierda en un intento de sorprender a Holt.

Ella probablemente había previsto la maniobra, porque se lanzó hacia dentro, agarró con su mano libre un tentáculo desarmado de Calician y tiró de él. El krevaaki cayó al suelo, desequilibrado, y en ese momento Holt le cercenó la extremidad capturada. Cuando se recuperó, Calician se sorprendió al ver su tentáculo en manos de la mujer, pero no sentía dolor. Él reconoció el miembro como uno de los de su caparazón medio, que unas horas antes él había sido incapaz de notar. Ahora bien, era también una prueba de las capacidades de la jedi: Ella podía destruir a Calician antes de que él la destruyese.

Calician escogió escabullirse hacia atrás de camino al ascensor, razonando que él podría vencer a Holt si Dromika le controlaba desde más cerca. Dirigiéndole la palabra a Holt de forma coherente por primera vez, Calician le dijo que sabía que ella estaba buscando niños, y que encontraría niños si le seguía. Sin embargo, no compartieron viaje en ascensor: Él se aseguró de que las puertas se cerrasen antes de que ella entrase.



Kerra Holt contra Saaj Calician

Temiendo que el krevaaki hubiese dejado una trampa en ese ascensor, Holt le siguió tomando el turboelevador de servicio y, al llegar al siguiente piso, fue recibida por droides-niñera con actitud homicida. Holt les detuvo con facilidad, lanzándolos en pedazos a través de la ventana; y al hacerlo, reveló a la tripulación del Diligencia dónde estaba ella exactamente. Rusher puso rumbo allí para ir a recogerla.

Holt mientras alcanzaba la sala del trono, donde estaba la tarima y una esfera que protegía a los niños en su interior. Holt no vio a Calician, hasta que éste se movió cuando Dromika le ordenó hablar con el "aspecto jedi". Calician presentó a los niños como gobernantes de la Diarquía y, comprendiendo que había olvidado su propio nombre, se identificó sólo como el regente.

El krevaaki explicó a Holt cómo funcionaban las mentes de los gemelos porque, según ellos razonaban, eso haría que Holt se doblegase y fuese asimilada. Holt sin embargo estaba enfurecida porque hubiesen esclavizado a los celegianos, que Calician veía como meras herramientas. El krevaaki exaltó su propio rol en la Diarquía, cosa que disgustó a los gemelos, y Holt sugirió que la Diarquía también podría percibir a Calician como una mera herramienta.

Tal idea enfureció a Calician, pero él trató de olvidarlo intentando someter a Holt. Ella expresó su reticencia y se preparó para ser atacada por Calician; pero los gemelos la atacaron directamente. El poder sugestivo de Dromika bastó para hacer que Holt se arrodillase, y después que cayese a gatas, soltando su arma.

Dromika ordenó a Calician ejecutar a Holt. El regente, saboreando el momento, alzó sus cuatro armas y comprendió que no las estaba alzando él. Calician volvió su atención a Dromika y exigió que le liberase del control para que él pudiese matar a la jedi por sí mismo. Dromika no lo hizo. Indignado, Calician dirigió a Dromika el poder síquico que él solía usar en nombre de ella.

Ese momento permitió a Holt recuperar parciamente el control sobre sí misma: Ella se arrojó al suelo, llamó telekinéticamente a su sable entre los tentáculos que Calician usaba como piernas, lo encendió y privó al krevaaki de uno de sus puntos de apoyo. Calician, doblándose de dolor cayó al suelo entre gritos y soltó sus armas.

Holt logró levantarse y empezó a correr en círculos alrededor de los niños, lanzándoles los escombros que encontraba. Calician mientras tanto apenas era capaz de percibir su entorno. Holt saltó sobre los niños para atacarles, y en ese momento el Diligencia embistió la ventana con uno de sus cañones. Por desgracia, no podían darle una rampa para acceder.

Calician intentó levantarse sobre los versátiles tentáculos que le quedaban, con un único sable encendido, y Dromika tomó otro en su mano infantil. Holt vio que tenía dos enemigos activos, y no sabía con certeza si Dromika podía esgrimir con propiedad. La jedi lamentó entonces no haberse tomado un momento para matar al krevaaki. Ella decidió saltar por la ventana y aterrizar espectacularmente sobre el casco de la nave pero, antes de hacerlo y recordando el consejo de Ka'hane, decidió agarrar a Quillan por sorpresa y llevárselo consigo.

Sin Quillan a su alcance, Dromika era incapaz de distinguir una presencia de otra y, si no le veía, tampoco podía buscarle. Ella se desmayó, y Calician empezó a recuperar el control de sí mismo y sus propios recuerdos (por ejemplo, su nombre). Pero estaban pasando otras cosas: Por ejemplo, Holt y Quillan subían a bordo del Diligencia y ella explicaba a Rusher quién era su nuevo pasajero.

Calician tenía problemas más acuciantes: En cuanto la primera flota había despegado hacia el Daimanato, los trabajadores de los astilleros habían empezado a construir nuevas naves siguiendo las órdenes; pero, con la interrumpción de la red celegiana, y sin Uno ni los gemelos dando las instrucciones adecuadas, los expertos en moldear metal no fueron enviados a sus puestos de trabajo. En seis puntos de Hestobyll, moldes llenos de duracero fundido desbordaron y causaron graves explosiones. Calician preveía que tres fábricas de municiones habían sido destruidas de modo similar. Los otros celegianos de la red se rebelaron, y la población dejó de trabajar.

Calician se retiró a la sala de control donde estaba Uno, y activó siete monitores de seguridad anticuados. Observó que varios aspectos críticos del núcleo encaminador de mensajes se habían perdido, y dedujo que Vilia enviaría agentes a acabar con él por su fracaso al controlar la Diarquía (Lo que no imaginaba es que Vilia había saboteado su gobierno y causado su caído).

En busca de una pequeña satisfacción final, Calician contactó por holograma con el Diligencia. Rusher aceptó la transmisión, y un holograma del krevaaki apareció ante él, Holt y Quillan. El niño chilló desorientado, y Holt identificó al krevaaki como el regente, cuyo nombre ella desconocía. Calician pronunció su nombre con orgullo, aunque trabucándose, y Holt comprendió que era un logro por parte de él.

Calician contó tristemente a sus adversarios los detalles que causaban la perdición de Byllura y, entre explosiones, pidió a Holt que ejecutase a Quillan. Holt propuso a Calician que liberase a los celegianos y el krevaaki, crípticamente, dijo que sería lo último que haría y que "la viuda nobiliaria" le juzgaría. Calician cortó la comunicación sin esperar respuesta.

Para entonces ya estaban llegando las enormes naves de guerra de Lord Arkadia, incluyendo su nave insignia Nuevo Crisol. Arkadia se aseguró de que Calician fuese ejecutado, condenándole por ser la mente maestra que había construido y mantenido el sistema de gobierno local y que, por tanto, hizo posible todo el daño causado por Quillan.

Holt se reunió con Lord Arkadia poco después, e inicialmente creyó que ella era la viuda nobiliaria a la que Calician se había referido; intrigada, incluso preguntó a uno de los seguidores de Arkadia si ella era viuda. Holt también preguntó a Arkadia por el destino final de Calician, y lamentó oír que hubiese muerto.

Finalmente, Vilia obtendría personalmente el control sobre Quillan y Dromika. Mientras el Arkadianato se tambaleaba, Vilia hizo que sacasen a Dromika del planeta para alejarla de su hermano, puesto que juntos eran un peligro; pero también de posibles oportunistas como Calician o Arkadia que intentasen abusar del poder de los gemelos.


Curiosidades del personaje

 
"He orquestado todo esto. Lo he construido para vosotros" (Saaj)

Saaj Calician aparece por primera vez en "Star Wars Kinght Errant" una novela de John Jackson Miller que se publicó en enero de 2.011. El personaje aparece también en el comic del mismo título y en 2.012 se le incluyó en el libro guía "The Essential Reader's Companion" donde se presenta con una ilustración del artista Jeff Carlisle.

John Jackson Miller, publicó un artículo al respecto de la citada novela en Faraway Press. Había varias referencias a Calician que, según Miller, se pronuncia "kah-LEE-shen" y cuyo nombre eligió aposta para que sonase similar a "Celegian" (celegiano en inglés).

En ese mismo artículo, Miller explica que Calician es un cliché de sith egomaníaco, con la diferencia de que su voluntad ha sido aplastada consistentemente durante años y, al mismo tiempo, tiene su propio sentido de identidad que le permite resistir el poder de Dromika. En ocasiones Miller usa el punto de vista de Calician de modo intradiegético para contar la historia (Aunque el narrador use la tercera persona, en realidad está hablando a través de los ojos de un personaje).

En general Miller usaba a los tres protagonistas (Kerra Holt, el Brigadier Rusher y Narsk Ka'hane) pero, a la hora de describir Byllura, no quería usar a Ka'hane para no estropear la sorpresa de su participación entre bastidores, y además le permitía usar a un personaje que explicaba lo que estaba pasando en Byllura, y lo que supone ser constantemente manipulado por la Fuerza, de un modo que ningún otro podría ofrecer. Ahora bien, en cuanto la Diarquía cae, Miller abandona a Calician como narrador antes incluso de acabar con su vida.

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