LO QUE SE PIERDE A VECES SE ENCUENTRA
En el Templo Jedi se recibe la señal de posicionamiento de la nave Jedi desaparecido 10 años atrás y el maestro Plo Koon es enviado, junto con sus hombres, la manad de lobos del 104 Batallón, para que lo investigue. El destino del grupo es Oba Diah una pequeña luna barrida por fuertes vientos y con escasa visibilidad que, aunque se lo ponen difícil, no impiden que den con los restos de la nave que identifican cono una lanzadera T-6 con la matrícula 775519.
En el interior de la nave no encuentran ningún cuerpo, solo un sable Jedi que el maestro Koon recoge ordenando que todos los restos, incluso el más pequeño, sea recogido para llevarlo a Coruscant. Despés, tras dar las órdenes oportunas, contacta con el Consejo Jedi y confirma que los restos y el sable, que les muestra, pertenecen al Maestro Sifo-Dyas.

Plo Koon con el sable de luz del maestro Sifo-Dyas encontado en Oba Diah
La noticia coge a todos por sorpresa y se inicia un serio debate. Se sabe, por lo que en su día le dijeron los clonadores kaminoanos a Kenobi, que Sifo-Dyas ordenó la creación del Ejercito Clon al margen del Consejo, y del Senado, y que debió tener alguna relación con el aprendiz Sith Lord Tyranus ya que este fue el que consiguió el patrón genético de Jango Fett para la clonación.
Windu recuerda que Sifo-Dyas fue miembro del Consejo y que antes del bloqueo de Naboo sus ideas fueron rechazadas por ser muy extremistas y Koon destaca que propugnó la creación de un gran ejército algo que ellos rechazaron. Encontrar su nave y no su cuerpo, y saber como y con que intención ordenó la creación de los clones se vuelve prioritario y se decide investigar el asunto.
Varios miembros del Consejo hablan con Jocasta Nu, guardiana de los archivos Jedi, que les cuenta que según los registros Sifo-Dyas murió en Felucia en una misión con la que se quería pacificar a las tribus locales sin embargo no pude decirles nada sobre esa misión ya que los archivos fueron bloqueados por la Oficina del Canciller Supremo. Al escuchar esto Yoda ordena a Obi-Wan y a Skywalker que viajen a Felucia para investigarlo y anuncia que el mismo hablará con Palpatine para que abra los archivos.

Jocasta Nu con la ficha de Sifo-Dyas
Yoda se reúne con Palpatine y le habla de Sifo-Dyas pidiéndole que le cuente lo que sabe, pero sin rebelarle cuales son sus motivos. El Canciller Supremo, que dice no reconocer el nombre del misterioso maestro sugiere a Yoda que hable con Finis Valorum ya que fue bajo su mandato cuando se ordenó la misión en Felucia.
Cuando sale del despacho de Palpatine Yoda recibe una holocomunicación desde Felucia y Kenobi le cuenta que las tribus locales, que hablan un extraño y primitivo dialecto que es difícil de interpretar, les han confirmado que Sifo-Dyas murió allí y que su cuerpo fue incinerado, pero también que estaba acompañado por un Jedi al que, por lo complicado del lenguaje, no han podido identificar.
Siguiendo la sugerencia del canciller Yoda se reúne con Valorum que le confirma que fue quien pidió a Sifo-Dyas que realizase una misión secreta de suma importancia. Se trataba de controlar al Sindicato Pyke uno de los grupos vinculados con Cartel de la Especia cuya lucha con otros grupos criminales podía en peligro incluso la estabilidad de la Capital al socavar los subniveles de esta.

Yoda visita al antiguo Canciller Supremo Finis Valorum en su residencia
Valorum excusa la ocultación al Consejo por motivos de seguridad y afirma que Sifo-Dyas no pudo terminar la misión que le encomendó ya que fue llamado por el Consejo para solucionar el tema en Felucia donde perdió la vida. Tras escuchar el relato Yoda le pregunta por el Jedi que acompañaba a Sifo-Dyas y Valorum le responde que sólo lo envió a él y a un ayudante suyo llamado Silman, desaparecido desde entonces.
Lejos de allí Darth Sidious contacta con Dooku y tras contarle que los Jedi están tras la pista de Sifo-Dyas le ordena que descubra que cabos dejó sueltos y los ate. Hecho esto se pone serio y tras afirmar que esa no es la primera vez que le falla, para recordarle cual es el castigo que le espera si lo repite, usa la Fuerza para ahogarlo y elevarlo del suelo. El Maestro Sith, esta a gran distancia, pero su poder es tal que puede acabar con Dooku sin embargo decide soltarlo y cortar la comunicación.
En los registros los Jedi revisan la ficha de Silman y envían los datos a Skywalker y Kenobi que reparan en un collar que lleva y que lo identifica como ayudante del Canciller. Es necesario saber que ha pasado con el ayudante y conocer la identidad del otro Jedi de modo que les ordena que se pongan en contacto con los Pyke y los interroguen.
Kenobi y Skywalker llegan a Oba-Diah y se entrevistan con Lom, líder del sindicato Pyke que lo niega todo. Anakin pierde la paciencia al ver que Lom lleva el collar de Silman y le exige que le cuente la verdad. Lom, que no quiere enemistarse con los Jedi y que tiene un as en la magna se ofrece a contárselo todo si los dejan al margen.
Lom les cuenta que Lord Tyranus los contrató para que matasen Sifo-Dyas y que así lo hicieron derribando su nave. Al llegar a los restos encontraron al Jedi y a Silman y, aunque entregaron el cuerpo del Jedi a Tyranus como prueba de que habían cumplido el trato, no le dijeron nada del otro pasajero al que aun conservan como seguro.
Los Jedi piden ver al preso y Lom se lo concede sin embargo no consiguen información de él ya que Silman, encerrado en solitario durante años, esta loco y se limita a decir cosas sin sentido hasta que una misteriosa fuerza lo alza en el aire y lo ahoga hasta matarlo. Cuando Kenobi y Skywalker se dan la vuelta ven que Dooku está a su espalda y los tres se enzarzan en un duro duelo que los lleva por las instalaciones hasta que se topan con Lom y sus hombres.

Dooku (Lord Tyranus) se enfrenta con Kenobi y Skywalker
Para extrañeza de los Jedi Lom reconoce a Dooku como Lord Tyranus y este lo admite diciéndole a Kenobi que debió unirse a él y aceptar su visión tal como hizo Sifo-Dyas. Lom ordena disparar sobre Tyranus pero este usa la Fuerza para derribar a sus hombres y, cuando se ve acorralado se lanza al vacío cayendo sobre un gran trasporte. Kenobi usa la Fuerza para impulsar a Anakin y que este pueda alcanzar el transporte que ya se aleja y el joven Jedi lo consigue. Dooku, no quiere retrasarse más y usa su sable contra el casco del transporte haciendo que empiece a caer y salta a su nave a la que ha llamado antes y cuyo piloto droide ha llevado hasta allí.
Tras conocer los hechos vía holomensaje el Consejo Jedi decide ocultar el asunto tanto al público como al Senado ya que si se sabe que Dooku, un antiguo Jedi es ahora un Sith y que fue él quien ordenó la creación de un ejército para sus enemigos el caos sería completo. Yoda sostiene que los clones son valientes y les han salvado la vida muchas veces y apuesta por redoblar los esfuerzos bélicos y ganar la guerra antes de que los Sith consigan completar su plan, sea este el que sea. Windu le pregunta si están tomando la decisión correcta y Yoda le responde que no elige la correcta sino la única posible.
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