UN PEQUEÑO CAMBIO ES UN GALAXIA DE ESPERANZA
Al revisar la bomba del invernadero que acaban de desactivar uno de los clones comprueba que no tenía el vial del virus en su interior y suponiendo que ha sido el androide conejo el que se lo ha llevado en su huida inicia su búsqueda. El astuto androide esquiva una patrulla y consigue llegar a la sala de montaje de las bombas y tras poner el virus en una de ellas la detona.
El virus se empieza a esparcir por el laboratorio y Ahsoka y sus clones corren para ponerse a salvo en una sala hermética. Cuando llegan allí las puertas están a punto de cerrarse y la joven las mantiene abiertas hasta que todos entran pero lamentablemente una parte del mortífero virus entra con ellos y tanto ella como los clones quedan infectados y empiezan a mostrar los primeros síntomas del virus.
Jar Jar y Amidala están en la otra parte del laboratorio protegidos por sus trajes y Anakin y Obi-Wan están evacuando a Vindi en una lanzadera. Al oír la explosión Skywalker se comunica con Ahsoka que le pone al corriente de lo sucedido. Enfurecido el joven amenaza con su sable al científico y le exige que le diga como fabricar un antídoto pero no consigue nada.
Anakin usa su sable para amenzar a Nuvo Vindi
Cuando aterrizan en Theed el capitán Typho tiene buenas noticias. Tras revisar diversa documentación ha encontrado una posible cura. Se trata de un preparado que se hace con la raíz de una enredadera que solo crece en las mil lunas de Iego. La zona esta en medio de los dominios separatistas pero eso no arredra a los dos Jedi que parten de inmediato hacia allí en el Twilight.
Amida y Jar Jar se reúne con Ahsoka y los suyos y se reparten por el laboratorio. Los androides de batalla que han sobrevivido tratan de abrir las escotillas para que el virus se extienda fuera de la base y deben impedirlo. En uno de los enfrentamientos Amidala tiene que proteger al gungan y al hacerlo uno de los tubos de su traje se suelta haciendo que también ella se infecte.
Cuando llegan a Iego los Jedi descubren que su orbita está llena de chatarra y restos de naves y al aterrizar en la ciudad de Cliffhold son recibidos por un montón de androides de batalla. Skywalker se lanza sobre ellos y acaba con varios pero ninguno dispara así que Obi-Wan le ordena detenerse. Ambos comprueban asombrados que los droides han sido modificados. Sus cabezas han sido cambiadas, sus cuerpos pintados y cada uno de ellos ha sido personalizado con una función de servidumbre diferente.
El responsable de los cambios es un joven llamado de 10 años llamado Jaybo Hood que les cuenta que reprogramó a los dorides cuando los separatiastas se marcharon de la zona. Cuando le preguntan donde pueden encontrar la raíz que están busando Jaybo les dice que la planta esta por todas partes pero que da igual si la encuentran o no porque nunca podrán dejar el planeta. El espíritu de Drol, el fantasma de la mil lunas, derriba todas las naves que intentas salir de Iego y los pilotos más hábiles han muerto intentándolo. "Eso explica los restos que cubren la órbita del planeta" dice Obi-Wan pero duda de que algo así exista.
Anakin y Obi-Wan tienen que descender por un acantilado para hacerse con la raíz y aunque tienen que vérselas con las plantas carnívoras y con unos depredadores voladores llamados xandus consiguen hacerse con la base del antídoto.
Tanto el joven Jaybo como un oficial Quarren llamado Amit Noloff tratan de persuadir a los Jedi para que no abandonen el lugar pero estos no hacen caso. Ninguno de los dos cree que sea el espíritu de las mil lunas sea el que derriba las naves y están seguros que si algo sucede debe ser fruto de la mano del hombre.
Cuando salen del planeta un sistema de rayos defensivos proyectados desde una gran antena rebota en infinitos repetidores colocados entre los escombros y crean una red imposible de traspasar que obliga a los Jedi a regresar al planeta. Allí reciben una comunicación de Ahsoka y Padme que se corta a los pocos segundos pero que permite a la pareja informar que han acabado con todos los droides y que Naboo esta a salvo. Anakín ha visto que ambas están contaminadas y urge a su antiguo maestro a dejar el planeta.
Obi-Wan habla con uno de los famosos ángeles de Iego
Los Jedi se reúnen con el consejo de Iego, les dicen que no existe ningún fantasma y les informan que se trata de un ingenio dejado allí por los separatistas para que nadie pueda abandonar el planeta. Noloff y el resto no le creen y Obi-Wan pregunta si alguien ha habitado la zona antes de que el supuesto espíritu de Drol destruyese las naves. Una hermosa humanoide de piel fosforescente, uno de los famosos Ángeles de Iego, entra en la sala y dice que su especie habitó Millius Prime hasta que los separatistas los echaron.
Seguro de que el emisor principal esta en Millius Prime los dos Jedi se dirigen hacia allí con su nave y usan los cazas androides que ha modificado Jaybo para abrirse un pequeño hueco entre la red eléctrica. Eso les permite llegar a la luna y con varios disparos certeros sobre el emisor destruye la red defensiva y el cielo de Cliffhold se llena de explosiones.
Tras informar que Iego esta libre del bloqueo los Jedi se despiden del joven por el comunicador y ponen rumbo a Naboo donde entregan el antídoto a tiempo para salvar a los infectados. Tumbada en su camilla Amidala le dice a Anakin que se infecto porque Jar Jar no sabe usar un blaster y afirma que alguien tiene que enseñarle a disparar. Justo en ese momento pasa junto a ellos la camilla en la que trasladan a Rex que aun muy débil a causa del virus exclama "Yo no pienso enseñarle general".
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