FALLAR CON HONOR ES MEJOR QUE TENER ÉXITO CON FRAUDE
Tras ser drogados en la fiesta, al parecer de nada les sirvió cambiar sus vasos, Obi-Wan y Anakin despiertan en una celda de la base pirata weequay de Florrum con grilletes energéticos en sus manos y encadenados al Conde Dooku con el que no tienen más remedio que establecer un armisticio.
Hondo Ohnaka, el líder pirata, ordena a su lugarteniente, Turk Falso, que se ocupe de recibir al senador Kharrus que esta a punto de llegar con el pago del rescate. Hondo ha pedido a al república un cargamento de especia como pago por los tres cautivos. Espera venderla con grandes beneficios en el mercado negro pero Turk cree que podrían sacar mayores ganancias si entregasen a los prisioneros a los separatistas.
Hondo sabe que la república será fiel al trato, son gente de honor, y piensa que los separatistas no. Está seguro que una vez recibido el pago serian arrasados por el ejército droide y niega la posibilidad apuntada por Turk al que ordena que siga el plan previsto.
Turk se reúne con uno de sus hombres, un pirata que usa un parche, y le ordena que mate a los enviados de la republica antes de que lleguen a la base y se haga con el cargamento de especia.
El enviado cumple bien con su trabajo y la anzadera en la que viajan varios clones el Senado Kharrus y el representante Jar-Jar Binks es derribada y aunque el senador y los pilotos fallecen en el choque el resto sobrevive. Jar Jar ostenta el rango más alto de los supervivientes de modo que toma el mando de la operación.
La lanzadera estrellada en Doshar junto a os geíseres.
La nave ha caído en los campos Doshar, una zona del desierto llena de peligrosos géiseres ácidos entre los que deambulan unas extrañas criaturas cuadrúpedas. Las corrosivas emisiones son peligrosas de modo que tras entregar al senador el grupo se pone rápidamente en marcha.
Mientras todo esto ocurre los tres fugitivos tratan de escapan y aunque aunando sus esfuerzos consiguen llegar hasta el hangar allí son detenidos. Conducidos de nuevo a la celda Hondo les insta a no volver a escaparse y les avisa que si lo hacen lo pagarán muy caro.
Turk, al comprobar que su enviado ha derribado la lanzadera pero no ha recuperado la especia, se dirige con varios de sus hombres hasta Doshar y montados en swoops atacan a los supervivientes y se apoderan de la especia.
Jar-Jar ordena a los clones que se lancen al interior de un geiser y los piratas, que saben que la mortal oquedad no tardará en emitir su mortal fluido, los abandonan allí. El gungan ha observado que los extraños cuadrúpedos tienen un sexto sentido y están siempre junto a las bocas de lo géiseres y sólo dejan estas instantes antes de los estallidos. Así, cuando los piratas se marchan y ve que los cuadrúpedos se retiran, Jar-Jar ordena a todos que salgan.
El Gungan sabe que deben recuperar la especia ya que esta es su única arma de negociación y para alcanzar a los piratas ordena al grupo montar sobre los cuadrúpedos. Las extrañas bestias resultan ser mucho más rápidas de lo esperado y pronto alcanzan a sus enemigos y recuperan la especia.
Solo un pirata ha escapado, Turk, y nada llegar a la base habla con el líder weequay al que tras contarle los hechos “a su manera” le pide tanques para recuperar la especia y este se los concede.
Anakin, Kenobi y Dooku vuelven a escapar y aunque esta vez llegan más lejos vuelven a ser capturados por los piratas. Hondo está muy molesto con los Jedi y tras dejar solo en la celda al conde conduce a los dos Jedi a la sala de banquetes donde tras suspenderos de sendos haces de luz los somete a dolorosas descargas eléctricas.
Obi-Wan y Anakin torturdos en la sala de banquetes.
Los tanques llegan hasta el grupo de Jar-Jar que se presenta como el representante de la República. Un pirata le ordena subir al tanque para conducirlo antes su líder pero el gungan tropieza y organiza un gigantesco barullo que acaba con todos los tanques enemigos destruido salvo uno que, tras ser capturado, emplean para ir hasta la base pirata.
Durante la escaramuza con los tanques Jar-Jar ha destruido también unos postes de energía y eso ha hecho que la base pirata sufra un apagón. Aprovechando la confusión creada allí Dooku escapa de su celda y va en busca de una lanzadera mientras los Jedi, al quedar libres de su tortura eléctrica, usan la Fuerza para recuperar sus sables (se los arrebatan al kowakiano Pikk) y capturan a Hondo.
Poniendo su sable en el cuello del líder pirata los Jedi salen al exterior encañonados por los piratas y allí ven a Dooku partir en una lanzadera y a Jar-Jar llegar con los clones y la especia. Obi-Wan ordena a los suyos subir al Twilight (Crepúculo) y antes de partir libera a Hondo. El pirata, que esperaba ser llevado ante la justicia, agradece el honorable gesto de Kenobi pero el maestro Jedi le dice que tenga cuidado. Dooku no es nada honorable y sabe donde esta ubicada la base weequay.
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