"Debemos aprovechar su poder interior, es un conducto entre los vivos y los muertos." (Veris Hydan)
Ezra habla con sus amigos, les enseña la piedra que le dieron los lobos y, tras asegurar que el Imperio está haciendo allí algo malo en le Templo Jedi les pide ayuda para salvar los secretos que encierra. Sabine, que cree que los símbolos de la piedra tendrán sentido cuando la lleven al Templo, está de acuerdo en hacer algo, pero hay dos problemas; el Imperio lo custodia y está muy al norte y demasiado lejos de modo que llegar allí sin tener una nave será imposible.
El joven hace salir al grupo al exterior y, tras desplegar la Fuerza, se comunica con los lobos que acuden a su llamada y aceptan llevarlos hasta el Templo. Todos, incluido Zeb que se muestra temeroso, suben a las bestias que parten veloces hacia su destino.
Como ocurrió cuando traspasaron las cuevas los lobos usan su conexión con la Fuerza haciendo que todos caigan en una suerte de sueño en el que tienen visones del pasado con Kanan. Cuando despiertan ya están cerca de su destino y los lobos se marchan antes de entrar en el campo de visión de los Imperiales. El grupo cubre el resto del camino a pié llegando al Templo cuando la noche ya ha caído.

Visiones generadas durante el viaje a lomos de los lobos de Lothal
Observando la zona desde un montículo comprueban que los Imperiales han arrancado las puertas del Templo y que parece haber sido sellado. La operación no parece totalmente militar y hay un montón de objetos alineados de modo que el grupo decide que hay que echar un vistazo desde más cerca. Infiltrarse es la única forma de modo que tras dejar fuera de combate a dos scouts Imperiales Ezra y Sabine, vistiendo sus armaduras y montando sus motos jet, se infiltran mientra Hera, Chopper y Zeb los vigilan.
Tras aparcar sus motos los jóvenes se dirigen a uno de los artefactos y Sabine, al comprobar lo que tienen grabados en su superficie, concluye que deber ser un lenguaje de imágenes. Justo en ese momento aparece un ministro imperial con dos miembros de las tropas de la muerte que les reprocha que se hayan acercado a los objetos. El anciano, que al parecer está harto de que los soldados curioseen, les dice que es vital que no se toque nada ya que se podrían borrar las imágenes y estás son fundamentales para entender cómo funciona el portal.
Cuando el ministro se marcha con uno de los miembros de las tropas de la muerte el otro pide a los jóvenes sus códigos e identificación, pero Ezra, usando el truco mental, le dice que no necesita ver sus códigos y le ordena que olvide todo lo que ha sucedido. El Imperial, repite literalmente las palabras del joven y se aleja de ellos como si nada hubiese pasado.
Sabine se comunica con Chopper y le pide que intercepte y decodifique las trasmisiones Imperiales y cuando este lo hace todos escuchan como el ministro, que resulta ser Veris Hydan, informa al Emperador. Hydan ha estudiado las pinturas y los iconos del Templo y los ha comparado con los archivos Jedi llegando a la conclusión de que allí se esconde el secreto de los dioses de Mortis que permite la comunicación entre los vivos y los muertos.

Veris Hydan escoltado por dos miembros de las tropas de la muerte
El Emperador, que ha notado una gran perturbación en la Fuerza de Lothal desde que Kanan murió, insta a Hydan a concluir su misión cuanto antes ya que los secretos que allí se encierran podrían ayudarle a vencer a los enemigos que se están levantando contra él.
Tras recibir el consentimiento de Hera, que nota más presente que nunca el apoyo de Kanan, los dos jóvenes siguen investigando. Los imperiales están a punto de hacer un nuevo intento de apertura y Hydan ordena encender las luces y trazar un círculo de seguridad momento que aprovechan Ezra y Sabine para de cerca el gran mural que hay en la piedra.
Auque ellos no lo saben se trata de los dioses de Mortis, el Padre, el Hijo y la Hija, y al observarlos Sabine, gracias a sus conocimientos de arte, saca algunas conclusiones. La joven asegura que el mural parece ser un mapa y cree que la clave está en las manos izquierdas de los tres dioses que están abiertas o cerradas igual que en la piedra que trajeron los lobos. Junto el Hijo hay representados varios lobos de Lothal y en el hombro de la Hija uno de los pájaros sensibles a la Fuerza que siguieron a Ezra y Ahosoka en Atollon.
Sabine insta a Ezra a que usa la Fuerza para cambiar la configuración del mural según indica el patrón de la puerta y el joven se pone a ello. Mientras se concentra dos soldados llegan a la zona y Sabine les sale al paso y trata de convencerlos de que todo está correcto. La charla no va bien y Sabine decide dar tiempo a su compañero ofreciéndose para ir con los soldados al centro de mando y aclarar allí todo.

Sabine y Ezra ante el mural de los Dioses de Mortis
Sólo y sin distracciones Ezra pone su mano sobre la mano de la Hija y usa la Fuerza. El joven escucha una voz femenina que dice "Somos el presente el origen y el fin" y el mural cobra vida y cambia. La mano del Padre gira hasta colocarse junto a la del hijo y los lobos que hay al pie de este cobran vida y empiezan a moverse por la pared alejándose del mural. Ezra, ni corto ni perezoso, los sigue y comprueba atónito como unos metros más adelante empiezan a girar unos detrás de otros creando un círculo en la piedra que cuando el joven la toca descubre que se ha vuelto blanda.
Hydan al ver a los soldados con Sabine parece notar algo raro y sale a su paso. El ministro levanta el casco de la joven y al ver el rostro ordena que se de la alarma y que todo el mundo busque a su compañero.
Se encienden las luces y todos buscan a Ezra que es rápidamente localizado y rodeado. "El portal está abierto" grita Hydan y cuando Sabine le dice a su compañero que lo haga Ezra salta dentro del círculo y desaparece en el interior de la roca. El ministro ordena a sus hombres que lo sigan, pero cuando dos soldados tratan de hacerlo descubren que la roca ha vuelto a ser sólida.
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