"No nos rendiremos. No seremos sometidos por el miedo." (Hera)
Kanan y los suyos quieren contactar con Hera para coordinarse con ella si los Rebeldes deciden atacar Lothal sin embargo con el transmisor que tienen no pueden hacerlo. Sabine trata sin éxito de potenciar la señal y, aunque no consigue que el mensaje salga del planeta, si logra captar unas extrañas comunicaciones que proceden de una zona no muy lejana.
Siguiendo la señal en un landspeeder el grupo comprueba que se trata de un gigantesco Crawler del Gremio Minero (el número 4313-24) que está quemando la tierra en busca de material para el Imperio. Al inspeccionarlo con los macrobinoculares ven que el mastodóntico vehículo tiene una potentísima antena con la que si podrían enviar el mensaje de modo que deciden asaltarlo.
Lejos de allí en Yavin IV Hera asiste a una reunión en la que se informa que en un primer análisis no se han encontrado vulnerabilidades en el TIE Defensor Élite y que el caza es superior a todos los que poseen los rebeldes y por tanto invencible uno a uno. Al oírlo la avezada piloto asegura que deben atacar Lothal cuanto antes y acabar con las fábricas que los producen y asegura que los compañeros que ha dejado allí ayudarán en la tarea. Mon Mothma y el resto no lo ven factible y aseguran que deben meditar los siguientes pasos con mucha calma ya que ha cosas que la joven desconoce.
Hera está disgustada y Mon Mothma habla a solas con ella explicándole que el Imperio ha iniciado el “Protocolo 13” en Lothal un procedimiento por el que todas las tropas en el planeta son evacuadas. Al oírlo la joven decide interrumpir la reunión a puerta cerrada del Mando Rebelde y hace una exaltada arenga que termina con un “Y si fallamos al menos nuestras acciones mostrarán al Imperio y a toda la Galaxia que no nos rendiremos que no seremos sometidos por el miedo, que somos fuertes y que nos une nuestro valor. Es nuestro momento de atacar.”

Hera habla con Mon Mothma y con el Mando Rebelde
Sabine usa su mochila cohete para subir al vehículo minero y elimina dos droides de seguridad del Gremio permitiendo que Ezra, Zeb y Kanan suban al vehículo cuando Ryder los acerca a él con el landspedeer. Los cuatro se dirigen a la cabina que está en la parte más alta y neutralizan a su capitán, Seevor, (Operario 94-34) pero este consigue pulsar una alarma que tiene en su muñequera.
Un controlador Imperial contacta con el vehículo para saber por qué han pulsado la alarma y Ezra, imitando la voz del capitán, un siseante alienígena con aspecto de lagartija, trata de convencerlos de que todo va bien y que sólo han tenido un fallo mecánico. Su interlocutor, que se muestra suspicaz, le anuncia que mandará un equipo para que les ayude y corta la comunicación.
Sabine se pone a trabajar en el envío del mensaje ya que con el tipo de equipo que tiene el vehículo le va a llevar bastante tiempo. Ezra se queda con ella vigilando al operario que ha noqueado Zeb y este, junto con Kanan, se dirige a la parte trasera del vehículo ya que su joven amiga ha detectado que desde allí llega una suerte de señal extraña.
Cuando el Jedi y el lasat llegan a la zona trasera descubren que todos los trabajadores, entre los que se encuentra Vizago, son esclavos que están siendo controlados por un gigantesco y rudo capataz Trandoshano llamado Proach que los martiriza con látigo energético. No sin mucho esfuerzo Zeb y Kanan consiguen acabar con él trandoshano que cae al vacío durante la lucha y libres de él regresan al puente con los trabajadores.

Proach tumba a Zeb con una llave y se apresta a golpearlo
Dos cañoneras imperiales se dirigen hacia el vehículo minero y anuncian que van a abordar el vehículo para inspeccionarlo. Ezra cree que pueden quedarse con el vehículo sin lucha y traza un plan de engaño que consiste en encerrar al capitán en un cuarto y hacer que Vizago se haga pasar por él. Ezra y Kanan se ocultan para no ser vistos y Zeb se hace pasar por el capataz.
La maniobra sale bien y tras inspeccionar el vehículo los imperiales se marchan sin embargo cuando Sabine trata de enviar el mensaje para Hera el sistema no funciona. El capitán ha aprovechado su pequeño tamaño para huir por los conductos de ventilación y amenaza con destruir la antena y los motores si no se entregan al Imperio.
Aunque la idea no le gusta Ezra, que es el más pequeño del grupo, se mete en los conductos de ventilación y persigue al capitán con el que termina enzarzado en una dura lucha junto a los hornos. La habilidad de lagarto de su rival le da ventaja, pero su oponente, tras tener un tropiezo, termina precipitándose al horno y muriendo.

Seervo cae al horno del Crawler y muere quemado
Sabine recupera la antena y consigue mandar la señal recibiendo pronto la respuesta de Hera que les anuncia que el planeta será atacado en la siguiente rotación. El grupo recibe con alegría la noticia y todos se preparan para la lucha en la que pretenden usar el gran vehículo que ha quedará al cargo de Vizago y en el cual los antiguos esclavos han decidido ayudar de forma voluntaria.
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