"Por mi culpa el Imperio ha convertido Madalore en un cementerio." (Sabine Wren)
Sobre el terreno no hay rastro de los cuerpos de los guerreros Mandaloreanos y las ennegrecidas armaduras se pulverizan en cuanto alguien las toca. Sabine, que fue quien inventó el prototipo que Tyber Saxon acaba de emplear, llora al ver que por su culpa Manadalore se ha convertido en un cementerio sin embargo recupera algo de ánimo cuando su madre y su hermano aparecen heridos, pero con vida.
El aviso de la joven les dio el tiempo justo para alejarse del corto radio de acción del arma, pero la alegría dura poco ya que casi al instante aparece un nutrido grupo de comandos imperiales que han acudido para rematar la faena. A los atacantes se unen pronto tres cazas TIE sin embargo la llegada de un caza amigo, y la valerosa acción de Bo-Katan y Ezra usando sus mochilas jet para derribar dos de las naves imperiales, les permite retirarse de la zona.
Desde su base Tyber contacta con el Gran Almirante Thrawn y le muestra la grabación en la que el arma, llamada Generador de Arco, desintegra con sus rayos a los Mandaloreanos. Saxon explica que el pulso de energía que produce el ingenio es atraído por la aleación “beskar” de la armaduras Mandaloreanas calentándolas hasta vaporizar casi al instante a sus usuarios sin embargo no tiene efecto alguno sobre las de los soldados de asalto.

El Generador de Arco atraído por la aleación beskar de las armaduras Mandaloreanas
Thrawn está encantado con el resultado, sobre todo porque convierte una armadura legendaria por su eficacia en una debilidad incapacitante y eso es una bomba en la línea de flotación de la tradición Mandaloreana sin embargo esta muy descontento con el escaso radio de acción del ingenio. Los resultados no son los que le prometieron y el Gran Almirante, que tiene claro que ni Tyber ni sus expertos conocen como funciona el arma, le sugiere que aprese y utilice a su creadora, Sabine Wren, para mejorarla.
En el viaje de regreso Bo-Katan se enfrenta con Sabine y esta, tras explicar que creó el arma cuando era joven y arrogante, además de una fiel cadete imperial, jura que destruyó el prototipo y todos los planos. La joven no sabe como han reconstruido su Generador de Arco, pero si que su alcance puede ser mucho mayor y que puede acabar con ejércitos de miles de combatientes.
Ezra cree que la solución es sencilla ya que lo único que hay que hacer es cambiar de armaduras, pero su joven amiga le explica que todas las armaduras que usan, aunque están adaptadas y personalizadas, tienen cientos, si no miles de años, y que, por una cuestión de honor y respeto a los que las vistieron antes que ellos, no pueden desprenderse de ellas.
Una vez en la base, y tras calmar los ánimos, se traza un plan para destruir, esta vez si ya de forma definitiva y para siempre el poderoso ingenio. El lugar más seguro de Mandalore son los Destructores Estelares que tiene Tiber en su base de modo que, estando convencidos de que será allí donde estará el generador, traza un plan sobre este supuesto.

Sabine y sus compañeros planeando la destrucción de la Duquesa
Tras crear dos grupos, uno formado por los Jedi y Chopper que borrarán todos los registros del ordenador central, y otro integrado por Bo-Katan y Sabine que destruirán el arma se procede a la infiltración. Todo va bien hasta la inoportuna aparición de un piloto que da la alarma. Todo se convierte en una locura y los guerreros que acompañan a ambos grupos se quedan en el hangar tratando de contener a los Imperiales.
Sabine y Bo-Katan llegan hasta la “Duquesa” (Generador de Arco) pero cuando lo hacen el ingenio descarga rayos sobre ellas. Tyber, que tiene un mando a distancia para controlarla, fustiga a las dos jóvenes y a Hark, su capitán, cuando este se enfrenta con él porque cree que el arma puede acabar con todo su pueblo y eso es un riesgo. Saxon, que ha enloquecido y afirma haber visto la luz tras tratar con Palpatine, asegura que él es el Imperio y que su poder en Mandalore será absoluto.
Los Jedi y Chopper borran todos los datos mientras Sabine, al ver que Saxon amenaza con matar a Bo-Katan si no potencia el arma, decide hacerlo. La joven manipula los controles y tras introducir diferentes datos y afirmar que el trabajo está hecho, ruega a Tyber que no la use y menos a su máxima potencia.
Saxon no hace caso y aprieta el interruptor pero los arcos, que han sido modificados por la joven, en lugar de ser atraídos por las armaduras de los mandaloreanos se dirigen a las de los soldados imperiales, Tyber incluido, que caen al suelo torturados por una fuerza que de momento no es letal sino incapacitante.

El Generador de Arco atraído por las armaduras de los Soldados de Asalto
Sabine está dispuesta a usar la máquina para acabar con los imperiales, pero Bo-Katan la hace cambiar de opinión cuando le pregunta “¿El futuro de Mandalores será de honor o de cobardía? ¿De esperanza o de miedo?”. La joven usa entonces el sable oscuro para dañar el generador y pide a todos que abandonen el Destructor Estelar ya que se va a producir una gran explosión. Así es y la nave imperial estalla y cae contra la base instantes después de que todos ellos, y los imperiales que han podido hacerlo, la abandonen.
De regreso en la base Sabine, que sabe que no habría tomado la decisión correcta sin la ayuda de Bo-Katan, le pide de nuevo que sea la líder de Mandalore y le vuelve a ofrecer el sable oscuro. Todos los clanes presentes, y los protectores, apoyan la decisión y Bo-Katan, en nombre de la memoria de su hermana, acepta convirtiéndose en la nueva líder de su planeta.
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