"Yo no soy el problema aquí. De hecho, soy el motivo del éxito de esta misión." (AP-5)
AP-5, Chopper, pintado como una unidad astromecánica imperial y Wedge Antilles disfrazado de piloto imperial, viajan en la lanzadera imperial que fue robada por su grupo tiempo atrás. Los tres tienen como misión, importantísima para preparar el ataque rebelde sobre Lothal, robar los códigos imperiales de dicho sector y reunirse luego con la Fantasma y el resto del grupo.
Tras un corto viaje en el que los dos androides no dejan de discutir el trío llega a su destino, una base de la Inteligencia Imperial en Killun-71 donde Wedge se identifica como 836-VS y, tras afirmar que tiene autorización para entregar dos androides, envía el código de confirmación B6279. El código es aceptado como válido y cuando la lanzadera aterriza en la plataforma exterior los dos androides se dirigen al control de acceso y pasan por el arco de seguridad.

Base de la Inteligencia Imperial en Killun-71
El primero en pasar es AP-5 y las luces parpadean en verde. El segundo es Chopper y, aunque las luces parpadean en ámbar e incluso durante una fracción de segundo se ponen rojas, no suena ninguna alarma y a ambos se les permite el paso. Aunque los androides no son conscientes de ello una señal de “acceso no autorizado” es enviada de modo automático y llega hasta una "Nave de Escucha Imperial" que opera en la zona.
El Controlador jefe de la nave que recibe la señal, LT-319, está seguro de que se trata del androide infiltrado que busca el Almirante Thrawn de modo que ordena poner rumbo a Killun-71. Al llegar descarga la grabación de acceso de los dos androides y viendo que la unidad astromecánica, que es de un modelo muy poco usual, coincide con la que fuer grabada en tres infiltraciones anteriores de los rebeldes queda convencido de que ha encontrado al androide que busca. Deseoso de ganar puntos el Controlador decide no informar a los miembros de la Base y tratar directamente a Inteligencia Imperial cuando haya extraído toda la información del androide.
Una vez dentro de la Bases Chopper se conecta a un puerto para descargar los códigos, pero AP-5 que conoce bien los protocolos decide dirigirse al Núcleo Central del Ordenador Principal ya que sólo allí se puede acceder a ellos. El androide se topa con una unidad femenina de su mismo modelo que se identifica como PZ-7, pero AP-5 se deshace de ella con una sencilla mentira.
Mientras AP-5 descarga con facilidad los datos del Núcleo Central el Controlador rastrea electrónicamente a Chopper y al encontrarlo conectado a un puerto consigue no sólo detenerlo sino, usando una serie de comandos remotos, hacerse con su control y convertirlo en una unidad a su servicio con la que incluso puede ver a los rebeldes.
Aunque algunos miembros de su equipo creen que el Controlador se está arriesgando mucho al no captura a los infiltrados este calcula que los rebeldes tienen un 31% de probabilidades de llevarse los códigos y ellos uno 82% de localizar la base rebelde de modo que deja que los androides escapen en la lanzadera y los rastrea usando a Chopper.

El Controlador LT-319 observa todo gracias al control que tiene sobre Chopper
AP-5 nota raro a Chopper y cuando este le dice que eso es porque está en “Código 16” sus sospechas se incrementan ya que ese es un término imperial para “modo de espera” y su uso no casa con el estilo arisco y ácrata que tiene la pequeña unidad. AP-5 trata por todos los medios de convencer a Wedge de que Chopper puede estar comprometido, pero el joven que ha sido testigo de los roces entre los dos androides, no le hace caso, se reúne con la nave Fantasma y, tras unir a ella la lanzadera, el grupo da un salto hiperespacial para regresar a la base.
AP-5 trata de convencer a Hera y a Zeb de que Chopper está siendo controlado, pero nadie le cree hasta que el androide, siguiendo instrucciones del Controlador, los encierra en la bodega. Chopper coloca un dispositivo en un puerto de acceso de la Fantasma para eludir la seguridad del ordenador y poder trasmitir los datos de ubicación de la base al Controlador y, siguiendo órdenes de este, abre la puerta de la bodega para lanzar a sus amigos al espacio.
Al abrirse la puerta de la bodega la diferencia de presión arrastra a todos hacia el espacio, pero Hera reacciona con rapidez y consigue cerrarla de modo manual. La única forma de salir de su encierro es abrir las escotillas interiores manipulando una consola que hay en el casco de la nave de modo que mandan a AP-5 a cumplir con esa tarea ya que no tienen trajes de gravedad cero y él es el único que puede sobrevivir en el espacio.
Usando sus suelas magnetizadas AP-5 sale al exterior, recorre el casco y cuando localiza el panel indicado empieza con la tarea. Chopper, que lo ha visto pasar desde la cabina principal, sale también al exterior y, usando su propulsor, se lanza contra el y tras golpearlo lo arroja al espacio aunque para entonces el androide ya ha cumplido con su misión.
Chopper vuelve a entrar en la nave donde Zeb, libre como el resto del grupo de su encierro, lo deja fuera de combate con una descarga de su Bo-Rifle. Hera, al ver que su querido androide ha sido controlado y que ordenador de la nave ha sido violado y que un porcentaje de la información ya ha sido enviada decide contraatacar. Su solución es sencilla pero eficaz usar la conexión que tienen los imperiales con Chopper para mandarles una gran cantidad de energía que sobrecargue su Núcleo de Memoria.

Chopper sobrecargado por la energía que Hera envía contra los Imperiales usándolo como transmisor.
Usando a Chopper como enlace, algo que termina casi fundiéndolo, la energía enviada desde la Fantasma sobrecarga el Núcleo de la nave imperial que termina explotando y partiéndose en dos. La acción hace volver también en sí a Chopper de modo que al grupo ya sólo queda una cosa por hacer, recoger a AP-5 que ha quedado vagando sólo por el espacio.
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