"Tenéis menos de un 1% de posibilidades de derrotar al Imperio" (Kalani)
La nave Fantasma deja al Rex, Zeb, Kanan, Ezra y Chopper en Agamar para que realicen una búsqueda de material bélico. El lugar fue escenario de una dura batalla contra el ejército droide y ha sido Rex quien los ha traído hasta allí con la esperanza de encontrar bombas de protones para incrementar su arsenal.
El capitán, que tiene profundas heridas que aún no han sanado, está un tanto afectado y se irrita cuando Ezra, tras encontrar la cabeza de un androide de batalla se ríe de su aspecto inofensivo. Rex, tras aclarar que los llamaban “chatarras”, asegura airado que eran mucho más peligrosos de lo que parecen y que, aunque el los mató por docenas de miles en las Guerras Clon estos se cobraron las vidas de muchos de sus hermanos.
Rex pide a sus compañeros que tengan cuidado, pero todos salvo Chopper, que se queda retrasado inspeccionando una zona, terminan siendo atrapados por un escudo de rallos. Varios androides de batalla los rodean y cuando se disponen a ejecutarlos reciben órdenes de incapacitarlos y llevarlos al puente de mando. Uno de los androides activa el campo para que lance una descarga y Rex y sus amigos caen inconscientes al suelo.

Rex, Kanna y Ezra, encerrados en el cmapo eléctrico reciben una fuerte descarga
El capitán, que despierta confundiendo a Kanan con Cody, ve que han sido llevados ante un viejo conocido, Kalani, un Super Androide Táctico que se dirige a él diciéndole que aun no comprende como los Separatistas pudieron perder contra la República cuando el porcentaje de tal suceso era tan solo del 23,6%. Rex, extrañado le pregunta como siguen aun activos si el ejército droide fue completamente desconectado tras la aplicación de la Orden 66 y el táctico le responde que anuló la desactivación porque contó con que esta se iba a producir.
El táctico está obsesionado con la derrota sufrida y les conmina a realizar un juego de batalla que reproduzca lo vivido en las Guerras Clon para obtener más datos. Zeb, al ser un lasat, y por tanto miembro de un grupo que no estuvo en el conflicto, queda apartado y el resto, ya que hay un Jedi y un padawan deberán jugar al escenario “Rescate Jedi” ya que según las estadísticas del droide este se produjo en 132 batallas.
El táctico amenaza con matarlos a todos si no participan de modo que el grupo acepta, pero poniendo una doble condición, si ganan no sólo liberará a Zeb sino que les dejará llevarse las bombas de protones. El táctico acepta y cuando el trío sala al exterior de las instalaciones para iniciar su conquista ordena a sus unidades que comiencen el plan de batalla Zeta.
Chopper, tras salir de su escondite, busca una forma de pedir ayuda y la encuentra en una vieja lanzadera separatista. Su mensaje, encriptado, llega hasta la nave Fantasma, pero Hera y Sabine tienes sus propios problemas ya que al ir a repostar han caído en una trampa que les ha tendido la gobernadora Pryce.
El mensaje es captado también por los imperiales que, aunque no pueden descifrarlo, por el modo en que se repite tienen claro que es una llamada de socorro procedente de Agamar. Pryce, ordena que se contacte con el puesto imperial avanzado más cercano a la citada localización y que desde este se desplieguen las fuerzas necesarias para la captura de los rebeldes.

Kalani entrega a Rex su casco para que el ejercicio pueda comenzar.
El simulacro de batalla se inicia y Kanan cede el mando a Rex que es el más experimentado en el escenario de las Guerra Clon. El plan del capitán es sencillo hay que entrar en el hangar cuanto antes y atacar con rapidez ya que el enemigo es muy superior y hay que obligarle a ponese a la defensiva mediante la sorpresa.
Llegar al hangar no será sencillo ya que hay muchos droides en la puerta, pero mientras los Jedi bloquean y devuelven sus disparos Rex, protegido tras ellos, les lanza varias granadas. Cuando el número de enemigos es menor los tres corren al hangar matando a las unidades que han quedado, pero el capitán debe gritar a Ezra para que regrese a la formación ya que el joven, llevado por la excitación, la rompe.
Rex y sus dos amigos entran en le Hangar, pero Kalani ya lo había previsto y en lugar de enviar otra oleada, como el capitán clon sabe que es habitual, envía cuatro androides destructores (droidekat) que gracias a sus campos deflectores son la pesadilla de todo Jedi. El trío se parapeta tras un contenedor y Ezra, al ver una gran grúa al fondo, propone separarse y usarla contra la plataforma que sustenta a los destructores mientras sus compañeros los distraen.
Así lo hacen y Kalani, que lo está observando todo por vídeo desde el puente de mando, le dice a Zeb que sus compañeros son muy previsibles ya que el 76% de las veces los Jedi se separan. Kalani envía entonces al escuadrón 6 que bloquea a Kanan y a Rex que es alcanzado en un hombro, pero que no sufre daños ya que, como el mismo afirma, no hay nada que iguale a la armadura de fase I.
Ezra se dirige a la grúa cuando se topa con Chopper que le informa que tiene una lanzadera en la que pueden escapar. El joven no está dispuesto a irse sin Zeb de modo que le pide al astromec que la vaya preparando mientras buscan una solución.
Cuando el droide se aleja Ezra usa la Fuerza para mover la grúa que derriba a los destructores y la pasarela que cae sobre el escuadrón 6. El trio se reúne al otro lado del hangar y aunque Ezra llega fanfarroneando de lo bueno que es Rex lo abronca por haberse salido del plan. “Tiempo y ejecución lo es todo en este plan y tu te has retrasado” le espeta Rex que no admite como disculpa que se haya topado con Chopper. “Cada movimiento que haces nos afecta al resto y solo saldremos de esto con táctica y disciplina” concluye el clon y Kanan cosuela a su discípulo diciéndole que la irritación de su amigo no es por él y que lo que ocurre es que Rex tiene que acabar con esa batalla y a su modo para cerrar sus heridas.

Dos androides destructores disparando desde la pasarela superior
Tras una nueva refriega el trío llega hasta el puente de mando y Rex reclama su victoria, pero Kalani no la acepta. Ezra media en la polémica y tras recordar que los Jedi fueron aniquilados, los droides desconectados y los Clones retirados pregunta “¿Quién gano?”. Zeb responde “El Imperio” y cuando todos están de acuerdo el Lasat apunta a la ventana y aclara que lo que quería decir es que el imperio está allí, en Agamar.
Ezra le pregunta a Kalani contra que luchaban y cuando este le responde que contra la tiranía de la República el joven le hace ver que la República es ahora el Imperio y que por tanto ambos tienen el mismo enemigo y debe colaborar. El droide acepta la lógica de su razonamiento, pero afirma que no tiene casi efectivos y que la victoria es prácticamente imposible ya que el Imperio acaba de hacer descender varios caminantes como apoyo a la tropas de tierra.
Además de la lanzadera que ha encontrado Chopper Kalani tiene otras dos en las que podrían evacuar Agamar, pero ninguna podrá dejar la base sin ser derribada. Zeb propone usar las bombas de protones para neutralizar a los caminantes y poder huir, pero Kalani se responde que no tiene cañones para hacerlo. La única solución que encuentran es hacer rodar las bombas hasta las patas de los caminantes y volarlas con disparos, pero hay un problema ya que los androides de batalla son poco certeros y además nadie puede exponerse al fuego enemigo que es muy contundente.
Kalani, que conoce bien la habilidad Jedi propone que tanto los droides como los Jedi se parapeten tras los contenedores y que los primeros disparen contra los segundos que desviarán con sus sables los láseres contra las bombas sin arriesgarse a ponerse a tiro de los imperiales.

Dos de las tres lanzaderas consiguen escapar de Agamar
Así lo hacen y la táctica da resultado haciendo posible que al menos dos de las tres lanzaderas escapen, una con nuestros héroes y otra con Kalini y parte de sus droides. Ya fuera del planeta Kalani y Rex hablan por el holocom y aceptan lo que el joven dijo, que ninguno podía ganar la guerra, y hacen las paces con su enemigo y con ellos mismos. El droide, que les calcula una posibilidad del 1% de derrotar al Imperio afirma que esa no es su guerra y se marcha deseándoles suerte.
Kanan se comunica con al nave Fantasma que acaba de salir del hiperespacio y, tras decirles que están a bordo de la lanzadera separastista, informa a Sabine que tiene un nueva nave para pintar. Las dos naves saltan al hiperesapacio para regresar a la base rebelde.
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