"Yo estudio el arte de la guerra y trabajo para perfeccionarla pero tú has sido forjada en él" (Thrawn)
Cham Syndulla, el padre de Hera, y Numa, ambos montados en blurrgs huyen de las tropas imperiales que los persiguen en dos motos jet y en una pequeña unidad acorazada. Su situación es desesperada, pero Hera y su grupo, al que acompaña Gobi, llegan hasta ellos y los recogen junto con sus bestias y un infeliz motorista imperial al que Zeb noquea.
Hera y su grupo han traído unos suministros que vendrán muy bien al grupo rebelde que lidera su padre, pero este tiene malas noticias. El capitán imperial Slavin, que hasta ese momento se había mostrado como un flojo rival, ha realizado una serie de rápidos movimientos y se ha apoderado de toda la región de Tann que es de donde los Syndulla son oriundos.

Cham Syndulla y Numa montados en los blurrgs
Por si esto no fuese suficiente Numa le cuenta que los imperiales se han apoderado del Kalikori de los Syundula, una especie de totem familiar que pasa de padres a hijos y en el cual cada generación añade algo. Hera, que sabe lo importante que era el Kalikori para su madre, y lo mucho que quería que ella lo recibiese, no está dispuesta a renunciar a él y asegura que lo recuperará. La joven afirma que es una misión personal y no quiere involucrar a nadie en ella, pero ninguno de los presentes está dispuesto a dejar que lo haga sola.
Tann está muy protegido y vigilado de modo que el grupo pone en marcha un plan para infiltrase. Cuando el sol se pone Chopper, camuflado una vez más como unidad astromecánica Imperial, accede al lugar y mientras el grueso del grupo ataca a una patrulla creando una maniobra de distracción Ezra, disfrazado con al armadura del scout imperial capturado y usando su moto entra llevando a Hera como si fuese su prisionera.
Ezra convence a los guardias y entra con Hera simulando que la lleva al bloque de detención, pero Chopper que está en mitad del patio central de la colonia no reacciona cuando el joven lo llama para que los ayude. El androide está parado junto a los restos de un Ala-Y y Hera le explica que la nave se estrelló allí durante las Guerras Clon y que su padre la dejó como monumento y homenaje. Chooper era el astromec de la nave y fue salvado por Hera que le cuanta a Ezra que su mecánico amigo aun tiene problemas con aquel suceso.
La pareja entra en la vivienda principal y Hera conduce a su amigo hasta el antiguo despacho de su padre donde encuentra el Kalikori. En la estancia hay un cuadro de sus padres con ella cuando era una niña y aunque Ezra muestra interés la twi'lek le insta a salir de allí cuanto antes.

Hera con el Kalikori de su familia.
Nada más salir del despacho la pareja ve abrirse una puerta y se esconden. Los que aparecen son el capitán Slavin y el Gran Almirante Thrawn que asegura a su compañero que los rebeldes están mucho más cerca de lo que él cree. Cuando los imperiales quedan lejos Ezra pregunta quien es el tipo azul y Hera, tras responderle que no lo sabe, lo dirige a los niveles inferiores donde la familia tiene una salida secreta.
El lugar está lleno de imperiales y Hera, contrariada, busca otra salida cuando se topa en uno de los pasillos con Chopper que parece haberse recuperado. El droide le dice que conoce un camino que tiene mucha menos vigilancia y ambos lo siguen.
No muy lejos de allí la patrulla imperial que esta persiguiendo al resto del grupo consigue derribar las monturas de Sabine y Kanan que caen al suelo. Gobi, siguiendo instrucciones de Cham, utiliza un lanzacohetes para producir un derrumbe que frene a sus perseguidores y aunque estos utilizan el caminante para abrirse camino para entonces el Jedi y la mandaloreana han sido ya recogidos. El grupo está preocupado, pero no por su situación sino porque no hay noticias de Ezra y Hera y todos están de acuerdo en que hay que ayudarles.
Siguiendo a Chopper Hera y Ezra llegan hasta la estancia principal, pero ante la puerta hay dos soldados de asalto así que el droide se ocupa de distraerlos mientras sus compañeros los flanquean escondidos tras unos paneles laterales. La puerta está a tan sólo dos metros y Hera pide a Ezra que se oculte mientra ella trata de alcanzarla. Así lo hacen, pero cuando la joven está apunto de llegar a la puerta esta se abre y aparecen Slavin y Thrawn.
El Capitán Imperial la toma por una de las esclavas y le pide que se aparte. Hera le sigue la corriente sin embargo Thrawn ordena que la retengan y la lleven a los aposentos de Slavin para interrogarla. Ezra, que ha salido de su escondite y se ha unido a los soldados de asalto se adelanta a ellos y, protegido por su disfraz, se ocupa de escoltarla.
Slavin reconoce que el objeto que lleva Hera estaba en su despacho y la acusa de ser una ladrona. Ella, siguiendo con su improvisado papel, responde que su familia pasa hambre y que tan sólo ha robado el objeto para venderlo en el mercado negro y poder llevar comida a casa. Thrawn pide a Slavin que no lo avergüence más y señala a Hera diciendo “Le presento a Hera Syndulla, piloto rebelde, luchadora, líder militar e hija de su Némesis, Cham Syndulla”.
“Guerra es todo lo que has conocido desde que naciste ¿verdad?. Eras muy joven cuando sobreviviste a las Guerra Clon. No me extraña que tengan un espíritu de lucha como el que tiene. Llevas la guerra en la sangre. He estudiado el arte de la guerra y trabajo para perfeccionarlo Pero tú .. has sido forjada en él?” dice Thrawn y ese momento Ezra reacciona y trata de desenfundar su pistola. El Gran Almirante, que lo tenía calado, es más rápido y usando la suya en modo aturdidor lo deja fuera de combate.
Thrawn le quita el Kalikori a Hera y le asegura que será un honor tenerlo y que lo pondrá en un lugar preeminente. Ella enfurecida le responde que de haber sabido que acabaría en las manos de un asqueroso coleccionista lo hubiese destruido. “¿Tan poco significa para ti el legado familiar?” le pregunta Thrawn y, tras agradecerle su hospitalidad, ordena que la encierren junto a Ezra en una sala .

El Gran Almirante Thrawn con el Kalikori y Hera arrestada.
El Gran Almirante pide a Slavin que lleven el Kalikori a su nave y cuando este responde “Deberíamos destruir ese trozo de escoria de los Twi´lek” Thrawn tiene un arranque de ira y lo coge por las solapas. Su acción queda interrumpida de inmediato y tras soltar al Capitán, le alisa el uniforme y le dice “Disculpe Capitán Slavin. Se me olvidaba que no todo el mundo es capaz de apreciar el arte como yo”. Y dicho esto le anuncia también que tiene un experimento que requiere su presencia y que por tanto deja todo en sus manos confiando en que sabrá terminar el trabajo.
Slavin manda un mensaje a Cham Syndulla anunciando que han capturado a su hija y a Ezra y que los matará si no se entrega. No todos están de acuerdo en que lo haga, pero este acepta intercambiarse por los dos presos.
Chopper llega hasta la habitación en la que están encerrados Ezra y Hera y les cuenta lo que está pasando. El joven quiera escapar, pero Hera, que sabe que hay demasiados guardias, le propone una alternativa. El plan es sencillo Chopper buscará explosivos, los colocará en toda la planta y los harán estallar justo en el momento del intercambio.
El androide cumple con lo que le piden y, tras colocar los explosivos, sale al exterior justo en el momento en el que llega la nave Fantasma y Cham baja de la rampa para el intercambio. Slavin encañona a Hera y a Ezra y les ordena que avancen y ambos se reúnen a mitad de camino con Cham. “Discúlpame padre” dice ella y cuando él le responde que no es ninguna deshonra ser capturado ella añade “No es por eso. Es por la casa” y justo en ese momento se activan los explosivos y varias detonaciones tiran a los imperiales al suelo.

El Capitán Slavin cree controlar el intercambio.
Aprovechando la distracción todos escapan en la Fantasma y aunque un imperial llega a lanzarles un misil Kanan lo desvía usando la Fuerza. Thrawn ha estado viendo todo desde un destructor y cuando un miembro de la tripulación le dice que la Fantasma está en rango de tiro y que pueden abatirlos este le responde “Alto el Fuego. Hoy se han ganado la Vitoria”. El oficial no entiende su proceder de modo que Thrawn añade “No se preocupe, capitán. Toda esta experiencia ha sido muy esclarecedora”.
Ya libres de los imperiales Cham lamenta que su hija no haya podido recuperar el Kailkori, pero esta lo consuela diciéndole que no importa, que a su madre lo único que le importaba de verdad era que ella fuese feliz y que sin duda lo está porque tiene dos familias, la sanguínea y los miembros de la nave Fantasma.
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