"La Rebelión lucha por la libertad de todo la Galaxia."(Sabine)
En su última misión es escuadrón Fenix pierde otro piloto y otro caza, Fenix 2, y eso crea una gran conmoción en los rebeldes. El grupo no pueden reponer cazas, ni politos, para cubrir las pérdidas y estas se deben sobretodo a que no disponen de un gran carguero que los pueda transportar y les de protección de modo que conseguir uno se vuelve prioritario.
El Almirante Sato propone una solución y pide al grupo de Kanan que viaje hasta Ryloth y contacte con una célula disidente que opere allí para que les ayuden a hacerse con un carguero Imperial que orbita el citado planeta y sirve como base para una escuadrilla de bombarderos TIE. La célula está dirigida por el padre de Hera, Cham Syndulla, con el que la joven piloto tiene una muy mala relación, pero como sabe que la misión es importante acepta participar en la misión.
La flota se reúne con Cham Syndulla que llega en una vieja lanzadera clon acompañado por dos ayudantes, Numa y Gobi. Kanan le presenta a su grupo y Sabine, que estudió en la academia las tácticas de Cham también conocido como “El Liberador de Ryloth”, se deshace en elogios hacia el sin embargo el saludo entre padre e hija es frío y ella se retira rápidamente a su camarote.

Gobi Glie, Cham Syndulla y Numa
Ezra, que está preocupado por su amiga la sigue y le pide que le explique que problema tiene con su padre. Hera le cuenta que su padre luchó junto a los Jedi para liberar Ryloth de los Saparatistas y de su ejército droide y que lo hizo de nuevo cunado la República se convirtió en Imperio y esclavizó a su gente, pero añade que una vez que su madre fue asesinada su padre se centró en la protección de Ryloth y la dejó de lado.
El joven se indigna ya que para él la familia está siempre primero y por eso lanza una mirada retadora a Cham cuando este viene a charlar con su hija. Cuando Ezra se marcha padre e hija discuten. Cham reprocha a Hera que se aferre siempre a cosas equivocadas y que dedique su tiempo y sus esfuerzos a causas perdidas, pero ella le responde que la Rebelión es importante porque quiere la libertad y el bien para todo el mundo. Su padre la mira altivo y le responde con total claridad “No me importa todo el mundo sólo me importa Ryloth”.
Ambos grupos se reúnen para estudiar el robo del carguero que orbita Ryloth, pero Cham no quiere eso sino su destrucción y que caiga, envuelto en llamas, sobre Ryloth para que todos aquellos a los que han hecho sufrir sus bombardeos vean que ha sido destruido. Hera sabe que si su padre no lo ha hecho ya es porque no puede llegar hasta el carguero así que lo fuerza a colaborar con ellos olvidando la destrucción para asumir el robo.
Kanan y los suyos, al igual que Cham y sus dos ayudantes, se meten en un Bombardero TIE que los rebeldes capturaron hace tiempo y dan un salto hiperespacial hacia Ryloth junto a dos cazas Ala-A (El bombardero lo hace unido a la lanzadera ya que no tiene hiperimpulsor). Cuando llegan a su destino los dos cazas simulan que están atacando al bombardero e incluso destruyen su impulsor. Gracias a ello cuando piden protección al carguero este les da permiso para aterrizar en uno de los hangares y abre fuego contra los Ala-A.
Los caza huyen y Hera, que pilota el bombardero, lo estrella con elegancia en uno de los hangares que acaba de quedar vacío ya que todo estaba pensado para llegar allí cuando los bombarderos iniciasen su bombardeo diario sobre Ryloth.

Hera estrellando elegantemente el Bombardero TIE en el hangar del carguero
Todo parece ir bien sin embargo Cham y sus hombres disparan contra Kanan y los suyos dejándolos inconscientes y, tras dejar fuera de combate a la patrulla imperial que llega hasta ellos, se dividen. Numa y Gobi se dirigen hacia el almacén de municiones para colocar los explosivos y Cham se encamina a la sala de máquinas para desactivar el hiperimpulsor.
Hera es la primera en despertar y cuando lo hace despierta al resto del grupo. Su padre los ha traicionado y, conseguido el acceso que quería al carguero, va a destruirlo, pero la joven no esta dispuesta ha permitirlo y divide su equipo para neutralizarlos de modo que Zeb y Sabine se dirigen al almacén de munición y Hera, Kanan, Ezra y Chopper se abren camino hacia el puente de mando para tomar el control de la nave.
Zeb y Sabine encuentran a Numa y Gobi en el almacén justo cuando hasta allí llega un nuevo pelotón de imperiales. Disparar es peligroso ya que hay muchas bombas de protones almacenadas de modo que la mandaloreana traza un plan y pide a su compañero que atrape una pequeña unidad ratón que circula por la zona. Tras hacerse con el diminuto androide la joven modifica con eficacia la unidad y la manda contra sus dos rivales a los que consigue dejar fuera de combate con una gran descarga eléctrica.
No sin problemas la otra parte del grupo llega hasta el puente y retienen al capitán que está al mando. La idea es usar el truco mental con el, pero en lugar de hacerlo el mismo, Kanan deja que su alumno lo haga. Ezra falla en su primer intento, pero tras concentrarse consigue que el capitán anuncie por la megafonía que el incendio se ha extendido, que la nave está perdida y que todos deben abandonarla en las cápsulas de escape. Hecho esto, y viendo que todos cumplen con la orden del capitán, el joven usa el truco mental con este y lo convence para que también la abandone.

Ezra intenta usar el truco mental con el capitán imperial y Hera lo mira escéptica
Antes de que llegasen al puente el Capitán ya había pedido refuerzos y un destructor que lo escoltaba ya esta dando vuelta para dirigirse hacia ellos. Por si esto fuese poco los bombarderos están regresando de Ryloth sin embargo el grupo está confiado porque pretender irse ya mismo, pero cuando lo intentan comprueban que ha sido saboteado.
Cham, que ha desconectado el hipermotor entra en el puente y apunta a su hija, pero esta lejos de amilanarse presenta argumentos suficientes para que su padre rectifique sobretodo porque Numa y Gobi le animan a ello. Cham indica a Chopper como reparar la hipervelocidad y se suma al resto del grupo que, colocados en los pozos de tirador, acaban con los bombarderos TIE aunque estos consiguen varios impactos claros sobre el carguero. La nave empieza a escorarse y caer y Hera está a punto de perder el control ya que no puede aguantar la fuerza que ejerce sobre los mandos pero la ayuda de su padre, que junta su manos con las suyas, le permite retomar el control.
El grupo se ha salvado, pero el destructor sigue acercándose a ellos. Sabine ha estado trabajando en una solución y, con la ayuda de Zeb han cargado uno de los bombarderos con alto explosivo. La pareja descuelga el bombardero de sus fijaciones y Sabine pide a Ezra que use la Fuerza para lanzarlo al espacio. El joven así lo hace, el caza flota rumbo al destructor y, cuando esta próximo a él, Cham pispara haciéndolo volar. El crucero queda mortalmente dañado, se escora y cae sobre Ryloth proporcionando a sus habitantes el espectáculo que su libertador quería cuando se funde en la descontrolada reentrada.

El Destructor Imperial cae en llamas sobre Ryloth
Libre de los imperiales, y con el hiperimpulsor arreglado, el grupo regresa con la flota y la nave es acondicionada para albergar a los cazas Ala-A. Cham se disculpa con su hija, le confiesa que desde que se fue la ha echado de menos y reconoce que es como su madre, inteligente y aventurera. Ella se funde en un abrazo con su progenitor y añade que también es una buena líder y que eso lo ha aprendido de él.
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