"Dado que puedo luchar creo que es mi obligación hacerlo en nombre de los que no pueden" (Leia)
Hera habla desde Garel con Ryder Azadi y Kanan y, tras interesarse por como está llevando Ezra la muerte de sus padres, les informa que un agente del senador Bail Organa se dirige hacia allí para entregar tres cruceros a la rebelión. Kanan se ofrece a recibir al agente mientra ella y el resto llegan y decide llevarse con el a Ezra para mantenerlo ocupado.
Kanan se disfraza de soldado de asalto y Ezra de cadete imperial y ambos parten para reunirse con la agente usando la moto jet de Ryder Azadi que, tras anunciar que no piensa arriesgarse a volver a prisión, declina ayudarles en su misión y se queda en las montañas con Chopper.
Tres cruceros surgen del hiperespacio en Lothal y Destructor comandando por el Teniente Lyste les da el alto, envía varios cazas a su encuentro y amenaza con abrir fuego si no se identifican. Leia, que dirige el grupo de recién llegados, se identifica como Princesa de Alderaan y afirma que está en misión senatorial y que tienen permiso para hacer entrega de suministros a los ciudadanos de Lothal. Lyste comprueba el permiso que acaba de llegar, pero en lugar de dejarlos tomar tierra libremente les ordena aterrizar en Jalth City y anuncia que se reunirá allí con ellos.
El Jedi y su padawan llegan a Jalth City justo en el momento en el que los cruceros, tres verdaderas antiguallas, toman tierra y se reúnen con la princesa segundos antes de que lleguen los Imperiales. Leia toma el mando y habla con Lyste y, aunque este le permite repartir los suministros, ordena anchar las tres naves a tierra con candados gravitatorios, pide un escaneo completo de las mismas y deja como vigilancia un pelotón de soldados de asalto y dos pesados caminantes AT-AT.

Leia, Kanan disfrazado de soldado de asalto y Ezra vestido de cadete imperial
Leia se enfada y arrincona al teniente hasta que este accede a prestarle su propia lanzadera para realizar el reparto. La princesa ordena a Kanan y Ezra que cojan dos contenedores y, tras subirlos a la lanzadera, los tres dejan el lugar. Al poco de despegar Chopper se comunica con Kanan y le dice que Azadi ha sido arrestado y Kanan desvía la lanzadera hacia su posición.
Tras tomar tierra cerca de los imperiales que han efectuado el arresto el Jedi le pide a Leia que en esa ocasión le deje actuar a él. Kanan habla con los soldados de asalto y se ofrece a llevar al prisionero pero estos le dicen que no será necesario ya que tienen orden de matarlo allí mismo.
Aunque Leia intenta ayudar no consigue nada y sólo la llegada de la nave Fantasma, recién llegada de Garel con el resto del grupo y que dispara sin cesar contra los soldados consigue que no maten a Azadi. La única forma de que Leia no sea descubierta como rebelde es que los imperiales crean que ha sido capturada de modo que los recién llegados simulan que, además de rescatar a Azadi, secuestran a la Princesa y toman a dos imperiales, Kanan y Ezra, como prisioneros.
Los imperiales, sorprendidos porque los rebeldes tomen ahora prisioneros entre los suyos, contactan con Lyste y le informan de lo sucedido. El teniente, bajo cuya protección estaba la princesa, no puede permitir que lo sucedido llegue a oídos de sus superiores ya que se trataría de un escándalo diplomático y ordena que todos los hombres disponibles se dediquen a buscar a la princesa.
Ya en la nave Leia, por petición de Kanan, habla con Ezra y trata de animarlo. La princesa le cuenta que escuchó su inspirador mensaje, le confiese que ella en ocasiones también tiene dudas y le hace ver que deben luchar por aquellos que no pueden hacerlo. El joven asiente y recupera algo de ánimo.
El grupo se reúne para buscar una forma de apoderarse de las tres naves y pronto queda claro que será imposible ya que no hay forma de hacerlas despegar sin quitar los candados gravitatorios. Azadi, que durante su encierro trabajó montando esos mismos dispositivos sabe como retirarlos, pero sólo puede hacerlo manualmente de modo que se traza un plan para que pueda intentarlo.
Siguiendo la estrategia acordada Kanan y Ezra llevan a Leia hasta Lyste diciendo que la han rescatado y mientras lo entretienen Azadi y Chopper liberan una de las naves que Sabine se encarga de pilotar. Al ver que una de las naves esta siendo robada los AT-AT disparan sobre ella, pero la nave fantasma, pilotada por Hera lanza dos misiles contra uno de ellos y lo hace caer.
El caminante es demasiado duro y termina levantándose de modo que Kanan noquea al teniente y, usando su sable de luz, le corta dos patas y la pesada máquina cae a tierra con estrépito. Azadi libera la segunda nave que Zeb hace despegar y, tras ocuparte del último cerrojo, el mismo pilota la tercera y utiliza los motores para hacer caer al otro caminante.

Kanan utiliza su sabe de luz para amputar las patas de un AT-AT
Cuando Lyste empieza a recobrar el conocimiento Leia se despide de Ezra y le pide que la ataque para que no sospechen de ella. La Princesa empieza a gritar y forcejear y cuando el teniente se fija en ella Ezra le dispara con un rayo aturdidor y se marcha con el resto de sus amigos.
Leia abronca al Teniente y lo culpa de la pérdida de sus tres naves y Lyste, además de disculparse, le asegura que el seguro le pagará el coste de las naves perdidas. No contenta con lo que escucha Leia exige al teniente que le preste su lanzadera para regresar a Alderaan pese a que sabe muy bien que fue destruida. Frustrado Lyste responde que también ha perdido su propia nave, pero le asegura que le facilitará un nuevo transporte de inmediato.
Kanan y sus amigos se reúnen con la flota rebelde que engorda con la llegada de las nuevas naves y Azadi les comunica que tras lo sucedido ha cambiado de opinión y que va a volver a la lucha. Todos le felicitan y la flota sigue su ruta en busca de una nueva oportunidad para golpear al imperio.
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