"Si no nos ayudamos nosotros mismos ¿Quién nos ayudará?" (Ezra)
Es noche cerrada en Garel y todos duermen en la nave Fastasma. Ezra, que ha estado descansando placidamente empieza a agitarse y tiene un sueño muy extraño en el que, además de gato blanco de Lothal ve a sus padres encerrados en una celda imperial de la que parecen estar a punto de salir. El joven ve también a un desconocido apuntando con un arma desde un montículo y termina despertando cuando se ve a si mismo cayendo al frío espacio.
A la mañana siguiente Ezra les cuenta a Kanan y a Hera su sueño y el Jedi le dice que no se trata de un sueño sino de una visión de la Fuerza. El joven se muestra entusiasmado ante la idea de que sus padres puedan estar vivos y se sorprende cuando Hera le confiesa que ellos ya lo sabían.
La piloto le explica que Tseebo se lo dijo tiempo atrás, le revela que desde ese día han estado intentando encontrarlos, y le dice que la razón por la que no se lo dijeron es que no han conseguido saber nada pese a que todos, incluido el Senador Organa, lo están intentando. La piloto le muestra un mapa con los cientos de planetas en los que el Imperio tiene prisiones y el joven entiende la gran dificultad que entraña la búsqueda.
Los inquisidores hablan con el Almirante Konstantin y le piden que deje Lothal y lleve la flota a Garel pero este se muestra reacio a dar por buena la información de estos según la cual es allí donde están los rebeldes. El Agente Kallus se suma a la reunión y, tras decir que tiene información que corrobora la presencia del grupo de fugados en Garel, se ofrece a colaborar con los inquisidores para comprobar si juntos consiguen aquello que no han logrado por separado.
Gracias a uno de los contactos del comandante Sato Hera recibe una lista robada a los Imperiales que contiene todos los prisioneros de una cárcel en la que se ha producido una fuga. Ezra, que cree que en el sueño veía fugarse a sus padres, pide ver la lista pero esta no le sirve de nada ya que ni da nombres ni presenta imágenes de los cautivos. Kanan sugiere a Ezra que deje que la Fuerza lo guíe mientras pasan los nombres y el joven así lo hace deteniéndose en uno consignado como X-10.
Ezra, gracias a la Fuerza, señala al preso X-10
Hera hace ver al joven que, aunque haya acertado con la lista, no saben donde han podido ir los fugados, pero este le responde que ha tenido que ser a Lothal ya que en su sueño aparecía un gato salvaje de dicho planeta. Kanan y Hera aceptan que eso pueda ser así pero la piloto recuerda al joven que Lothal está bajo bloqueo Imperial y es imposible acceder a él. Sabine se suma a al conversación anunciado que se acaban de recibir un informe que indican que los Imperiales han dejado Lothal y eso hace que Herea acepte que todo el grupo viaje hasta allí.
Zeb y Chopper están comprando suministros de modo que Hera contactan con ellos para que regresen de inmediato, pero sin correr para no alertar a las patrullas Imperiales. El grandullón responde diciendo que apenas se ven imperiales y eso hace saltar a Sabine que informa a sus amigos que siempre que los Imperiales preparan una gran acción de su flota retiran del terreno a las patrullas locales.
Apenas ha dado el aviso la flota Imperial de Lothal llega a Garel y empieza a rastrear los hangares. Hay que salir de allí cuanto antes de modo que, mientras Kanan y Ezra salen para ayudar a Zeb y Chopper, Sabine y Hera coordinan con Sato la huída de la flota rebelde y del escuadrón Fenix.
Kanan y Ezra alcanzan a sus amigos,pero de regreso a la nave Fantasma se ven atrapados por el fuego cruzado de dos grupos de soldados de asalto uno de ellos comandado por el propio Agente Kallus. El joven no está dispuesto a retrasar más su viaje a Lothal de modo que, lleno de furia, se lanza el grupo de Kallus y , haciendo un alarde de pericia, acaba con todos ellos y usa la Fuerza para lanzar al Agente Kallus contra una pared dejándolo inconsciente.
El Jedi no sale de su asombro y, aunque él sus compañeros han acabado con el otro grupo la situación empeora cuando aparecen los dos Inquisidores y se burlan del muchacho. Antes de que pueda detenerlo Ezra, lleno aun de más ira que antes, corre hacia los Inquisidores dispuesto a acabar con ellos de modo que Kanan se ve obligado a disparar contra una consola que hay en el pared cerrando las puertas antes de que el joven llegue a ellos.
Libres de los Inquisidores todos regresan a la Fantasma que despega junto al resto de nave rebeldes y nada más hacerlo, y para poder combatir con más eficacia contra los cazas, Ezra y Kanan toman la lanzadera junto a Chopper y se su suman a la lucha.
El Almirante Konstantin ordena fijar el rayo tractor sobre la corbeta en la que viajan Sato y Rex y esta es frenada de inmediato. Hera no está dispuesta a dejar a su comandante atrás de modo que ordena a Kanan y Ezra que se marchen a Lothal en cuanto puedan y estos así lo hacen dando un rápido salto al encontrar un hueco en las defensas Imperiales.
Sabine sugiere acercarse al Destructor Estelar para lanzar torpedos de protones contra el emisor del rayo tractor y Hera acepta el plan. Todo va bien hasta que una caza consigue hacer blanco sobre ellos y el temblor que provoca en la nave hace que la joven pierde su oportunidad de abrir fuego. Sato ordena a Hera que se retire, pero esta decide seguir y usar la nave contra el emisor del rayo que corta dándole un golpe con el ala sin dañar en exceso a la Fantasma.
La maniobra es todo un éxito y al destruir el emisor la fragata de Sato queda libre gracias a lo cual puede escapar junto a los demás. Solo una nave del equipo Fenix ha caído, pero dada la magnitud del ataque, todos se dan por satisfechos y se consideran afortunados.
Ezra y Kanan llegan a Lothan y empiezan buscando en la antigua casa de los padres del joven que encuentran quemada hasta los cimientos. Sin pistas que seguir Ezra, por indicación de su maestro, vuelve a usar la Fuerza y eso hace que un gato blanco como el del sueño salga de los escombros y eche a correr. El joven sale tras el gato pero este sube a una moto jet y lo pierde de vista aunque antes de hacerlo le coloca un rastreador.
El joven y su maestro siguen la señal del localizador y dan con la moto y el gato, pero cuando lo hacen son atacados tal como el muchacho vivió en su sueño. Ezra esta seguro de que se trata del preso X-10 de modo que decide jugarse el tipo y, tras llamarlo así, grita que es el hijo de Ephraim y Mira Bridger y sale de la roca tras la que se esconde.
El preso deja de disparar y les da su nombre verdadero, Ryder Azadi. Ezra, que llegó a conocerlo en su infancia, lo reconoce y le pide que le cuente que ha pasado con sus progenitores. Azadi narra que fue gobernador de Lothal y que, por ayudar a sus padres, fue encarcelado con ellos. Para lo tres fueron años duros hasta que escucharon el mensaje de libertad que lanzó el joven meses atrás.
Kanan abraza a Ezra cuando Ryder Azadi le da funestas noticias
Nadie sabe muy bien como ese mensaje ha llegado a tantos sitios pero cuando sus padres lo escucharon y lo reconocieron organizaron una fuga. Azadi les cuenta que la fuga fue un éxito, pero su rostro se ensombrece al relatar que ambos decidieron no escapar hasta que todos estuviesen libres y que eso les costó la vida.
Ezra, apenado, se aleja para meditar y, sin saber como, siente a sus padres a su lado y escucha como estos le dicen que están muy orgullosos de él y como le piden que sea fuerte y persevere en la lucha. El joven esta desconcertado por ese contacto tan real que no entiende y cuando se lo comenta a Kanan este le cuenta que los Jedi enseñan que la vida no cesa tras la muerte sino que simplemente cambia de forma en la Fuerza.
|
