"Tú eres la derrotada. Tu captura complacerá a Lord Vader". (La Séptima Hermana a Ahsoka)
Nada más despegar un modesto transporte civil es capturado por los rayos tractores de un Destructor Imperial y dos inquisidores, el quinto hermano y la séptima hermana, suben abordo. La pareja se busca a una anciana llamada Darja y cuando llegan hasta ella le arrancan de sus brazos a su nieta, una recién nacida llamada Alora.
Ahsoka Tano viaja hasta Garel y se reúne con Kanan y, tras contarle que lleva tiempo monitorizando las comunicaciones de Mustafar para saber algo más de los Lores del Sith, le revela que ha descubierto que los Inquisidores, además de cazar a los Jedi, tienen una misión secundaria. La joven no sabe de que se trata exactamente, sólo que realizan “recuperaciones” y, dado que dispone de dos coordenadas en las que van a actuar, le pide que mientas ella investiga una él haga lo propio con la otra.
Kanan acepta la misión y viaja en compañía de Ezra, Zeb y Chopper, hasta el planeta Takobo. Las coordenadas indican un bloque de viviendas y Kanan opta por crear dos equipos de modo que, mientras él y su padawan investigan la localización, Zeb y Chopper se ocupan de investigar si los inquisidores han llegado buscando sus naves en los distintos hangares.
Ahsoka, que pilota un veloz Ala-A, llega hasta las coordenadas que le tocaron en el reparto y lo que encuentra allí es un transporte civil con daños en el fuselaje que flota escorado y aparentemente abandonado. La joven entra en la nave donde hay claros signos de lucha y marcas de sables de luz y la recorre hasta encontrar a una moribunda Darja que le dice que la gente de los sables rojos se ha llevado a su nieta.
Zeb y Chopper, miran hangar por hangar hasta que encuentran dos TIE Interceptores. Del interior de uno de ellos sale un extraño sonido y cuando el grandullón se asoma ve que hay un recién nacido en el asiento. El droide quiere hacer volar las naves, pero Zeb escandalizado, dice que antes hay que sacar al niño aunque pueda ser, y no es que lo crea, un inquisidor bebe.

Zeb y Chopper localizan los Interceptores TIE de los Inquisidores Imperiales
Kanan y Ezra llegan hasta el apartamento que indicaban las coordenadas y encuentran que todo ha sido destrozado. En el suelo, herida, hay una hembra Ithoriana llamada Oora que les cuenta que un hombre y una mujer con sables rojos intentaron robarle a su hija recién nacida, Pypey. Oora les cuenta también que pudo poner a salvo a la niña dándosela a un droide que escapó con ella y el Jedi, tras prometerle que la encontrarán, le indica la bahía de embarque a la que ha de dirigirse que es donde está su nave y donde llevarán a la niña.
El Jedi contacta con Zeb que ya está en la nave con Chopper y la niña y, tras decirle que los Inquisidores tratan de robar otro bebé, le piden que salga a buscarlo. El grandullón deja a la niña con Chopper y recorre las calles hasta que da con el droide que lleva a Pypey. Zeb coge la niña del capazo en el que está siendo transportada y pide al droide que siga su camino y haga de señuelo para los Inquisidores. El mecánico ser así lo hace pero los inquisidores, que ya están muy cerca no tardan en acabar con él para acto seguido dar con Zeb y perseguirlo.
Zeb comunica con Kanan y, tras decirle que necesita ayuda y que lo esperará en la torre de comunicaciones de la intersección 9, se adentra en el citado edificio. Los Inquisidores, que usan la Fuerza para localizarlo, entran en la torre tras él, pero antes de hacerlo la séptima hermana deja una sonda fuera para que vigile.
Kanan y Ezra llegan hasta la torre y, burlando a la sonda que vigila, entran dentro y localizan a su amigo y a la pequeña. Pypey, que nota el miedo de Ezra, empieza a llorar y eso llama la atención de los Inquisidores que los siguen de cerca. Kanan y Zeb deciden sacrificarse y hacen frente a sus rivales dando un tiempo precioso a Ezra para que escape con la pequeña. El joven deja el edificio y sin dejar de hablar a la pequeña corre hacia el hangar olvidándose por completo de la sonda que aprovecha para grabar su conversación con Pypey (Le dice que está a salvo y que la llevará a ella y a su madre a Garel)
Ni el Jedi, ni su forzudo amigo, son rivales para los Inquisidores de modo que una vez que Ezra ha escapado ellos también huye saltando por una ventana y aterrizando sobre un aerodeslizador que pasaba en esos momentos. No sin el dúo alcanza a Ezra cuanto este ya está llegando al hangar en el que está su nave, pero cuando lo hacen las puertas han sido por orden de los Inquisidores han pedio que se bloqueen todos los accesos.
Zeb se lanza sobre el Quinto Hermano y Kanan se enfrenta en duelo de sables con la Séptima Hermana, pero ambos son derrotados a las primeras de cambio. Todo parece perdido cuando finalmente se abre la puerta y aparece Ahsoka quien, tras encender sus sables de luz, se enfrenta con los inquisidores mientras ordena a sus amigos que suban a la nave y se marchen.
La Jedi es más fuerte de lo que imaginan y derrota a los Inquisidores con facilidad dejando fuera de combate al Quinto Hermano y despojando a su compañera de su sable para acto seguido amenazarla con él (ver imagen)

La Séptima Hermana amenazada con su propio sable.
La llegada de un gran contingente de tropas cambia las tornas, pero aunque la Inquisidora cree que Ahsoka no tiene salida y afirma que Vader se pondrá muy contento cuando se la entreguen, la joven consigue saltar hasta la nave de sus amigos que ya ha iniciado su fuga y escapa con ellos.
La sonda que la séptima hermana dejó vigilando llega hasta ella y le muestra una grabación que hizo de Ezra cuando escapaba con la pequeña Pypey y gracia a ellos descubren que su destino es Garel. Han perdido una batalla pero no piensan perder otro.
De regreso a su base Ahsoka les cuenta que en las Guerras Clon un Sith ya intentó robar a los niños que eran sensibles a la Fuerza para que no se convirtiesen en Jedi y cree que ahora los Inquisidores están haciendo lo mismo. En aquella ocasión quien protegió a los infantes fueron los Jedi y ahora que la Orden se ha extinguido tendrán que ser ellos quienes lo hagan.
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