"Un difícil camino ante ti se abre Padawn. Ahora un Jedi puedes ser" (Yoda)
Ezra se reúne con Kanan que está en su camarote usando la Fuerza para estudiar el holocrón Jedi que parece mostrar un mapa estelar. El Jedi está preocupado por su joven alumno y en especial por el uso cercano al Lado Osucro que hizo de la Fuerza al manipular el gran fyrnock (Ver Cap.Nº8) de modo que, tras decirle que aun no es un Jedi, le anuncia que lo va a enfrentar a una prueba especial.
Kanan y Ezra toman la pequeña lanzadera que se acopla a la nave Fantasma y, tras poner el piloto automático para que sobrevuele Lothal, el Jedi le dice a su alumno que por toda la Galaxia hay pequeños Templos Jedi, muchos de ellos ya destruidos por el Imperio, pero otros aún ocultos, y le pide que se concentre y busque uno usando la Fuerza.
El joven se concentra y termina detectando un templo allí mismo, en Lothal que se oculta bajo una gran roca y que tiene estrellas en el techo. Ezra No puede dar las coordenadas de su ubicación, pero si guiarlo hasta allí y así lo hace indicando presto el camino. Cuando toman tierra junto a la gran piedra Kanan ordena a Ezra que busque una entrada y se sienta a meditar. Su tranquilidad dura poco ya que el joven grita sin parar al no encontrar evidencias de una entrada.
Siguiendo el consejo de su maestro Ezra pone la mano sobre la gran piedra y despliega la Fuerza y esta le sugiere que el acceso al templo sólo lo pueden controlar un maestro y un aprendiz actuando juntos. Así lo hacen Ezra y Kanan empleando juntos la Fuerza y la roca empieza a girar subiendo y desenroscándose para mostrar una entrada oculta bajo el nivel del suelo.
Aunque Kanan pide a Ezra que no pierda su concentración cuando ambos entran en el templo y el joven ve el cadáver de un Jedi sentado corta su conexión con la Fuerza y la entrada se cierra. No muy lejos del cadáver del maestro Jedi hay otro y Kanan le dice a Ezra que debe seguir solo y enfrentarse a sus miedos mientras el se queda con los dos maestros que murieron esperando a los alumnos que nunca regresaron.

El cadáver de uno de lo Maestros Jedi que no pudieron salir
El joven, dubitativo y atemorizado, se interna en un camino que parece el inicio de una gruta y antes de que una puerta se cierre tras él pregunta a gritos a su maestro que debe buscar. Kanana le responde "Nada y todo" y cuando Ezra le replica que eso no le ayuda, auque ya no le escucha el Jedi le responde "Es lo que me dijo mi maestro".
Al poco de iniciar su camino en solitario Ezra no sabe hacia dónde ir y decide echarlo a suertes, pero en ese momento aparece Kanan y, tras decirle que se ha pesando mejor lo de acompañarle, empieza a correr pidiéndole que le siga. El joven lo hace tan rápido como puede, pero lo pierde de vista y al doblar una esquina aparece en una especie de terraza que da a un abismo al que está a punto de caer.
Al girarse gritando su nombre Ezra descubre que Kanan está de rodillas junto al Inquisidor que, con su sable activado, le revela que los detectó en cuanto el joven usó la Fuerza para localizar el templo. Kanan se resiste a ser ejecutado y lucha contra el Inquisidor, pero este lo derrota y, tras traspasarlo con su sable lo tira al abismo.
Enfurecido Ezra usa la Fuerza para atraer hasta su mano el sable de luz de Kanan y trata de encenderlo para luchar contra el Inquisidor, pero es incapaz de hacerlo. "Al parecer alguien no está preparado para ser un Jedi y jamás lo estará" le dice el Inquisidor mofándose de él para acto seguido derrotarlo con facilidad y tirarlo también al vacío.

El Inquisidor Imperial mata a Kanan
Ezra despierta sobresaltado y ve que está en el suelo de su camarote. Todo parece haber sido un sueño, incluido el templo de Lothal, de modo que sale al pasillo en busca de sus compañeros. Sabine, Zeb y Hera están hablando sobre él y dicen que no está preparado y que supone un riesgo para el grupo y eso deprime al joven.
Cuando sus compañeros se dan cuenta que los está oyendo tratan de disculparse y Zeb le dice que no es nada personal, pero sus palabras, sobretodo las de Sabine, que lo trata con a un pobre niño indefenso, lo deprimen aun más. La situación cambia de repente cuanto los tres son asesinados por el Inquisidor Imperial que usa su sable contra los controles de la puerta de carga para que el joven sea absorbido por el negro y frío espacio.
Ezra despierta otra vez, esta vez nuevamente en el interior del templo y trata de buscar una salida. El Inquisidor vuelve a aparecer ante él para darle muerte, pero esta vez el joven, seguro de que no es real, cierra los ojos y deja que el Imperial descargue su mortal golpe. El sable del Inquisidor no hace nada a Ezra que se sienta en el suelo triste y dice "Estoy sólo, abandonado, otra vez".
Una misteriosa voz que se identifica como un "guía" (es Yoda) habla con él diciéndole que debe elegir su camino y unas pequeñas luces flotantes se manifiestan ante él para guiarlo. Siguiéndolas Ezra llega a una sala donde la voz le pregunta el motivo por el que quier ser un Jedi. Ezra responde que desea poder y fuerza para devolver al Imperio todo el mal que le ha hecho. Cuando la voz le pregunta si la venganza es el camino Jedi, el joven se da cuenta que lo que ha dicho no es verdad y sondea sus sentimientos en busca de la verdad. Ezra vuelve a hablar y dice que lo que verdad desea es cuidar y proteger a los débiles como hacen los tripulantes de la Fantasma en lugar de ocuparse sólo de salvarse el culo como ha hecho toda su vida.
La voz al escucharlo le pregunta cómo se siente al ayudar a otros y cuando el joven le responde "vivo" el guía dice "Bien,bien. Un difícil camino ante ti se abre Padawn. Ahora un Jedi puedes ser" y una luz azul desciende del techo. Ezra recoge la luz comprobando que es un pequeño cristal luminiscente y deja la sala en busca de la salida.

Ezra recogiendo la luz aluz que desciende del cielo
Ezra se reencuentra con Kanan que también ha estado oyendo la voz de Yoda con quien ha dialogado sobre los miedos que tiene a convertirse en Maestro y llevar a su joven alumno por un camino tan malo como el que él mismo tomó años atrás.
Alumno y maestro dejan el templo cuya salida se vuelve a cerrar cuando salen y una vez fuera al ver el cristal que Ezra ha conseguido Kanan le dice que ha dado un gran paso ya que se trata de un cristal Kyber con el que podrá fabricar su propio sable de luz.
De regreso en la nave Fantasma el joven así lo hace y aunque los materiales que emplea, donados por sus compañeros, y la forma que le da, no es muy ortodoxa Ezra activa su sable y este parece funcionar a la perfección.
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