“OCULTAOS Y CONFIAD EN LA FUERZA" (Obi-Wan Kenobi)
Ezra Bidger, un joven huérfano que vive en Lothal ve pasar un Destructor Estelar sobre la torre en la que se tiene su morada y , tras tomar su deslizador, se acerca hasta Capital City para ver que ocurre. Nada más llegar allí el joven ve como dos oficiales imperiales, el Comandante Cumberlayne Aresko y el Supervisor Myles Grint, molestan a un modesto comerciante que trata de vender una especie de fruta llamada jogan.

Cumberlayne Aresko (izda) y Myles Grint (Dcha) con el cesto de jogan
El joven, simulando mendigar, se acerca a ellos y, haciendo gala de mucha destreza, le quita a uno de ellos su comunicador y lo usa para lanzar un código rojo que hace que los imperiales dejen al comerciante en paz y corran a un punto de encuentro dejando libre al vendedor. Ezra no se conforma con el agradecimiento del viejo comerciante y tras cogerle varios jogan como pago sigue a los imperiales por los tejados y observa como estos se unen a un grupo que esta cargando unas cajas en varias motos jet.
Mientras observa a los imperiales y las calles adyacentes Ezra siente algo extraño y se fija en un desconocido, Kanan Jarrus, que siente algo parecido y mira hacia el joven instante antes de que este se esconda de su vista. Ezra decide seguirlo y observa como hace una disimulada señal a un fortachón Lasat que se esconde en un portal, Garazeb Orrelios (aka Zeb), y a una mujer con una colorida armadura mandaloreana, Sabine Wren.
Tras recibir el aviso Sabine lanza con disimulo una granada a una de las motos imperiales y esta estalla creando el caos y obligando al Comandante Aresko gritar "pongan la carga a salvo a toda costa". Al oír la orden Ezra concluye que la carga es valiosa y, decidido a hacerse con ella, los sigue. Los imperiales no llegan muy lejos ya que Kanan les corta el paso con otra moto jet y dispara sobre ellos mientras Zeb los ataca por la espalada y los deja fuera de combate.

Sabine Wren lanza un explosivo magnético contra la moto imperial
La pareja cree haberse hecho con la carga pero antes de que puedan reaccionar Ezra salta sobre una de las motos imperiales y escapa con el botín que remolca. Kanan y Zeb le siguen usando las otras dos motos, pero la primera en llegar hasta el joven es Sabine quien, tras saltar sobre la carga que arrastra dispara en la unión de los dos paquetes y se queda con uno dejando que el joven se marche con el otro.
Zeb y Kanan no quieren que el joven se lleve ni un mísero contenedor y siguen a Ezra. Los tres salen de Capital City por una autopista donde son detectados y perseguidos por dos imperiales motorizados que ejercen de guardia de control de tráfico. Zeb, usando su bastón energético consigue deshacerse de uno de ellos y Kanan hace lo propio con el otro.
Como no están alcanzando al joven fugitivo Kanan deciden probar otra cosa y, tras soltar la carga que lleva su moto dejándola al cuidado de Zeb sigue en solitario a Ezra. Como su moto esta libre de peso y es más ligera no tarda en alcanzar al joven y consigue detenerlo cruzando su moto ante él.
La fortuna se alía entonces con Ezra ya que un caza TIE dispara sobre ellos y destruye la moto de Kanan permitiéndole escapar sin embargo en caza se vuelve contra él y dispara sobre su moto destruyéndola. Al ver que el joven ha sobrevivido el TIE se dispone a hacer una segunda pasada para acabar con él, pero es destruido por el "Fantasma", la nave del grupo de Kanan, que le insta a subir con la carga antes de que otros cuatro cazas TIE que ya se aproxima acaben con el.
Ezra corre empujando de la caja repulsora que no ha sido destruida junto con la moto y salta con ella hasta la nave en una maniobra que resultar sobrehumana. Ya en la bodega el joven abre una de las cajas y comprueba que son rifles BlasTech E-11 que tienen un gran valor en el mercado negro. El joven discute con Zeb sobre quien tiene derecho a quedarse la caja mientras Kanan se dirige al puente donde su piloto twi'lek, Hera Syndulla, y la unidad astromecánica, C1-10P (aka "Chopper"), tratan de despistar a los cuatro cazas TIE.

El Agante kallus del Buró de Seguridad Imperial
Mientras la piloto mete los datos para el salto en la computadora Kanan en una torreta y Sabine en otra, disparan sobre los TIE consiguiendo destruir dos de ellos antes de que la nave Fantasma entre en el hiperesapacio. Mientra tanto en Capital City, el Agente Kallus, del Buró de Seguridad Imperial, se hace cargo de la situación y promete apagar esa chispa de rebelión de inmediato y estar listo para cuando el grupo que ha ridiculizado a Aresko y Grint reaparezca.
Aunque Ezra quiere su parte Kanan y sus amigos entregan la armas a un lider local del crimen llamado Cikatro Vizago que fue quien les encargó el robo. Vizago les da un precio exiguo ya que sustituye parte del pago por información sobre una partida de esclavos Wookies que está transportando el Imperio y que sabe que ellos desearán rescatar.
Tras recibir su pago el grupo reparte la comida que había en el resto de los contenedores entre los refugiados de un asentamiento llamado "Tarkintown". Se trata de granjeros a los que el Imperio les ha arrebatado todo, incluidas sus casas y Ezra, que no sabía que algo así sucediese en su propio planeta se retira a meditar, junto a la nave Fantasma.

Cikatro Vizago y sus guardaespaldas androides con Kanan y Hera
Mientras repasa lo sucedido el joven siente que algo le esta llamando y, siguiendo su instinto, entra en la nave y llega hasta la camareta de Kanan. Sin miedo a ser descubierto el joven fuerza la entrada y descubre unos compartimientos ocultos en los que Kanan guarda un holocrón y un sable de luz que Ezra no duda en activar. El joven juega con el sable hasta que su dueño, avisado por Chopper, lo descubre y se lo quita, pero Ezra consigue ocultar el holocrón y se lo queda.
El grupo intenta dejar al chico al margen de sus planes y se reúnen a solas para preparar el rescate de los wookies, pero Ezra los espía y se entera de todo. Cuando hace un ruido involuntario y el grupo lo descubre ven que sabe demasiado y no tienen más remedio que llevárselo con ellos prometiendo que lo devolverán a su casa cuando terminen su misión.
Tras un breve salto hiperespecial el Fantasma se encuentra con el pequeño transporte Imperial, un crecero de clase Gozanti, que se supone que lleva a los prisioneros wookiees y consiguen que les den permiso para unirse a él y transferirles un nuevo prisionero. Así, mientras Hera y Ezra se quedan en la cabina Sabine, Chopper, Kanan y Zeb entran en el transporte Imperial.

El crucero Imperial clase Gozanti con sus cuatro escoltas TIE anclados en la panza
Sabine y el droide se dirigen a la sale de control de los generadores y mientras la guapa mandaloreana pone cargas explosivas su compañero toma el control de la gravedad artificial de la nave. No muy lejos de allí Zeb y Kanan neutralizan varios Soldados de Asalto y recorren los pasillos buscando el lugar en el que están encerraos los Wookiees.
En la Cabina del Fantasma el inquieto Ezra nota algo extraño y de pronto un Destructor Estelar surge del hiperespacio y, usando su rayo tractor, hace que las dos naves que están unidas sean conducidas a su hangar principal.
Hera pide a Ezra que avise al resto del grupo de lo sucedido y este corre al transporte Imperial llegando hasta Zeb y Kanan cuando estos abren la puerta de una celda y ven que, en lugar de prisioneros Wookiees, hay soldados de asalto. La situación empeora aún más cuando Kallus y sus hombres, que viajaban en el destructor, entran en acción y se unen a la persecución.
La huída es un completo caos ya que Chopper activa y desactiva la gravedad artificial para obstaculizar a sus enemigos. Zeb y Ezra quedan rezagados con tan mala fortuna que Kallus atrapa al joven y en gigantón no pude hacer nada por evitarlo. El resto del grupo llega hasta la nave Fantasma y dejan el hangar mientras Sabine detona las carga que colocó en el transporte Imperial que estalla dentro del Destructor anulando el rayo tractor y permitiendo con ello que escapen.

Chooper desatictiva la gravedad artificial haciendo flotar a Kallus y a sus hombres
Todos se felicitan por la huida hasta que se dan cuenta de la ausencia de Ezra y Zeb, avergonzado, tiene que confesarles que no pudo hacer nada por evitar su captura. Hera y Chopper, aunque es una locura, votan por volver a por el joven, pero Sabine y Zeb creen que regresar es inútil. La democrática decisión queda en manos de Kanan que suma su voto al de los dos primeros y el grupo emprende la misión de rescate.
El agente Kallus vista al joven Ezra en la celda en la que ha sido encerrado y, aunque sus hombres le quitan sus pertenencias, este se las arregla para esconder el holocrón que, una vez a solas y usando de forma intuitiva la Fuerza, consigue abrir. El dispositivo muestra entonces una imagen del maestro Kenobi anunciando la caída de la orden y pidiendo a todos los Jedi que han sobrevivido que se oculten y confíen en la Fuerza.
Usando una sencilla, pero efectiva artimaña Ezra consigue que los dos soldados que se han designado para custodiar su celda queden encerrados en ella y él, tras liberarse de su encierro, recupera sus pertenencias en un almacén cercano. Allí mismo el joven consigue tamibén un casco gracias al cual, y mientras huye por los conductos de ventilación, escucha diversas órdenes e incluso participa en las conversaciones de los Soldados de Asalto. Gracias a ello no solo consigue información sobre el verdadero paradero de los Wookiees sino que lanza pistas falsas sobre su paradero.
La nave Fantasma regresa al hangar del Destructor y el grupo sale en busca del joven. Sabine, que es más rápida que los demás tiene tiempo para su actividad preferida, el arte alternativo, y deja un graffiti con forma de Kalidor Crescent en el suelo (Para el que no lo sepa el Kalidor es el símbolo que más tarde usará la Alianza Rebelde como emblema).
Ezra, que se está escapando por los conductos de ventilación, cae a un pasillo cerca del Hangar y se da de bruces con sus amigos y todos corren hacia la nave Fantasma. Kallus que estaba muy cerca, llega hasta ellos y se inicia un tiroteo que obliga a todos a cubrirse. El Imperial y sus hombres lo hacen tras unas cajas y cuando Kallus ve que el suelo esta pintado toma un poco de la sustancia en sus dedos y la huele. Al ver que se trata de un tipo de explosivo grita a sus hombres que se cubran, pero Sabine ya ha apretado el detonador y el Kalidor estalla lanzando al agente por los aires y matando a varios de sus soldados de asalto.
La explosión abre un hueco en el casco que empieza a absorber todo y Kallus, que está a punto de salir volando al frío espacio, grita que se selle la zona con los escudos. Así se hace y el Imperial y parte de sus hombres quedan a salvo, pero deben contemplar impotentes como el Fantasma sale del hangar y vuelve a dar un salto hiperespacial.

El agente Kallus siendo absorbido por el agujero producido en el casco del destructor
Una vez a salvo Ezra comunica al grupo que ha escuchado que los Wookiees han sido conducidos a las minas de Kessel y todos convienen en que hay que ir a rescatarlos ya que al tratarse de seres acostumbrados a la vida salvaje y a los grandes parajes verdes no tardarán en morir. Así lo hacen y tras un nuevo salto llegan a las minas justo en el momento en el que los prisioneros, entre los que están su líder Wullffwarr y su pequeño hijo Kitwarr, están siendo entregados.
Instantes después también llega a las minas Kallus que, tras descubrir el casco que usó Ezra, ha supuesto que este había escuchados sus comunicaciones y el verdadero paradero de los Wookiees. Se inicia entonces un nuevo tiroteo y la situación se vuelve tan apurada que Kanan tiene que emplear su sable de luz delatando con ello que es un Jedi que ha escapado a la purga.
La pericia de Kanan es muy superior y el grupo consigue escapar junto con los Woolkiees. Los peludos prisioneros, a los cuales Sabine sirve de traductora, agradecen el rescate y regresan a su planeta en una cañonera Wookiee despidiéndose de sus nuevos amigos que parten en dirección a Lotho para dejar allí a Ezra.
El joven no tiene familia, y ha demostrado su sensibilidad ante la Fuerza, de modo que tras dejarlo en su casa Kanan le ofrece seguirlos y aprender más sobre la misteriosa energía llamada Fuerza y el joven, aunque en un primer momento no parece estar muy dispuesto, termina aceptando y se marcha con ellos.
Lejos de allí Kallus se pone en contacto con el Inquisidor Imperial y le comunica que se ha topado con un grupo hostil que parece estar liderado por un Jedi y su interlocutor le felicita y le asegura que se ocupará de él personalmente.
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