RESIKArtículo escrito por Skippy y maquetado por el Coronel Nathan Kurtz.
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Este varón jillsariano estaba cubierto de vello marrón y tenía una voz profunda. Como todos los jillsarianos, estaba dotado de cuatro brazos. Nacido aproximadamente en 27 ABY, Resik se convirtió en un adulto de casi dos metros de estatura. En su juventud, Resik trabajó en los pesos pesados de lucha libre, una forma de combate sin armas que, en algunas regiones atrasadas de la galaxia, era percibida como un entretenimiento popular. Para los profesionales como Resik, era un trabajo duro, pero le permitía volar por la galaxia y visitar varios sistemas. Resik atrajo la atención de varios aficionados. Tras un doloroso enfrentamiento contra un gladiador llamado el Triturador de Kessel, Resik recibió una notificación: Uno de sus seguidores había citado al jillsariano en su solicitud de despedida, y le dejaba en herencia la propiedad de un bar en un sistema atrasado. Aprovechando esta ocasión, Resik decidió abandonar el pugilato profesional y meterse en el negocio de la hostelería. Conocedor de su propia ignorancia, Resik contrató a un experimentado cantinero para que le instruyese en los pormenores de este campo. Tras seis meses de aprendizaje, Resik estuvo satisfecho con su mentor y le aceptó como socio de su negocio. Por desgracia, esta persona desapareció misteriosamente poco después; se rumoreaba que el mentor de Resik había tenido problemas con el Imperio Galáctico, gobierno federal y opresivo de la galaxia. Durante los varios años siguientes, Resik trabajó como camarero. Utilizó los servicios de varios droides a lo largo de este periodo, y sistemáticamente Resik protegía a estas propiedades. Resik aprendió un poco de programación de droides. El Imperio Galáctico realizaba políticas discriminatorias contra la población alienígena de diversas zonas. Esta presión obligó varias veces a Resik a mudarse de sistema planetario. En ocasiones esto se daba de forma más expeditiva, pues el Imperio enviaba directamente tropas de asalto militares. Una vez, Resik tuvo la fortuna de ser avisado minutos antes de que llegasen los soldados, lo cual dio al jillsariano la ocasión de huir. La persona que había advertido a Resik era un agente de la Alianza Rebelde, un movimiento anti-imperial, y Resik no lo olvidó: A partir de ese momento, el ventero jillsariano siempre abrió su local a otros rebeldes que necesitasen refugio. También ayudó a la Alianza a obtener información valiosa, aunque nunca se unió oficialmente a sus filas. El General Airen Cracken, líder de Inteligencia Rebelde, citó a Resik en un expediente secreto entre los múltiples contactos valiosos de la Alianza, e insistió en que Reisk había logrado salvar a varios rebeldes de los temibles Inquisidores Imperiales. Las medidas imperiales contra los alienígenas aún obligaban a Resik a viajar de un mundo a otro, por lo que él no optaba por adquirir restaurantes. En vez de eso, alquilaba apartamentos o almacenes cerca de los puertos espaciales, para tener clientela entre los viajeros y para que sus asociados fugitivos (rebeldes o no) estuviesen cerca de una ruta de escape del planeta cuando lo necesitasen. Resik buscaba arrendamientos en zonas marginales, donde los propietarios hacían pocas preguntas: Éstos asumían que Resik, como cualquiera en la zona, mantenía algún tipo de negocio ilegal, pero nunca sospechaban que acogiese a miembros de la Alianza. Resik era un experto en el mundillo criminal, al igual que lo era preparando bebidas exóticas. A lo largo de su vida él había aprendido múltiples idiomas y estaba familiarizado con las diferencias entre varios planetas, especies y culturas. Sabía mantener un buen negocio tanto dentro como fuera de la ley, y podía ser discreto cuando la situación lo requería. En combate, Resik llevaba dos carabinas bláster consigo que podía utilizar con precisión, pero era mucho más temible cuando recurría a la lucha sin armas con sus enormes cuatro brazos. Resik tenía además cierta experiencia en medicina de urgencia y seguridad, y llevaba consigo varias herramientas tecnológcias como dos pacs médicos. Pese a sus múltiples viajes interplanetarios, Resik no era un gran piloto espacial y sólo había aprendido a manejar repulsores de superficie. Unos meses después de la batalla de Yavin, Resik operaba en el planeta Reuss VIII, en el sector Portmoak del Borde Exterior. Reuss llevaba mucho tiempo bajo control del Imperio, y la proimperial Corporación Reuss había reclutado a todos los nativos para fabricar duracero, contaminando el mundo hasta dejarlo casi inhabitable: Los humanos y la mayoría de especies necesitaban máscaras de respiración, y la lluvia era ácida. Los niveles de pobreza y miseria entre la población reussi eran altísimos.
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