BIOGRAFÍAS DE VARIOS TOFArtículo escrito por Skippy y por el Coronel Nathan Kurtz.
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Este pydyriano era ministro de seguridad de su nativa luna de Pydyr poco antes de 17 DBY. Por entonces, el Consejo gobernante había decidido recortar gasto en defensa y seguridad para destinarlo a desarrollo médico y economía local. El ministro pronunció un emotivo discurso ante el Consejo explicando sus discrepancias: Él resaltó la falta de recursos de su ejército y sugirió que estaban dando ocasión a personas deshonestas para que robasen a Pydyr. Indicó además que la Nueva República posiblemente no llegaría a tiempo de salvar Pydyr en caso de ataque. Poco después, Pydyr fue atacado por el genocida Kueller y casi toda la población de la luna fue aniquilada. |
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Najee era un pydyriano, responsable del puerto espacial de la ciudad de Corocus, en Pydyr, durante el año 43 DBY. Como otros pydyrianos era diminuto, esbelto, con cara alargada y rasgos que delataban su abolengo de ave. Su puesto de trabajo tenía un escritorio inclinado y, en vez de un taburete, una especie de travesaño de madera que él agarraba con las zarpas de sus patas. Najee se mantenía en equilibrio plegando sus rodillas hacia atrás, y se inclinaba precariamente hacia adelante sobre su mesa. En esos tiempos, una comunidad de la secta fallanassi vivía en secreto en la luna Pydyr. Como las fallanassi no eran del todo autosuficientes, tenían contacto con algunos pydyrianos, que aceptaban colaborar con ellas. Najee y su compañero de trabajo, el oficial de comunicaciones pydyriano Sanar, obedecía las órdenes de la Alta Dama fallanassi Akanah Norand Pell. Las fallanassi habían usado sus poderes de ilusión para que toda la población de Pydyr creyese estar sufriendo una enfermedad. Sanar y Najee veían ampollas azuladas y llagas llorosas en sus cuerpos, y la voz de Najee sonaba especialmente aflautada. Los pydyrianos pusieron la luna en cuarentena, prohibiendo la entrada y salida de naves; y como jefe de puerto, Najee redirigía las naves a otros puertos del sistema. Por entonces, y pese a las restricciones oficiales, el yate Sombra Jade aterrizó en Pydyr. Najee y Sanar sabían de este incumplimiento de la cuarentena; sin embargo, la Alta Dama Pell insistió en que los pydyrianos guardasen el secreto: Las fallanassi sabían el motivo de este aterrizaje, aunque los pydyrianos no fueron informados.
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Este pydyriano tenía rasgos propios de sus ancestros evolutivos aves: Era delgado, con cara larga de rasgos delicados y tenía rodillas que se plegaban hacia atrás y zarpas articuladas en los pies. Sanar era oficial de comunicaciones en el puerto espacial de la ciudad de Corocus en el año 43 dbY. Trabajaba en la misma oficina que el jefe portuario Najee. El mobiliario adaptado a las fisiologías pydyrianas reemplazaba las sillas por palos de gallinero que Najee y Sanar aferraban con sus pies para inclinarse de forma inestable sobre sus puestos de trabajo que, en el caso de Sanar, incluían un equipo de comunicaciones. Sanar se ponía unos auriculares para trabajar. En esos tiempos, la luna de Pydyr hospedaba una colonia secreta de ilusionistas de secta fallanassi. Sólo unos pocos pydyrianos tenían trato con las fallanassi; entre aquéllos estaban Sanar y Najee, que se ocupaban de cualquier cuestión relacionada con transporte espacial que afectase a las fallanassi; ambos tenían trato con la Alta Dama Akanah Norand Pell y obedecían sus instrucciones. Fue por esa época que sucedieron dos eventos casi simultáneos. En primer lugar, el yate espacial Sombra Jade aterrizó en Pydyr. Pell pidió al puerto espacial que mantuviesen esa llegada en secreto, y Najee falseó los registros de entrada. Además, las fallanassi decidieron extender una enfermedad ilusoria entre la población, para que se activasen protocolos epidemiológicos y así poner Pydyr en cuarentena, impidiendo que nadie entrase para perseguir el Sombra. Sanar, como casi todos los pydyrianos, creía estar enfermo: Él pensaba que su cuerpo estaba lleno de llagas llorosas y ampollas azuladas, y que debía toser frecuentemente. En realidad, estos síntomas se debían sólo al espejismo producido por las fallanassi. Apenas unas semanas después, la lanzadera Emiax aterrizó en Pydyr pese a que Najee le negó el permiso. El piloto del Emiax, Gran Maestro Jedi Luke Skywalker, insistía en aterrizar en la luna persiguiendo a una fugitiva que había llegado en el yate espacial de la difunta Señora Skywalker. Una vez aterrizó, Skywalker visitó la oficina de Najee, donde también estaba Sanar. Skywalker manipuló a Najee usando la Fuerza y retorciendo la verdad: Dijo que la persona a la que perseguía era responsable de la epidemia y que, si lograba capturarla, podría conseguir una cura. Aunque Najee mantenía su lealtad a las fallanassi, Sanar quedó convencido e hizo que Sanar revelase la verdad: Aunque el puerto lo negaba, el yate había aterrizado y ellos tenían instrucciones de no revelarlo. Enfadado con Najee, Sanar se quitó sus auriculares y se ofreció a llevar a Skywalker hasta el yate: Sanar decidió que sentía gran respeto por el jedi, sobre todo si había venido a ayudarles. Sanar tomó su vehículo, un speeder X-40, y llevó a Skywalker hasta la cima de un acantilado. Allí le explicó que el yate había atracado en una cueva, un poco por debajo de su situación. El pydyriano creía que las capacidades de la Fuerza de Skywalker le permitirían acceder sin problemas; se sorprendió cuando supo que los jedi no volaban. Sanar ofreció alquilar un speeder volador, pero Skywalker, teniendo cierta prisa, decidió descender con equipo de escalada. Mientras Skywalker empezaba a bajar, Sanar se excuso porque se encontraba mal por la enfermedad, y pidió permiso para retirarse. Skywalker accedió, no sin preocuparse levemente: Quizá Sanar quería irse porque le había llevado a una trampa. Sin embargo, Sanar había obrado de buena fe. |
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