A NEW DAWN

Artículo creado por Amadeu Branera y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial de los mismos sin el consentimiento de los autores.

| Ficha y portada | Resumen argumental | Comentario crítico |

Ficha técnica, portada y personajes

 
"La guerra ha terminado. Estamos ante el umbral de un nuevo comienzo" (Palpatine)

A fecha de hoy la novela que aquí resumimos y comentamos no ha sido publicada en España y por eso los datos que se presentan se corresponden con la versión original que fue editada en ingles por el franquciado habitual de Star Wars, Del Rey.

Título: Star Wars: A New Dawn.
Autor: John Jackson Miller.
Editorial: Del Rey.
Primera Edición 2 de Semptiembre de 2.014.
Páginas: 383.
ISBN: 978-0-553-39286-9 (tapa dura, inglés)
978-0-553-39147-3 (bolsillo, inglés)
978-0-553-39287-6 (eBook, inglés)
Portada: Douglas Wheatley.
Periodo: Año 11 ABY (Antes de la Batalla de Yavin).




Portada de "A New Dawn"

Personajes más destacados:

  • Hera Syndulla: mujer twi'lek, activista contra el Imperio.
  • Kanan Jarrus: varón humano, sobre 20+ años, trabaja en Moonglow.
  • Baron Lero Danthe: varón humano.
  • Capitana Sloane: mujer humana, 30+ años.
  • Conde Denetrius Vidian: varón humano, con miembros, oídos y ojos cibernéticos.
  • Director Palfa: varón neimodiano, director del Gremio Minero de Cynda.
  • Drakka: varón Besalisk. Propietario del restaurante frente al Moonglow.
  • Gord Grallick: varón Besalisk, cuatro brazos y piel verde. Jefe de seguridad.
  • Lal Grallick: mujer Besalisk, cuatro brazos y piel verde. La jefa de Kanan.
  • Okadiah Garson: varón humano dueño de la cantina El cinturón de asteroides.
  • Skelly: corelliano, pelirrojo, 40, veterano de las Guerras Clon (demoliciones).
  • Yelkin: varón devaroniano.
  • Zaluna Myder: mujer sullustiana, 50+ años.

Aunque estos personajes que se han presentado son los más destacados en la novela aparecen algunos más, algunos incluso de los que no se nos da el nombre.


Contenidos y comentarios

 
“Si sólo luchas por tu vida, entonces tu vida no tiene ningún mérito” (Hera Syndulla)

El resumen argumental que estás a punto de leer sigue la misma estructura que presenta el libro y desgrana con detalle el libro ya que está pensado para que aquellas personas que no lo han leído y/o no quieran hacerlo puedan conocer con detalle lo que aporta al Canon Diseny del Universo Star Wars.

Prólogo.

El joven padawan Caleb preguntó al maestro Obi-Wan acerca de la baliza del templo:

"Puede convocar a todos los Jedi al mismo tiempo.
¿Podría advertirlos para que se alejaran?"

"Supongo que sí"
"¿Y entonces? ¿Qué habría que hacer si nos alejarais a todos?".
"Seguir las órdenes, como siempre. Esperar la siguiente directriz".

Al terminar la lección, un todavía pensativo Caleb preguntó a la maestra Billaba:

¿Y si no llegan más ordenes? Yo no sabría que hacer.
Quizás si lo sabrías.
Quizás no.
De acuerdo, quizás no. Pero todo es posible.
A lo mejor la respuesta te llegue de otro modo.

Años más tarde, Obi-Wan envió el siguiente mensaje:

Soy Obi-Wan Kenobi.
Las fuerzas de la República se han vuelto contra los Jedi.
Evitad Coruscant, evitad ser detectados. Sed fuertes.
Que la fuerza os acompañe.

Primera parte: Ignición.

El Destructor Estelar Ultimatum llega, capitaneado por la sustituta Rae Sloane, al sistema formado por el planeta Gorse, que siempre tiene una cara hacia el sol y la otra en la oscuridad, y su luna Cynda para que el Conde Vidian, el experto en eficiencia industrial del Emperador, tome a su cargo la producción de thorilide. Nada más llegar, Vidian destruye con la aprobación de Sloane al carguero Cynda Dreaming, por haber colisionado ligeramente con el Destructor pero sobre todo, porque el capitán mercante dice que sus reparaciones le dejaran en tierra dos meses, cuando en realidad, según el Conde, bastaría con tres semanas. La ineficiencia se paga cara. Al mismo tiempo, el episodio es observado por la twi'lek Hera Syndulla, que está tratando de averiguar hasta que punto es peligroso Vidian.

A causa de la destrucción del carguero Cynda Dreaming el ya de por si caótico tráfico entre Cynda y Gorse empeora, hasta el punto de que el carguero Expedient termina por entorpecer la marcha del Ultimatum. Sloane amenaza al Expedient, pero su piloto Kanan Jarrus le informa de su explosivo cargamento, bisulfato de baradio, con lo que todo queda en una simple advertencia. Kanan y su compañero Okadiah aterrizan en Cynda. Mientras Kanan descarga tiene un rifi-rafe con Yelkin, un devaroniano que cuestiona su manera de pilotar, y otros mineros. Por lo visto, Kanan es un poco broncas.

También mientras descarga, Kanan escucha parte de la discusión que tienen Lal y Skelly acerca del uso de los explosivos en las minas. Lal no quiere escuchar y Skelly termina hablando con Kanan. Si siguen usando explosivos para extraer thorilide, el núcleo de Cynda podría verse comprometido y llegar a destruir la luna. Sin embargo, Kanan no está por la labor de escuchar y mucho menos de leer los datos del holodisco que le ofrece Skelly, y ante la insistencia de este, termina por sacárselo de encima de un puñetazo en la boca.

En Transcept, una empresa privada dedicada a monitorizar cualquier comunicación al servicio del Emperador desde la crisis Jedi, uno de los "Myder's Mynocks" de Zaluna Myder intercepta una frase de Skelly "el Imperio debería ir con cuidado" susceptible de ser importante si no fuera porque mientras revisan la ficha de Skelly ven que tiene antecedentes de problemas mentales. Sin embargo, en ese momento reciben una transmisión del Conde Vidian que les comunica que todas las operaciones mineras pasan a Condición de Seguridad Uno, o sea, que tienen que vigilar a todo el mundo en todo momento. Por lo tanto, aunque Skelly tenga antecedentes de demencia que en otras circunstancias le habrían servido para ser ignorado, la nueva condición de seguridad obliga a Zaluna a denunciarlo.

El Conde Vidian llega a Cynda donde es recibido por un comité de gerentes y el Director Palfa del Gremio Minero que le invita a realizar un tour de reconocimiento por las cavernas, pero Vidian ignora dicha formalidad y para asombro de todos, despliega a un contingente de stormtroopers por los corredores. Mientras tanto, Hera ha dejado su nave en órbita y ha bajado a la superficie de la luna para espiar a Vidian. Una vez infiltrada en el complejo, tiene que dejar fuera de combate a un stormtrooper.



Hera Syndulla tal como la vemos en la serie Star Wars Rebels

En la sección 39 de las cavernas, Skelly está preparando una demolición y soñando despierto con la posibilidad de hablar sobre la explotación de Cynda con el Conde Vidian, al que admira. Sin embargo, los stormtroopers que van a por él lo que quieren es arrestarlo. Un poco desconcertado, Skelly hace explotar las cargas que estaba preparando y escapa. En su huida reflexiona sobre el hecho de que al fin y al cabo alguien le ha oído, aunque haya malinterpretado sus palabras. De todos modos, mientras palpa los explosivos que aun lleva consigo piensa, "hay muchas maneras de enviar un mensaje".

Vidian continúa el tour por su cuenta después de matar a Palfa y sus segundos en una "discusión" y despidiendo a los trabajadores viejos o inútiles, hasta que encuentra a Okadiah con el que tiene una disputa dialéctica. En ese momento llega Kanan con un bláster, pero consigue convencer a Vidian de la utilidad de Okadiah sin tener que usarlo, apelando a que Moonglow es la empresa de su tamaño más productiva gracias a Okadiah. Por su parte, Hera sigue acechando y espiando, y Kanan despierta su interés. Pero Hera no está en misión de reclutamiento, quizás la próxima vez.

Kanan sigue repartiendo los explosivos a los mineros cuando en el nivel 42 encuentra a Yelkin. Allí los dos descubren el kit de herramientas de Skelly y ven que en 30 segundos va a explotar. Empiezan a huir olvidando el hovercart, hasta que se dan cuenta de que si la primera explosión lo alcanzase, la cantidad de bisulfato de baradio que hay haría volar media mina. Kanan tiene que retroceder a por él, motivo por el cual es alcanzado por la onda expansiva. Aun así, consigue poner el explosivo a salvo y salvar a Yelkin, usando por primera vez en los últimos 10 años, los poderes que le permiten saltar mucho más que cualquier humano. No en vano, Kanan es Caleb Dume, el Jedi que nunca fue.

Kanan regresa al Expedient con la intención de volver a Gorse como estaba previsto y luego dejar el empleo y abandonar el sistema. Así, recuerda como la orden 66 le golpeó cuando tenía 14 años, como Depa Billaba murió defendiéndole para que él pudiera huir, y como desde entonces, Kanan Jarrus sustituyó a Caleb Dume y se convirtió en un culo de mal asiento, borrachín y pendenciero, que nunca ha estado tanto tiempo en un lugar como para destacar o dejar huella. En ese momento, mientras vuela hacia Gorse observa sorprendido como dos escuadras de cuatro TIEs del Ultimatum se dirigen a interceptarlo. "Me buscan a mí" dice Skelly a sus espaldas.

Los ocho TIEs y cinco lanzaderas clase Lambda pasan de largo y se dirigen a Cynda, momento en el que Kanan y Skelly empiezan a discutir acerca de lo que ha pasado. Skelly en su delirio cree que Vidian habrá entendido su mensaje y le busca para felicitarle, mientras Kanan cree todo lo contrario. Por otro lado, Hera también ha abandonado Cynda en dirección a Gorse, y la suya y la Expedient son las dos últimas naves que han abandonado la luna antes de que se cerrara el espacio aéreo. Hera deduce que Skelly está en la Expedient, y aunque su misión en Gorse es otra, considera tratar de averiguar más sobre él.

Nada más llegar a Gorse, Kanan entrega su nave y a Skelly a Gord Grallick y renuncia a su puesto. En Cynda, Vidian recibe ordenes del Emperador a través de su rival el Baron Danthe: la producción de thorilide ha de incrementarse en un 50% semanal.

En las oficinas de Transcept, Zaluna está preocupada por no haber informado antes acerca de Skelly y decide rastrearlo. Así, lo encuentra en Gorse, donde Gord aun lo tiene en custodia y avisa al Imperio. En ese momento, su ayudante Hetto le pide que entregue un data cube a alguien en Gorse poco antes de ser detenido por sedición. Cuando Zaluna recupera el cubo, encuentra una nota con el nombre de una cantina y el de una persona: Hera.

En Gorse Kanan va a comer al local de Drakka, enfrente de Moonglow, y allí reflexiona sobre el papel paternal que Okadiah ha tenido en su vida cuando, desde la puerta del local, Charko, el jefe de una banda de matones llamados los Sarlacss le increpa. Al salir del local ve a los Sarlaccs hablando con una figura encapuchada, y cuando estos se dispersan, la figura le pregunta donde está la entrada de Moonglow. Kanan decide averiguar a quién pertenece esa voz tan educada y cálida.

En la oficina de Moonglow, Lal está hablando con Vidian mediante comunicación holográfica. El Conde le informa de que quiere inspeccionar la empresa por su eficiencia y Lal le pide tiempo para preparar la auditoría. Vidian le concede 12 horas y le comunica que ha enviado stormtroopers para recoger a Skelly. Cuando Vidian cuelga, suena el timbre de la puerta, y todos piensan que son los soldados de asalto, pero no hay nadie. Sin embargo, Gord ve como los Sarlaccs le están intentando robar el cargamento y aprovechando la distracción por la que ha pagado, Hera libera a Skelly, si bien no le acompaña en la huída.

Kanan sigue su búsqueda y asiste como convidado de piedra a las idas y venidas de un transporte imperial y los Sarlaccs. Por fin escucha la voz de nuevo, y descubre a la figura encapuchada pagando a Charko, pero este ahora quiere más. Esto ocasiona una pelea entre la twi'lek y los Sarlacc y después de un inicio fulgurante parece que Hera empieza a perder terreno. Kanan interviene entonces con la excusa de ajustar cuentas con su viejo enemigo Charko y cuando por fin los Sarlacc son derrotados no queda ni rastro de Hera. Eso sí, Kanan recupera la capa de la twi'lek. Poco después sin embargo, es Hera la que le encuentra a él, aunque no se ponen de acuerdo sobre quién a salvado a quién. Finalmente, Hera le dice que había contratado a Charko para un trabajo y entonces Kanan se ofrece a trabajar para ella, pero Hera lo desestima.

Mientras tanto en el Ultimatum la capitana Sloane está molesta con Vidian por el hecho de que este sea de facto el que da las órdenes, aunque Vidian le haya comentado que puede hacer que se convierta en la capitana definitiva del Destructor Estelar, y decide investigarlo un poco. Así nos enteramos de que, según la biografía oficial, Vidian era un ingeniero corelliano y que cuando tuvo el síndrome de Shilmer, hizo su fortuna desde la cama jugando en bolsa. Por su parte, Skelly ha regresado a su apartamento y encuentra que lo han registrado. Sin saber muy bien por qué ha huído cuando menos lo espera se da cuenta de que Hera está allí.

Hera escucha lo que Skelly tiene que decir sobre Cynda, el thorilide y los explosivos pero se va decepcionada. Skelly no tiene motivaciones políticas y no le sirve. Así pues, toca volver al objetivo principal. Hera dirige sus pasos hacia El cinturón de asteroides, la cantina de Okadiah. Hacia allí también va Zaluna con el data-cube.

Kanan y Zaluna llegan a la cantina casi al mismo tiempo y mientras Okadiah deja a Kanan a cargo del fuerte, Zaluna les pide una cosa poco habitual, quiere sentarse en el lado interior de la barra. En realidad lo que hace es desactivar las cámaras de vigilancia de El cinturón de asteroides y en el episodio se revela que si bien es una gran espía digital, es un desastre como agente de campo, ya que ni siquiera se ha quitado la placa con el nombre que lleva en el uniforme de trabajo.



Kanan Jarrus tal como lo vemos en Star Wars Rebels y en su figura Disney Infinity

El encuentro entre Zaluna y Hera tiene lugar. En su afán por ligar con Hera, Kanan termina siendo testigo de la conversación y de la entrega del data-cube. Hera empieza a examinarlo allí mismo: datos sobre espionaje y, lo que es más importante, los datos sobre como se ha obtenido cada uno de los registros. El estudio de dicha información puede usarse para saber donde llega y donde no llega el Imperio. Los datos abarcan desde la antigua república hasta las últimas horas antes de la detención de Hetto, y hay un dato sorprendente: ¿por qué se ha pedido información desde el Destructor Estelar sobre Lemuel Tharsa, alguien que visitó Gorse hace 20 años? De repente alguien llega a la cantina y al verlo, Zaluna recoge el data-cube y se va corriendo; Skelly saluda a Hera y Kanan.

Skelly le pide a Kanan su tarjeta de Moonglow para poder entrar al día siguiente y coincidir con Vidian durante la inspección, pero obviamente Kanan se niega. Por otro lado, cuando se entera que Hera es quién ha liberado a Skelly, le pregunta si se da cuenta de lo que ha hecho. Hera parece darle la razón parcialmente. En ese momento, entran stormtroopers en la cantina. Por su parte, Zaluna está escondida fuera reflexionando sobre que hacer.

Kanan encierra a Skelly en un cuartito y cuando los stormtroopers quieren abrirlo, Skelly finge ser un wookie borracho. Entonces Hera llega como si fuera otra camarera con diversos productos de limpieza industrial para calmar al supuesto wookie, momento en el que los stormtroopers prefieren irse a quedarse y estar cerca de un wookie borracho, desatado y peligroso. Después de que los soldados se hayan ido, Hera trata de seducir a Kanan para que este le preste su pase de Moonglow. Después de todo, el principal objetivo de Hera en Gorse no era el data-cube, sino Vidian. ¿Por qué el Conde muestra tanto interés en Gorse y Cynda? ¿Por qué quiere inspeccionar una empresa tan pequeña como Moonglow? ¿Qué interés tiene Lemuel Tharsa?

Finalment, Kanan acepta llevar a Hera hasta Moonglow y meterla en las instalaciones, pero nada más.

Segunda parte: Reacción.

Sloane lleva a Vidian hasta Moonglow para su inspección en una lanzadera tipo Lambda sobrevolando, a petición del Conde, las demoliciones y obras que este ha ordenado en Gorse. Mientras los imperiales están desembarcando y Vidian se dirige al interior de Moonglow, llega el hoverbus con el que Kanan lleva a los mineros de la cantina al trabajo y viceversa, y es el momento en el que le presta su identificación a Hera para que entre en Moonglow. Al mismo tiempo, Skelly espía desde el restaurante de enfrente mientras intenta abrir la tapa de la cloaca por las que llegar a Moonglow él también. En ese punto, cuenta con la involuntaria ayuda de Drakka el propietario, que al sorprenderlo en su local lo echa por la cloaca.

Skelly por fin tiene la oportunidad de hablar con Vidian pero la cosa no va como él esperaba ya que el Conde solo contempla su muerte. Del primer golpe envía el holodisc al suelo y con el segundo alcanza el rostro de Skelly. A pesar de todo, este puede acabar huyendo al exterior por una cinta transportadora y de allí, de nuevo por la alcantarilla. Por su parte, Hera no tiene mucha suerte y apenas encuentra algo de información sobre Lemuel Tharsa, que estuvo como visitante en Moonglow hace 20 años, antes de tener que huir por los conductos de ventilación. Fuera de Monnglow está Kanan fingiendo reparar el hoverbus, cuando observa que hay stormtroopers corriendo. Cree que Hera está en peligro y se escabulle dentro de Moonglow saltando un muro, pero solo para ser capturado inmediatamente.

Después del incidente con Skelly, Vidian continúa el tour por Moonglow cuestionando el uso de droides, ya que en caso de caer en las cubas de ácido tardan más en disolverse que los trabajadores orgánicos y eso detiene más tiempo la producción. Recibe en ese momento una llamada del Barón Danthe que le comunica que tiene que duplicar la producción de thorilide, lo que con el aumento del 50% del día anterior hace que en realidad tenga que triplicar la producción actual, lo que enfurece a Vidian hasta el punto de que cuando Lal le confirma que no puede producir tanto, el Conde la empuja a una cuba de ácido y, para "ayudar", remueve con una pértiga para que se disuelva antes... la escena es observada desde lejos por Hera.

En cuanto Vidian abandona el lugar, llega Gord que está a punto de tirarse al ácido para salvar a su mujer, cosa que impide Hera. Para Lal es demasiado tarde. Gord, sospechando que Hera pueda ser la culpable, la agarra y la lleva a una estación de vigilancia para comprobar las cámaras de seguridad. En otro lugar ya, el Conde encuentra la situación desesperada ya que ni siquiera Moonglow, la empresa más eficiente de Gorse, está cerca de poder cumplir los objetivos de producción marcados por el Emperador. Así, ante una situación desesperada, se dispone a ver el holodisc de Skelly, por inútil que le parezca a priori. Por lo que respecta a Kanan, este es rescatado por Hera cuando Sloane le pedía la identificación como trabajador de Moonglow y abandonan juntos la factoría. Nada más llegar a la calle, Kanan ve una sospechosa mochila al lado de la lanzadera Lambda en el momento en que Vidian y su séquito se disponen a embarcar y tiene el tiempo justo de poner a Hera y a él mismo a cubierto antes de la explosión, de la que solo sale con vida el Conde. Entre las llamas y los escombros, Kanan alcanza a ver a Skelly que sale de la alcantarilla y huye en una speeder-bike.

Después de la explosión Hera se esconde en un tejado cercano para analizar la situación y ve a Gord salir de Moonglow con la intención de enfrentarse a Vidian y como los stormtroopers le dan una paliza. También observa como Kanan, con permiso para estar en la zona como trabajador de Moonglow, colabora en las tareas de salvamento y un poco más allá como Vidian y Sloane discuten. Los imperiales requisan el hoverbus. Hera y Kanan suben entonces a un transporte de thorilide y después de deshacerse del conductor droide se dirigen hacia el espaciopuerto de Highground para recuperar el hoverbus. Durante el trayecto, Hera reflexiona sobre lo poco que ha averiguado sobre Vidian que no supiera ya y lo poco que sabe de Lemuel Tharsa. También reflexiona en voz alta sobre la cantidad de veces que Kanan ha llevado a cabo acciones altruistas casi heroicas en las últimas horas, a pesar de su postureo. Por su parte, Skelly ya ha llegado a Highground, y lo ha hecho justo a tiempo de ver llegar el hoverbus de Okadiah y al Conde Vidian bajar de él.

Vidian con nuevos planes se dirige a otra lanzadera Lambda cuando llegan Kanan y Hera a Highground justo a tiempo de presenciar la segunda explosión causada por Skelly, que esta vez sale proyectado hacia el hoverbus de Okadiah con su speeder bike. La moto queda empalada en el transporte, y Vidian les da el alto a Kanan, que estaba intentando recuperar el hoverbus y volver a la cantina, a Hera y al herido Skelly.

Gord se suma a la fiesta con la intención de detener a Vidian por el asesinato de Lal, y cuando el Conde ordena a los soldados que lo abatan, el besalisk se lía a tiros, con tres blásters y una granada. Hera y Kanan, atrapados en el fuego cruzado también empiezan a disparar y Skelly por su parte aprovecha para intentar robar el hoverbus y usarlo como medio de escape. Como experto en bombas es bueno, pero como conductor es pésimo y Kanan y Hera son prácticamente arrollados por el transporte fuera de control. Gord es también desequilibrado por el transporte, momento que el Conde aprovecha para lanzarse a una pelea cuerpo a cuerpo con él. Finalmente, el hoverbus acaba por salir del espaciopuerto, con Kanan y Hera agarrados a su fuselaje. La capitana Sloane permanece en todo momento parapetada detrás de los restos de un ala de la lanzadera y es la que advierte a Vidian de que el hoverbus escapa, y que además de Skelly hay dos personas más. Sloane organiza la persecución, con TIEs y ordena un bloqueo de las carreteras, mientras el Conde, que acaba de despachar a Gord, da la orden de matar a Skelly y de capturar a los otros dos conspiradores.

Después de varias acrobacias, Kanan logra entrar al hoverbus con la ayuda de Skelly y descubre que Hera ya lo había logrado y es la que conduce ahora. Con una de las bombas de Skelly consigue detener uno de los tres transportes imperiales que los persiguen, con la suerte de que el efecto dominó hace que los tres queden atascados. Sin embargo, llegan los TIEs mientras ellos intentan llegar a The Pits. Hera es la mejor piloto que Kanan ha visto en su vida y eso les permite esquivar los dos primeros ataques TIE, aunque el giro de 180 grados que se ha visto obligada a realizar Hera, haga que se dirijan adonde están los transportes parados. Kanan diseña un plan para eliminar un TIE permanentemente y pide a Hera que disminuya la velocidad. Con la ayuda de Skelly se asoma a la escotilla superior del hoverbus y prepara un paracaídas. En el momento justo pide a Hera que acelere al máximo, lo que hace que el paracaídas se hinche y ascienda enredándose con las alas del TIE que sorprendido gira bruscamente chocando con una torre que le había pasado inadvertida al piloto. No obstante, queda un TIE y los stormtroopers de los transportes ya están a distancia de tiro. Hera da la orden de agarrarse y embiste los restos de los transportes usándolos como rampa. Una vez en el aire, el smoothride que había sido usado como hoverbus de superficie durante los últimos 10 años, vuelve a volar. Hera ha conseguido lo que ningún otro piloto había logrado. Por su parte, el segundo TIE que perseguía al vehículo, sorprendido por la maniobra, choca contra una chimenea.

Después de su milagrosa huída, Skelly, Hera y Kanan discuten acerca de qué hacer y en ese momento oyen un ruido que viene del baño del hoverbus, cuya puerta siempre se atasca. Así descubren que Zaluna lleva allí desde la noche anterior. Atrapada con los fugitivos, Zaluna lo primero que hace es desactivar el dispositivo de vigilancia y espionaje que había en el hoverbus.

Después de que pase por el cementerio de naves de The Pits, los satélites imperiales pierden la señal del hoverbus, lo que junto a la ayuda de Zaluna que conoce todos los puntos ciegos del sistema de vigilancia permite que el grupo llegue a The Asteroid Belt. Allí, Kanan esconde al resto, y charla con Okadiah que le pone al corriente de lo ocurrido. Después de la charla, Kanan se reúne con sus "compañeros" y discuten sobre el Imperio y el espionaje. Zaluna averigua que ha sido despedida gracias a su holoproyector portatil, que a continuación usan para ver la grabación de seguridad del hoverbus. De este modo descubren que el nuevo plan del Conde es destruir Cynda.

En el Ultimatum la teniente Deltic reporta el informe de la proyección. Destruir Cynda y extraer el thorilide de los fragmentos en órbita resultantes, como se hace con los cometas, es posible. Pero en diez años Gorse sería destruido. En The Asteroid Belt, Kanan se ha ido y Skelly y Zaluna duermen. Hera no cree que destruir Cynda sea posible así que empieza a pensar en abandonar el sistema y poner a Zaluna a salvo. Sobre Kanan piensa que sería un buen aliado, pero que si no tiene conciencia, no hay nada que hacer.

La noche siguiente, disfrazados con unas túnicas que Kanan había ganado en una partida de Sabacc, salen de The Asteroid Belt. En un punto del camino toca separarse. Skelly tiene intención de inmolarse en el deposito de explosivos de Gorse, para retrasar lo máximo la posible destrucción de Cynda. Zaluna acepta la oferta de Hera para irse con ella. Por su parte, Kanan pregunta a Hera adónde les lleva, pero Hera le responde que no lleva pasajeros. Kanan queda sorprendido, pero Hera le aclara que lleva a Zaluna porque ha colaborado con el data cube a la lucha contra el Imperio y por eso la lleva a algún lugar seguro, pero que Kanan solo va a la suya y que eso no le interesa. Mientras Kanan observa como Hera se va, hay una explosión colosal en Cynda. Kanan sabe que Okadiah estaba trabajando en la luna y sin pensarlo coge una speeder-bike para ir a buscar al Expedient, y luego recoge a Hera, la única piloto capaz de llevarle a Cynda a través de los escombros espaciales fruto de la explosión.

Después de volar hasta Cynda, Kanan y Hera se introducen en la antigua estación minera de Moonglow, para ir descubriendo cadáveres. Kanan usa sus poderes jedi para poder rastrear a Okadiah y llegan justo para que este exhale su último aliento en su presencia. Con sus últimas palabras le dice a Hera que mantenga a Kanan cerca, que el chico vale la pena.

En el Ultimatum el Conde Vidian está exultante. El especialista del que Sloane no sabía ni que estuviera en el Destructor Estelar, Lemuel Tharsa, ha confirmado que el 97% del thorilide ha quedado intacto después de la explosión y que es plausible pulverizar Cynda con propósito minero. En la luna, Kanan y Hera dan sepultura a Okadiah. Luego, reciben a través del busca de Kanan como empleado de Moonglow, las instrucciones del Imperio: todos los cargueros deben acompañar al Ultimatum a Calcoraan (la base de operaciones de Vidian) y el resto de tráfico espacial está prohibido. El Expedient es un carguero de explosivos, así que si no quieren quedarse atrapados en Gorse, deben ir a Calcoraan.

Tercera parte: Detonación.

La flotilla del Ultimatum llega a Calcoraan y mientas la capitana Sloane reflexiona sobre el planeta, el Imperio y la figura del Conde Vidian, recibe una llamada del Barón Danthe interesándose por los proyectos del Conde.

El Expedient también llega a Calcoraan con un Kanan meditabundo, que mientras recuerda los remordimientos que tenía los primeros años después del fin de la orden Jedi, sopesa que debe hacer en el futuro, y si seguir a Hera o no. Por su parte, Zaluna lee en su datapad que el Imperio ha dicho que la explosión en Cynda es culpa de Moonglow y ha liquidado la empresa, poniendo todos sus activos bajo control imperial.

Después de aterrizar en la estación orbital, Hera quiere hacerla volar por los aires, pero Kanan opina que eso solo retrasaría la operación y que lo que deben hacer es conseguir que el Imperio desestime la idea de la pulverización de Cynda. El nuevo plan es sustituir el informe original por una falsificación que diga que una vez destruida la luna, el thorilide ya no será aprovechable.

Equipados con trajes de contención para manipular el baradio-357 esperan una oportunidad de empezar con su plan, momento en el que Vidian pasa cerca y Kanan y Hera tienen que impedir que Skelly cometa un nuevo atentado. El tiempo pasa y el Expedient está cerca de completar su cargamento, motivo por el que es necesario que paren el proceso de algún modo. Si no, les obligarán a partir. Kanan consigue parar el movimiento de contenedores de baradio-357 atascando un droide en el conducto. Una vez parado el flujo, regresa al Expedient a por un hovercart.

Zaluna va desactivando momentáneamente las cámaras de vigilancia mientras el grupo se acerca al núcleo de la estación, hasta llegar a las dependencias de Vidian.

El Conde está en su cámara de tratamiento y recuerda cuando a partir de una inspección en Gorse y su enfermedad cambió su cuerpo y su vida. Terminado el tratamiento, se incorpora y explica a Hera y Kanan que sabe que están en su habitación desde que han entrado.

Al ser los blásters ineficientes contra el Conde, el combate se desarrolla en el plano físico y termina con Hera prisionera de un campo de contención y Kanan a merced de Vidian que convoca a un droide interrogador. No obstante, el droide en lugar de suministrar el suero de la verdad a Kanan, le inyecta un potente somnífero al Conde, ya que estaba siendo controlado por Zaluna. Mientras Kanan y Hera se reponen y Skelly aprovecha los recursos médicos de Vidian para darse un tratamiento de bacta, discuten que hacer a continuación y tratan de hackear el ordenador del Conde.

La cámara de Vidian es en su conjunto un punto ciego colosal, y no parece que haya ningún equipo de vigilancia interior con el que tratar de ver alguna grabación de Vidian introduciendo la contraseña en el sistema. Sin embargo, Kanan recuerda que Vidian es medio cyborg y tras examinar su cabeza inerte, encuentra un puerto. Zaluna conecta un holo-proyector directamente al cerebro del Conde. Descubren entonces que Vidian ha mentido al Emperador al afirmar que el suministro de thorilide duraría 2000 años en el caso de pulverizar Cynda. La realidad es que la degradación del thorilide haría que en un año no quedara nada. Descubren también, que la mentira tiene como objetivo perjudicar a Danthe, ya que Vidian le ha prometido que después de cumplir con la cuota de thorilide que ha pedido el Emperador para el primer año, va a cederle la explotación de Gorse a él. Finalmente, al investigar quién es el científico que ha firmado los informes mineralógicos, averiguan que Lemuel Tharsa y el Conde Vidian son la misma persona.

Fingiendo ser Vidian, convocan a Sloane a sus aposentos y allí la reducen y la aprisionan en el campo de éxtasis. Kanan entonces le dice que es un agente directo del Emperador y que necesita su ayuda.

Kanan, Hera y el resto regresan al Expedient para terminar de cargarlo y seguir como si nada. Sloane despierta a Vidian y se lo cuenta todo. El Conde revisa sus archivos y encuentra que hay datos borrados. No cree que Kanan sea un agente imperial pero tampoco que se haya tomado tantas molestias solo para vengar la muerte de su jefa Lal. Su principal hipótesis es que trabaja para alguno de sus rivales. Para agradecer a Sloane que lo haya rescatado sin llamar la atención, envía una oferta para pasarse al sector privado al capitán titular del Ultimatum. El destructor estelar ya es de facto la nave de la Capitana Sloane.

Durante el trayecto de regreso al sistema Gorse-Cynda, Hera y Kanan tienen una nueva conversación sobre las motivaciones de él, pero de nuevo Hera es incapaz de llegar a una conclusión sobre la conveniencia o no de permitir a Kanan seguir yendo con ella. Zaluna, en la cabina, duda sobre si traicionar al grupo y salvarse ella, o seguir luchando.

Finalmente el Expedient sale del hiperespacio y rodeados de TIEs, comprueban que el plan de Vidian sigue su curso. Ya están perforando la luna para instalar las cargas de baradio-357 y al cabo del rato llega la estación procesadora Forager. En el comunicador oyen las instrucciones de Sloane y Kanan le pregunta a Skelly por qué hay un tiempo límite para la detonación. Según Skelly, si tardan demasiado en hacer explotar las primeras cargas, el ácido xenobórico que utilizan para taladrar Cynda corroerá los detonadores y no habrá explosión. Después de oir esto, Kanan despliega el cañón del Expedient.

El baradio-357 se transporta en unos contenedores cuyo agente refrigerante es altamente tóxico y con unos efectos peculiares: en el caso de que una persona se vea expuesta, se convierte en un maníaco homicida. Kanan pretende crear el caos entre la flota de cargueros que están entregando el baradio-357 y por un canal que oye todo el mundo, finge estar envenenado y amenaza con atacar a diestro y siniestro. No obstante, mientras Hera pilota el Expedient de la manera más aparentemente errática posible, Kanan en realidad solo abate a algunos TIEs y dispara fuego intimidatorio en las rutas de los transportes, lo que es suficiente para desorganizar el convoy.

Sin embargo, faltos de munición y perseguidos por nuevos escuadrones de TIEs y viendo que su plan de demorar la explosión intimidando a los mineros no va a funcionar, deciden cambiar de plan otra vez. Zaluna propone abordar el Forager y usar su sistema de comunicaciones para enviar un mensaje que pare el proceso. Gracias a la habilidad de Hera como piloto, entrar en la nave les resulta relativamente fácil.

Sorprendidos de seguir vivos después de la accidentada entrada del Expedient en el hangar trasero del Forager, Zaluna se pertrecha con sus gadgets electrónicos y Kanan, autoconvenciéndose de que es para que no lo encuentren si registran la nave, coge su sable láser y también las bombas de Skelly, que apenas puede ya andar. Bajo fuego enemigo consiguen subir a un tramcar que circula colgado del techo, momento en el que pierden a Skelly. Para dejar atrás a los stormtroopers que les persiguen, a medida que avanzan con el tramcar Hera y Kanan disparan a los contenedores de ácido xenobórico que empieza a precipitar sobre los imperiales, y siguen avanzando hasta que a mitad de camino, la energía es cortada y el tramcar deja de funcionar. Hera abandona el vehículo para seguir a gatas por un conducto superior, mientras que Kanan usa su pistola de rápel para arrastar el tramcar inerte y llevar así a Zaluna. En el Ultimatum, Sloane recibe un mensaje directo del Emperador.

Solo quedan 10 minutos para la ventana óptima de detonación cuando Kanan consigue llevar a Zaluna hasta la cámara de comunicaciones. Pero al llegar no pueden entrar los dos. Primero entra Zaluna, que cuando empieza a usar una de las consolas es sorprendida por Vidian, que la ataca. Kanan, consigue ampliar el hueco para entrar y se enfrenta al Conde. Zaluna, cuando se recupera del primer ataque, intenta disparar a Vidian a quemarropa, pero el bláster funciona mal y provoca la explosión de su cargador de energía, lo que deja a Vidian y Zaluna momentáneamente ciegos. Entonces llega Hera, que amenaza con despresurizar la estancia y enviar a todo el mundo al frío espacio. Quedan 4 minutos.

Sloane recibe órdenes del Emperador. De hecho, aun sin creer del todo a Kanan, albergaba algunas dudas, motivo por el que había consultado con Danthe, la única persona que ella conocía con posibilidades de contactar directamente con el Emperador. Así, con todos los recursos imperiales disponibles, se descubre el auténtico plan de Vidian en toda su extensión. Primero volar Cynda, explotarla un año y cumplir con el pedido del Emperador; luego, ceder la explotación a Danthe y así hundirlo por su mala gestión, o si este le acusara a él de estafa, hacer recaer la culpa en Slone y algún defecto en la demolición de la luna; con este año de margen, Vidian pretendía terminar de desarrollar droides capaces de trabajar en la cara de Gorse que siempre da al sol, la parte del planeta y del sistema, más rica en thorilide, un dato que ha ocultado desde que era el inspector Tharsa, ya que hasta este momento su archirrival Danthe tiene el monopolio de droides y drones resistentes a las altas temperaturas de la cara diurna de Gorse. Sloane llama al Forager, retira el enlace comunicativo para la detonación y ordena a los stormtroopers que están allí que detengan al Conde Vidian.

Vidian discute con Sloane y le dice que sus trabajadores van a restablecer el enlace comunicativo y volar Cynda igualmente. Sloane entonces ordena a los stormtroopers que ejecuten a todos los trabajadores del Forager y empieza una masacre. En el fuego cruzado Hera y Kanan intentan huir pero son detenidos por Vidian. Todos los trabajadores y stormtroopers están muertos. Vidian consigue llegar a la consola de control pero Sloane impide la detonación destruyendo con los láseres del Ultimatum la torre de comunicaciones del Forager. Sin ya ninguna posibilidad de hacer explotar la luna e ignorando completamente a Hera y Kanan, Vidian abandona el puente justo cuando es alcanzado por un TIE Bomber. Kanan ya había empezado a perseguir al Conde, pero tiene que regresar para salvar a Hera, lo que consigue únicamente usando sus poderes Jedi y exponiéndolos a la twi'lek.

Kanan, Hera y Zaluna consiguen huir en una cápsula de escape. Vidian por su parte, se dirige a la popa de la nave en busca del baradio-357 que transportaba el Expedient, cruzando las zonas inundadas de ácido xenobórico, lo que va descomponiendo sus extremidades cibernéticas. Cuando llega al Expedient intenta subir, pero es detenido por Skelly que en su último aliento hace explotar sus bombas, el Expedient, el baradio-357 y todo el Forager. Atrapada en la onda expansiva, la cápsula de escape solo se salva porque Hera es capaz de orientar el escudo de reentrada atmosférica hacia la explosión y una vez pasado lo peor, aprovecha para dejar la cápsula a oscuras y caer hacia Gorse como si fuera un resto más de la explosión y escapar así del seguimiento imperial.

Cuarta parte: Evaluación de daños.

En Gorse, Sloane asiste a la fiesta de inauguración de la nueva explotación de la cara diurna del planeta a cargo del Barón Danthe. La capitana ha recibido el ascenso a capitana titular del Ultimatum gracias al descubrimiento de thorilide en la cara solar de Gorse por el que se ha llevado parte del crédito. En otro planeta, Hera y Kanan dejan a Zaluna, que no quiere recuperar la vista, para que viva en una pequeña granja.

Finalmente, Hera y Kanan llegan a un acuerdo. Kanan la acompañará, no como pasajero ni compañero, tampoco como revolucionario o rebelde, sino como tripulación de su nave. Hera no está segura al 100% de que Kanan sea un Jedi, o un aprendiz de Jedi, pero se pregunta cómo sería tener a alguien intenso en la fuerza como aliado. Kanan, en el Ghost, la nave de Hera, pondera qué hacer con su vida, qué debe hacer un Jedi sin maestro. Y recuerda a Billaba: "A lo mejor la respuesta te llegue de otro modo".


Comentario crítico

 
"Durante mucho tiempo perdí mi camino pero ahora puedo cambiar las cosas" (Kanan Jarrus)

La novela “A New Dawn” tiene una estructura lineal, salvo los saltos entre escenarios cuando suceden cosas en lugares distintos y es fácil de leer y seguir. Aunque tenga formalmente cinco segmentos, en realidad está dividida en tres partes, ya que el prólogo apenas ocupa un par de páginas, y la cuarta parte funciona como un epílogo de dos capítulos. De las tres, las mejores son las dos primeras, que tienen un equilibrio entre pausa y acción más conseguido que la tercera parte, que para ser el desenlace, es la más tranquila de todas y con un parón un poco exagerado que va de los capítulos 37 al 40. Aún así, el final no llega a ser del todo decepcionante aunque cuando llega el clímax, las escenas más trepidantes ya las hemos leído todas.

Este trabajo cumple con su propósito, entretener, sin alardes y presenta buenos personajes con bastante oficio. Es cierto que son planos, pero eso se explica por el hecho de que toda la historia pasa en un lapso de tiempo de unos 2-4 días. En realidad el único que ha de evolucionar es Kanan, que empieza como un personaje que va a la suya y tiene que terminar uniéndose a Hera. El cambio es pequeño, y eso se agradece, ya que una metamorfosis completa de buscavidas pendenciero a héroe rebelde sería inconsistente. Dicho esto, el resto de personajes son sencillos, aunque no caen en el estereotipo. En cuanto al malo, el Conde Vidian, es un extraño remedo de General Grievous más Darth Vader pero le falta mucho carisma.

En cuanto a la trama, además de las típicas aventuras en las que los “buenos” han de impedir que el “malo” lleve a cabo su plan, hay un transfondo de economía, marketing y política galáctica que añade cierta profundidad al universo SW, ejemplarizado en el tratado de marketing galáctico agresivo de Vidian (cap. 5) o la explicación sobre los problemas de expansión de la antigua República (cap. 11). El autor también añade profundidad a la psique de Kanan, y nos muestra su reflexión acerca de Obi-Wan (cap. 9) y el papel de los Jedis, sin conexiones afectivas con el mundo, como fugitivos perfectos (cap. 13).

En cuanto a los defectos de la obra, destacaría las acciones inconsistentes de algunos personajes, como Zaluna (cap. 20), la gran cantidad de deus ex machina, sobre todo en lo que se refiere a las habilidades de Hera, por ejemplo las que exhibe en el rescate de Kanan (cap. 26) o el hecho de que Vidian tenga más vidas que un gato, hasta cierto punto normal porque es un cyborg, pero totalmente increíble en el caso de la capitana Sloane (cap. 28). También tiene detalles que convierten la novela en previsible, que se concentran en las dos primeras partes. El más flagrante es el del hoverbus. Cada vez que el autor lo nombra, menciona que ya no puede volar, con lo que se ve a la legua que cuando haga falta, alguien conseguirá que lo haga (cap. 30).

Como no podría ser de otro modo, la novela está trufada de huevos de Pascua y guiños a la saga, como la referencia a hacer vacaciones en Alderaan si se quiere paz y tranquilidad (cap. 37) o la que se hace a la futura destrucción de la primera Estrella de la Muerte (cap. 50).

Para terminar, solo comentar que la novela ponen la primera piedra para un nuevo universo SW, ya veremos si cuaja, en el que las mujeres si forman parte del brazo militar del Imperio, con Soldados de Asalto mujeres (cap. 31) y una capitana la mando de un Destructor Estelar.

En resumen, una novela entretenida y recomendable para los fans de la saga o de las novelas ligeras de aventuras, y que gracias a los guiños y referencias también puede gustar a los expertos en el antiguo UE. Muy apropiada para los fans de la serie de televisión SW Rebels.




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Artículo creado por Amadeu Branera y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
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