"Mis aliados me traicionaron. Los leviatanes son todo lo que necesito" (Lord Dreypa)
Lord Dreypa lanza a sus leviatanes tanto contra La Tribu como contra Los Condenados que llegan hasta la zona comandados por Kaliska. Los grandes engendros toman a sus víctimas con sus tentáculos y se alimentan de su energía vital que queda atrapada en las burbujas que tienen en su espalda.
Parlan, El Hilador, espera que Dreypa le recompense por haberlo salvado pero el Sith le responde que sus anteriores aliados le traicionaron y que jamás confiará en nadie ya que la única ayuda que precisa es la de sus leviatanes.
Sin la protección del Sith Parlan trata de huir pero se topa con Takara que enciende su sable y se enfrenta con él. El hilador no es rival para la joven pelirroja que no tarda en tumbarlo sin embargo cuando está a punto de rematarlo este le dice que se gire. Takara cree que se trata del viejo truco del despiste pero pronto descubre que no es así y observa que tras ella un leviatán ha cogido a Iliana, su madre.
Takara luchan contra el monstruo y consigue matarlo con la ayuda del Hilador al que incluso llega a prestar su sable sin embargo cuando su madre es liberada la criatura ya ha extraído gran parte de su energía vital y la bella mujer es ahora una vieja decrépita.
Lord Dreypa y sus leviatanes atacan a Los Condenados
Dreypa, que sigue recordando poco a poco su pasado, grita exigiendo que le den lo que han escondido y cuando Takara pregunta a Kaliska a que se refiere esta le hace una confesión. El aislamiento de Los Condenados es algo autoimpuesto y no algo a lo que se han visto abocados ya que aun conservan una vieja nave.
El viejo aparato se llama "La última esperanza" y esta escondido en "El Círculo Eterno" en la capital Thav, bajo el jardín delantero y es prioritario destruirla ya que si Dreypa llega hasta ella podría extender su barbarie por las estrellas. Hay que hacer algo y hacerlo rápido así que Takara se ofrece a luchar contra Dreypa reteniéndolo el tiempo suficiente para que el Hilador y Kaliska lleven a su madre a Thav y destruyan el aparato.
Antes de que pueda partir Kaliska es apresada por un leviatan y mientras Takara encara a Dreypa el Hilador huye con Iliana a la que deja en Thav junto a su marido, Varner, gobernador de la tribu. A Varner le cuesta creer que la vieja que está ante él sea su mujer y cuando esta le esta contando lo sucedido un gran estruendo sacude la sala. Parlan ha llegado hasta la nave y en lugar de destruirla acaba de robarla.
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