Portada Nº10 de Star Wars

"Si esperas salvar lo que queda de los Jedi, chico ... deberías darte prisa" (Director de Juego)

Un Destructor Estelar y varios cazas TIE tratan de alcanzar la nave de Sana, que acaba de abandonar el planea en el que se refugiaban Han y Leia. Mientras conduce su nave, sus dos pasajeros toman los mandos de los cañones para tratar de eliminar a sus perseguidores. El supuesto matrimonio entre Han y Sana crea gran tensión entre los tres y los reproches son constantes. Por si todo esto fuese poco la piloto, que está preparando el salto hiperespacial, alardea de nave y afirma que la Cobra Voltio no sólo es más veloz que el Halcón Milenario, sino que es la más rápida de la Galaxia. Su situación es comprometida, pero consiguen efectuar el salto deshaciéndose con ello de sus perseguidores imperiales.

La Cobra Voltio intentando zafarse del acoso Imperial

Mientras esto sucede C3PO y Chewbacca, que están siguiendo la pista de Luke, llegan a Nar Shaddaa. El wookie se muestra a gusto en un ambiente como el de mítica luna sin embargo al dorado androide se le nota nervioso y desconfiado. A pesar de sus quejas, C3PO baja a tierra y recorre las calles buscando información sobre el paradero de su amo. Los peores temores de nuestro metálico amigo se ven cumplidos cuando varios androides lo atrapan y tratan de desmontarlo para vender sus piezas sin embargo Chewie llega al rescate y destroza a los atacantes.

Tras el altercado sufrido Chewbacca y C3PO continúan la búsqueda del joven Skywalker y visitan el mismo bar en el que su amigo estuvo tiempo atrás (ver Nº8). El droide exhibe, como siempre, sus exquisitos modales sin embargo tanto él como su peludo compañero son recibidos con hostilidad e involucrados en una gran pelea.

Chewbacca es mucho rival para los parroquianos y termina haciéndose con el control de la situación. Sin tiempo que perder, y con C3PO como traductor, el Wookie sube a la azotea con el barman y, tras alzarlo bocabajo de un pie, amenaza con tirarlo si no le da información interesante. El asustando barman confiesa que el joven al que buscan está en poder de Grakkus el Hutt pese a lo cual Chewbacca lo suelta justo en el momento que un transporte de residuos pasa junto al edificio.

Chewbacca intimidando al barman

No muy lejos de allí Luke, custodiado por dos androides y con las manos esposadas, es conducido a la arena donde deberá combatir en breve y, rodeado por guardias que portan electrobastones, es colocado ante un encapuchado que se hace llamar "Director del juego". Pese a que en un primer momento Luke se niega a pelear, los conocimientos que este misterioso y musculoso personaje parece tener del templo Jedi de Coruscant, del que afirma que ha sido transformado en Palacio Imperial, llaman su atención.

El "Director del juego" le dice que todos los datos y enseñanzas que quedan de los Jedi son los que posee Grakkus el Hutt en su cámara y le promete que, si vive, podrá echarles un vistazo. El "Director del juego" le devuelve a Luke su sable de luz y, como parte de su entrenamiento, le insta a que pelee. El joven así lo hace y, aunque pone todo su empeño en la pugna, pronto queda claro que su rival le supera tanto física como técnicamente.

Luke entrenando con el Directo de Jeugo

Luke pierde su pelea, pero eso no pone fin al entrenamiento y el joven se ve obligado a luchar con los androides y sus bastones eléctricos. Grakkus el Hutt y el Director del juego observan la lucha desde las gradas y coinciden en que, pese a su inexperiencia, el joven es poderoso en la Fuerza. Tras su breve observación ambos personajes pasean por una especie de hangar en la que el Hutt guarda a sus bestias de combate y Grakkus reconoce que, para el último del los Jedi, tiene preparada a una bestia especial que muestra a su acompañante diciendo "Habrá sangre y sables de luz".

A bordo de la Cobra Voltio Han y Sana discuten sobre su supuesta boda y, aunque Han lo niega, Sana mantiene que ambos se casaron en Stenness. Leia interrumpe la discusión para anunciar que acaba de hablar con la flota rebelde y que deben poner rumbo a Nar Shaddaa para ayudar a Luke. Sana se niega a colaborar con los rebeldes, pero Leia la convence prometiendo que le entregará a Han a cambio de que la lleve allí.

Dengar uno de los míticos cazarrecompensas del universo Star Wars

Mientras tanto, no muy lejos de allí, en un oscuro rincón de un local de mala muerte un informador gungan habla con Dengar quien, por encargo de Jabba el Hutt, está buscando a Han Solo. El gungan, que espera recibir algún tipo de recompensa, no sabe donde encontrar al corelliano, pero si conoce el paradero de Chewbacca y está dispuesto a dárselo, si el pago es bueno.

"Habrá sangre y sables de luz" (Grakkus el Hutt)

Desde el punto de vista argumental este décimo cómic aporta más bien poco entre otras cosas porque se trata, creo yo, de un número de transición mientras esperamos que los otros dos grupos, y Dengar, lleguen hasta Nar Shaddaa, aventuro que justo en el momento en el que Luke se enfrente a la lucha con la gran bestia.

El nuevo personaje, el "Director de juego", y el modo en el que se nos presenta me desconcierta. Todo indica que estamos ante un poderoso guerrero que, pese a no ser un Jedi, tiene conocimientos muy precisos acerca de la Fuerza y muestra gran destreza en el empleo de los sables de luz. Es probable que ambos "talentos" sean fruto de una labor autodidacta en la que ha empleado la información y los objetos Jedi acaparados por Grakkus, pero tendremos que esperar a ver que nos cuenta Jason Aaron.

Del citado personaje tampoco conocemos sus verdaderas intenciones ya que, si bien es cierto que da la impresión de que desea ayudar a Luke, no sólo para que sobreviva al duelo sino para que obtenga información sobre la Orden, no lo es menos que es la mano derecha del Hutt y que parece serle totalmente fiel. Pero dicho esto, y teniendo en cuenta la tremenda simplicidad argumental de las entregas anteriores, me inclino más por la segunda teoría.

En lo que se refiere a Chewie y C3PO, es difícil imaginar una historia menos imaginativa que la que se nos entrega con su llegada a Nar Shadddaa. Y es que el androide de protocolo incurre en los mismos errores de siempre, el wookie hace uso de su fuerza bruta para salir airosos de todas las situaciones, y en su búsqueda de Luke visitan los mismos sitios y ven a la misma gente que este y eso hace que tengas una sensación constante de Déjà vu.

Con las "tensiones" entre Han, Leia y Sana pasa un poco lo mismo y las hemos visto tantas veces que, al menos a mí, ya me agotan. Me agotan y me frustran ya que, tras tres números en los que la supuesta boda de Han y Sana está sobre la mesa, aun no se nos ha aclarado nada y eso, lejos de hacer que estemos más expectantes, hace que cada vez nos importe menos y le demos menos credibilidad.

Por lo que respecta al apartado gráfico debo decir que la falta de detalle, y perfilado, en muchas de las viñetas de Stuart Immonen sigue sin convencerme. Da la sensación, aunque la composición y el estudio anatómico sean siempre cuidados, que estamos ante un dibujo vago y despreocupado ya que cuando se lo propone consigue gran nivel de detalle y firma viñetas brillantes.

Debo añadir también que ciertos personajes están desproporcionados y algo "fuera de plano", como ocurre con Luke, al que en ocasiones vemos con mucho brazo y con gran anchura de hombros y en otras mucho más fino y estilizado. Si soy sincero es el personaje que menos me convence precisamente por esos cambios que he citado y que me hacen pensar que no ha encontrado la forma definitiva que quiere darle y por eso pasa de una a otra. Puede que esto se deba también a la obsesión que parece tener por que su Luke se parezca al actor Mark Hamill, lo que en mi opinión, no se consigue o al menos no plenamente.

La estela que deja el Halcón en las viñetas de este número

Como último apunte sobre el dibujo decir que me parece un error dibujar la estela de algunas naves, especialmente la del Halcón Milenario, como una banda sólida de color (ver imagen). En mi opinión no queda bien y se podrían haber estudiado otras formas ya que, si lo que se quería era indicar la maniobra que se está trazando, con dos simples rayas, o con una banda semitransparente también se hubiese conseguido.

Resumiendo, y siempre EMHO, un número bastante insulso y falto de argumento en el que por no encontrar no encontramos ni la acción habitual que nos venían ofreciendo los números anteriores, y que además, incurre en los mismos errores de dibujo a los que ya estamos acostumbrados

© S I T H N E T
Esta sección está coordinada por Nassira A. Dors y el Coronel Kurtz y es posible gracias a la
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