"¿Cómo puedo pedirl a mis hermanos que luchen por mí si yo no lo hago?" (Marashia)
Aunque el planeta errante es grande y Jao y Werdd pueden estar en cualquier sitio Ania está convencida que los encontrarán en los restos de la Matriz de Comunicaciones de Carreras (ver números anteriores) y hacia allí se dirigen.
Ania, Sauk, AG y los soldados trandoshanos toman tierra y se dirigen a la gran antena de comunicaciones. Uno de los soldados, cuyo código es azul 5, se retrasa ligeramente y, cuando nadie lo ve, envía un mensaje facilitando las coordenadas de su posición.
Al llegar a la Matriz el grupo encuentra a Jao sujeto con unas cadenas energéticas que la joven inutiliza con facilidad. Al ser liberado su amigo le dice que jamás debió enviarle el mensaje que los ha llevado hasta allí y que tenga cuidado porque Wredd está cerca.
Como si hubiese oído el aviso Wredd se muestra al grupo, pero antes de que estos abran fuego contra él les indica que una flota esta llegando a la zona. Se trata de un nutrido grupo de Sith que forman parte del ejército del Sith Único y Wredd, tras devolver a Jao su sable de luz, le dice que sólo luchando juntos podrán vencerlos.
Darth Wredd luchando contra los soldados sith del Sith Único
Jao, Ania, Sauk, AG, los trandoshanos y Wredd luchan contra los Sith que los superan en número y la única solución pasa por hacerse fuertes en una posición y atrincherarse en ella. Para conseguirlo Wredd pide la ayuda de Jao y ambos, usando la Fuerza, consiguen demoler una gran estructura de metal que al caer, no sólo acaba con muchos enemigos, sino que crea una pared protectora para ellos.
Sauk, que vio como uno de los soldados envió un mensaje le acusa de haber sido él quien ha delatado su posición. Este lo niega y afirma que con quien ha contactado es con la Emperatriz del triunvirato. Wredd corrobora la afirmación del soldado y confiesa que fue él quien avisó a los Sith ya que su intención es acabar con todos ellos.
Mientras los Sith, tras tomarse un respiro, intentan otro asalto una flota del Triunvirato llega a la zona. La propia Emperatriz, Marashia, viaja en una de las naves, ataviada con la armadura de los Caballeros Imperiales a los que también pertenece y está dispuesta a bajar a tierra para combatir junto a los suyos.
Antares Draco, líder de los Caballeros Imperiales trata de convencer a Marashia para que no participe directamente en la lucha y le recuerda que su estatus de Emperatriz la hace demasiado valiosa y que no pueden arriesgarse a perderla. Ella en un primer momento se niega a escucharlo, pero termina haciéndole caso.
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