"Si algo he aprendido en política es que todo puede negociarse" (Marashia Fel)
Ania Solo trata de obtener una entrevista con la Emperatriz Marasiah Fel para abogar por la liberación de su amigo Jao Assam, pero no sólo no consigue su propósito sino que Antares Draco le hace ver que ninguna prueba librará al preso de su sentencia de muerte ya que la traición a los Caballeros Imperiales está fuera de toda duda.
La joven se retira a la nave con el resto de sus amigos mientras en las celdas una gran explosión hace que salten las alarmas. Tropas del triunvirato llegan a la zona, pero lo único que consiguen es ver como una gran nave escapaba llevándose a Jao.
Tras el incidente varios soldados llegan hasta la nave de Ania y se la llevan a la fuerza. La joven que, gracia al contacto de AG con la holored, ya sabe que Jao ha escapado, cree que la van a culpar de la fuga sin embargo Ania es llevada ante la Emperatriz.
Marashia le dice a Ania que sabe que no tiene nada que ver con la fuga ya que han estado vigilándola y le informa que tiene una propuesta que hacerle. La joven no recibe bien la noticia de que ha sido vigilada, pero decide escucharla. La propuesta de Marashia es sencilla, como miembro de los Caballeros Imperiales y como Emperatriz no puede ni ayudar ni perdonar a Jao, pero si facilitarle en secreto recursos para que lo encuentre y lo traiga de vuelta. Si así lo hace buscará la forma de eludir la acusasión de traición.
Las tropas trandoshanas entregadas a Ania Solo
Ania acepta la propuesta de la Emperatriz sabiendo que esta negará todo si el asunto se desvela y recibe un nutrido grupo de soldados trandoshanos que esta le entrega para que le ayuden. La joven regresa con sus amigos y tras acomodar como pueden a los soldados en la bodega parten en busca de Jao sin contar con pistas o con un plan claro.
Jao despierta encerrado en un campo de energía y al otro lado de la misma ve a Darth Wredd. El Sith le dice que quiere su ayuda para llevar el orden a la Galaxia y él le responde que jamás lo hará y que nunca conseguirá que el Lado Oscuro lo seduzca. Sin inmutarse por la respuesta Wredd decide contarle su historia…
Wredd creció en un planeta tranquilo y siendo joven era uno de los mejores cazadores. Había algo especial en él y cuando se familiarizó con ello supo que era su capacidad para usar la Fuerza. En esa época los Jedi ya habían sido masacrados en Osus y habían desaparecido de modo que Wredd, pese a desearlo, no poudo unirse a la Orden.
El joven decidió tomar el camino Jedi por su cuenta e, incapaz de hacer un sable de luz, forjó una poderosa espada de metal con la que se enfrentó a los Schor-Goya, una raza de fieros salteadores que asolaban las aldeas de su mundo. Usando la fuerza y su mejor acero Wredd los derroto y se convirtió en una suerte de guardián pacificador de su mundo al más puro estilo de los Jedi.
El joven Wredd luchando contra los Schor-Goya
Todo cambió con la llegada de un grupo Sith ante los que Wredd nada pudo hacer. Ese día debió morir, pero uno de ellos vio su potencial y lo tomó como aprendiz. Ese mismo día los Sith probaron una super arma en su mundo matando a todos sus habitantes y sacando de órbita el destrozado planeta y Wredd juró que se vengaría.
El maestro de Wredd no era muy listo, pero si muy poderoso y Wredd tuvo que esperar años hasta que pudo hacer algo contra él. Fue cuando se toparon con los Caballeros Imperiales y lo traspasó con su sable mientras combatía con ellos.
Contada su historia Wredd pide a Jao que se una a él para conseguir que en la Galaxia reine la paz y el equilibrio, pero Jao no le cree. Wredd saca de un bolsillo la punta de una espada de metal y la tira contra el control de mandos diciendo "aquí tienes una prueba" y acto seguido se marcha.
Jao usa la Fuerza para mover la punta de la espada y manipular los controles para anular el campo energético que lo encierra y cuando lo consigue acude al puente de mando de la nave. Wredd lo está esperando allí y le muestra lo que hay ante ellos, su mundo mundo natal, ahora una árida bola errante que confirma aun más la veracidad de su historia.
Ania recibe un mensaje en su nave de alguien que se identifica como Jao y que viene acompñado de una coordenadas. Puede ser una trampa pero la joven y sus amigos deciden probar suerte y cuando llegan a la zona indicada se topan con el árido planeta errante en que ya estuvieron anteriormente.
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