“Tu asunto con Ania ha terminado. Déjalo ahora y vivirás” (Jao)
Para protegerse de la lluvia ácida Ania se arrodilla y se cubre como puede con su cazadora. Su situación es desesperada pero AG llega hasta ella y la conduce hasta una cueva cercana donde ambos se protegen de la mortal tormenta. La lluvia ha generado daños en AG y este, temiendo que sus recuerdos fallen y su programación como asesino le lleva a matar a su amiga, le pide a esta que lo desconecte.
En la estación Jao combate con la misteriosa cazadora y la arrincona sin embargo esta le lanza un detonador que el Caballero imperial no puede detener. Jao usa la Fuerza para protegerse de la explosión, pero queda inconsciente mientras su rival, que lo da por muerto, sale a buscar a Ania.
La cazadora llega hasta la cueva y se enfrenta con Ania que la reconoce como una de las guardias de Drashso, el campo en el que estuvo presa. Su perseguidora le cuenta que estuvo años haciéndose pasar por ella para evitar ser juzgada por crímenes de guerra hasta que un entrometido Caballero Imperial la descubrió y tuvo que matarlo.
AG recoge a Ania y la pone a resguardo de la lluvia ácida
La antigua guardiana sabe que su mano mecánica es lo único que puede incriminarla y por eso, tras atar a Ania, se dispone para amputarle la mano y cambiársela por la suya de modo que todo cuadre. Para hacerlo necesita el instrumental que tiene en su nave, un bombardero TIE, y lo llama usando el mando a distancia que tiene sin embargo la nave no llega sola ya que Jao llega a ellos siguiéndola.
El Caballero Imperial consigue cortarle la mano mecánica con que empucha su látigo láser, pero la mujer consigue desenfundar un bláster y apunta a Ania que acaba de ser liberada de sus ataduras gracias al uso que ha hecho Jao de la Fuerza. La única solución que encuentra Ania es pulsar el mando de control que se le ha caído a su rival y cuando lo hace el TIE se lleva a esta por delante y la empotra contra la pared de la cueva.
El bombaedero TIE se lleva por delante a la antigua guardia de Drashso
Un grupo de soldados del triunvirato, alertados por todo lo ocurrido, llegan a la zona y detienen a Ania a la que conducen hasta Coruscant para que sea juzgada. El delito del que se la acusa es grave y el juicio es rápido. La joven cuenta la historia de la guardia de Drashso y de su suplantación, pero carece de pruebas sólidas y el tribunal no la cree.
Jao, que ha acudido con AG y Sauk al juicio, sostiene que cree en la joven y presenta como prueba la mano mecánica que le amputó a la antigua guardia apoyando con ello la versión de Ania. El tribunal acepta su declaración y la joven queda libre sin embargo Jao es arrestado. Cuando la joven pregunta que será de Jao su amigo Sauk le dice que al estar acusado de traición será ejecutado.
Mientras tanto el Caballero Imperial recibe una extraña visita en su celda. Se trata de un enmascarado que le tiende una un sable de luz y le dice que tiene una via de escape. Cuando la luz ilumina el rostro del desconocido Jao veo que se trata de Darth Wredd.
|