"La Galaxia es un lugar enorme y difícil" (Ania Solo)
Uno de los acreedores de Ania Solo acude, en compañía de un ayudante, a la luna donde la joven tenía su chatarrería. Su intención es cobrar la deuda pero no sólo no encuentra a la joven sino que nada de lo que queda allí le es de utilidad.
Una misteriosa mujer, enfundada en un traje con casco que impide reconocerla, llega hasta ellos y exige que le digan cual es el paradero de Ania Solo. Ninguno de los dos responde y la desconocida, que porta el látigo láser, los golpea con fuerza hasta que estos, que juran no saber nada, le ofrecen los créditos que lleven encima.
Lejos de allí Ania, Sauk y el resto del grupo esta atravesando un campo de minas que rodea el planeta sobre el que deben aterrizar para completar un encargo que han aceptado para obtener fondos. La tarea no es sencilla, y por eso está bien pagada, pero la pericia de AG a los mandos les permite tomar tierra en Puerto Lasgo.
La nave de nuestros héroes atravesando el campo de minas
Nada más bajar de la nave Ania ve que unos lugareños llevan, atados con argollas, a un grupo de yarthuls. La joven, que sólo conoce a estos animales como pacíficos animales de monta y tiro, pregunta por qué los tratan así y el alienígena que los conduce le dice que se trata de animales salvajes que deben ser domados. En una breve conversación con el custodio la joven se entera que, pagando una cantidad bastante elevada, todo el que lo desee puede montar un yarthul en la arena y si consigue permanecer sobre él hasta que este se detengay la doma se completa pasa a ser su propietario y puede venderlo por una cantidad muy elevada.
Aunque el dinero recibido por el viaje es una cantidad importante Ania decide intentar la monta y tras entregar una interfaz de comunicaciones como pago prueba sin suerte a montar a una de las criaturas. La joven dura poco sobre la bestia y nada más caer a tierra el grupo debe dejar el planeta ya que Jao encuentra un cartel con el rostro de Ania a la que se busca por toda la Galaxia por haber matado a un Caballero Imperial.
Todos regresan a la nave y salen del planeta enfrentándose de nuevo al campo minado que, por falta de atención del triunvirato sigue allí desde el final de la guerra. Ania niega haber matado a ningún Caballero Imperial entre otras cosas porque jamás se topo con ninguno sin embargo cuando Jao le pregunta de qué o de quién se escondía en Carreras la joven, tras dudarlo, decide contárselo. Un pequeño estallido impide que Ania inicie su relato y todos se reúnen en la cabina para ver que ocurre. Todo parece indicar que ha sido un micrometeorito, pero cuando envían a la sonda para que lo investigue esta muestra que la zona esta extrañamente chamuscada.
Bardada en esa misma zona flota una nave que parece una más de que han sido víctimas de las minas sin embargo la sonda descubre que hay gente viva dentro y avisa al grupo que decide abordarla para prestarles ayuda. La maniobra es rápida y tras igualar las presiones AG, Jao, Sauk y Ania entran en la descocida nave donde la joven descubre que uno de los tripulantes es un viejo conocido suyo llamado Ramid.
Ania Solo sella con un beso su reencuentro con Ramid
Tras un apasidonado beso con la Ania Ramid les cuanta que el aislante de red de su nave se fundió cuando pasaron cerca una mina y la joven pide ayuda a Sauk que responde que tiene suficientes piezas para arreglarlo. Tanto él como Jao desconfían de los recién aparecidos y, auque no le dicen nada a Ania, la instan a regresar con ellos a la nave para buscar el material que necesitan para la reparación. Ania les responde negativamente ya que quiere ponerse al día con su amigo, al que creía muerto, y en cuanto la puerta que une ambas naves se cierra los hombres de Ramid se lanzan sobre la joven y salen de la zona con rapidez ya que la nave no estaba rota.
Con AG a los mandos el grupo se lanza tras la nave de Ramid que dispara sobre ellos haciendo estallar varias minas que casi destruye su nave. Dentro del campo no pueden saltar al hiperespacio pero en cuanto salen de él así lo hacen dejando a Jao y al resto sin posibilidades de seguirlos.
|