"Vale menos de lo que valía su estúpido maestro" (El Misteriosos Sith sobre Wredd)
Cuando los dos guardias nalydanos montados en arañas rodean a Ania y a Jao la joven les revela que su compañero es un Caballero Imperial y, tras hacerles ver que no tienen posibilidades ante semejante oponente, les hace una oferta. El trato es sencillo, si los nalydanos les dicen todo lo que sabían de Deiben podrán llevarse su cadáver y ganarse la gloría de su captura.
Los guardias aceptan y, tras decirles que lo único que saben es que Deiben se dirigía a Dac cuando lo apresaron, regresan con el cuerpo de Dieben a la ciudad. Los guardias, que dicen no saber nada de Ania y Jao son recibidos como héroes y la pareja deja el planeta con rumbo a Dac.
Tras un rápido salto hiperespacial Jao, Ania y el droide que los acompaña llegan a Dac donde los escáneres se vuelven locos. Infinidad de restos de los gigantescos astilleros flotan en torno al anillo y no hay forma de saber si hay vida en algún lugar.
Dac rodeado por los restos de los astilleros y un montón de chatarra
Antes de que se puedan dar cuenta, y ocultos por los ecos de la flotante chatarra, varios cables de arrastre atrapan su nave y un grupo de droides se lanza sobre ella cortando con sopletes láser los motores y separándolos del casco. Sin fuerza motriz la nave es alcanzada por un rayo tractor y llevada a un hangar activo donde dos desconocidos armados intentan atraparlos.
Jao usando su sable y el empujón Fuerza y Ania tirando de gatillo consiguen dejarlos fuera de combate y tras disfrazarse usando sus ropas deciden explorar la zona. La pareja no tarda en llegar a una gran estancia donde comprueban que un montón de mon calamari están siendo usados como esclavos.
El Caballero Iimperial llama la atención de una calamariana y de un Quarren y ambos, asustados al pensar que son guardias, se acercan a ellos. Sin previo aviso la mon calamari saca un cuchillo y ataca a Jao pero este la detiene con facilidad y le muestra su sable de Caballero Imperial para que vea que son amigos y pueden confiar en ellos.
Respondiendo a la pregunta ¿Qué está pasando aquí? la muchacha, que se llama Luen y su compañero Quarren les enseñan una gran flota y les cuentan que miles como ellos fueron engañados. Se les dijo que reconstruir Dac era posible y todos acudieron alegres a intentarlo pero a su llegada fueron esclavizados y obligados a construir una flota para un grupo liderado por un fiero Sith.
Sin dudarlo Jao ordena al androide que envíe un mensaje cifrado al triunvirato contando lo que ocurre y acto seguido acompañados por sus dos amigos intentan dejar el lugar. El Caballero Imperial hace tiempo que nota una presencia oscura y sus temores se confirman cuando al doblar una esquina se dan de bruces con un gigantesco Sith flanqueado por varios guardias.
Jao y Ania encuentran un Sith pero no se trata de Darth Wredd
Jao le pregunta si es Wredd y el Sith se ríe de él afirmando que Wredd es un simple aprendiz, un mosquito que el aplastaría con facilidad si apareciese por allí. El Sith no está dispuesto a peder el tiempo con tan poca amenaza y en lugar de enfrentarse a ellos manipula un control que hace que el suelo bajo ellos se abra.
Ania, Jao, Luen y el quarren caen por un conducto que los lleva hasta una capsula de escape la cual, tras soltarse del astillero, vuela en rumbo programado hasta Dac y cae en el océanos hundiéndose con rapidez hasta llegar al fondo que esta lleno de los cadáveres del genocidio de Dac.
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