“He visto imperios alzarse y caer y el único resultado es más caos” (AG-37)
La Matriz de Comunicaciones del Sistema Ithori, cuyo control corresponde al Caballero Imperial Jao Assam, ha sido completado pero el maestro Yalta Val sigue sin aparecer y no se ha recibido ninguna comunicación suya.
Preocupado por lo ocurrido el inexperto caballero contacta con la Emperatriz Marashia y dado que su misión esta completa le pide permiso para salir a buscar a Yaltal. Ella, que esta acompañada por el Caballero Imperial Draco Antares, se lo prohíbe y cuando la comunicación finaliza ambos discuten. Antares confía en el juicio de Jao y cree que se debería investigar el asunto sin embardo los efectivos del triunvirato y de los caballeros imperiales son escasos y Marashia se vuelve a negar.
En Carreras Sauk y Ania, tras fracasar en su intento de vender el sable de luz escapan de los cuerpos de seguridad por las alcantarillas. Sus perseguidores se les echan encima y disparan sobre ellos que, al no tener armas poco pueden hacer. Ania esta pilotando y entrega el sable su amigo calamariano para que lo emplee y aunque este se muestra muy torpe un golpe de fortuna hace que corte una cañería llenado el conducto de vapor. Sin poder ver por donde cirulan los vigilantes se estrellan contra las paredes de las alcantarillas y la pareja escapa y se dirigen al talle de Ania.
Sauk pierde el equilibrio y corta varias cañerías con el sable de luz
El Sith que se hace pasar por el maestro Val mientra mantiene a este encerrado en el planeta oscuro Mala contacta con su prisionero. Yalta quiere saber porqué no lo ha matado y porqué le ha colocado un casco que no se pude quitar y el Stih se lo explica. Le esta haciendo exactamente lo mismo que en su día le hizo su maestro y espera que eso lo doblegue y lo lleve a Lado Oscuro.
Acabada la breve charla el Sith, respondiendo a un mensaje de la Gobernadora de Carreras, acude a su palacio donde le informan del intento de venta de un sable de luz y de la muerte de varios vigilantes. El Sith afirma que se trata de su sable y sin tener en cuenta las protesta de la gobernadora decreta el bloqueo del planeta y, tras elegir a varios hombres, anuncia que se ocupará personalmente del asunto.
El Sith llega hasta el negocio de Ania donde pilla a la joven y a Sauk. Haciendo gala de muy poca paciencia reclama su sable pero Ania se lo niega diciendo que tiene derecho a él y activa un gigantesco droide de seguridad para que la proteja. El falso Caballero Imperial usa la Fuerza para atraer el sable hasta él y acaba con facilidad con el droide.
Con el sable ya en su poder el Sith se marcha ordenado a sus hombres que los maten, pero cuando estos lo van a hacer un golpe de fortuna, la aparición de varias ratas gesaw, los despistan y eso permite que Ania y Sauk escapen.
La pareja trata de dirigirse a su nave pero son interceptados y acorralados sin embargo la oportuna aparición de AG-37 que dispara sobre sus acosadores les permite escapar. El droide, del tipo IG (asesino y centinela), es un buen cliente de Ania y decide ayudarla permitiendo que ella y su amigo calamariano suban a su nave y dejen el planeta con él.
AG-37 dispara para proteger a Ania y Sauk
AG, que ha visto mucho mundo y afiram que la única época en la que hubo algo de equilibrio fue en los tiempos de esplendor de la Orden Jedi, confiaba que con el reciente triunvirato podrían traer algo parecido, pero una vez visto como se ha comportado Val ya no lo tiene tan claro.
En el hangar Sauk trabaja sobre el pequeño droide en el que encontraron el sable y consigue extraer una grabación en la que se ve a un caballero imperial luchando contra el que se hace llamar Val. El Caballero Jedi porta el sable de hoja verde que Ania intentó vender pero el otro, el falso Val, lleva uno de hoja roja.
AG y sus pasajeros han descubierto el engaño pero no tienen tiempo para comentar el asunto ya que en ese mismo momento saltan todas las alarmas. El trío se dirige al puente y lo que ven no es bueno, frente a ellos hay más de 50 naves.
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