Portada del Nº5 de Darth Vader and the lost command

"Si. Yo te mate. Mate a Anakin y al niño que llevabas en tu vientre" (Vader a Padmé)

Vader discute con la visión de Padmé como si ella estuviese viva y cuando esta le hace ver el estado en el que se encuentra por sus malas acciones él le responde que todo ha sido culpa de su antiguo maestro Obi-Wan. Luego, airado al oír que su mujer lo llama Anakin es Oscuro Señor del Sith le dice que ya no hay nada de aquel joven en él y la visión desaparece.

Furioso por la pérdida Vader despliega toda su ira, arranca las cadenas eléctricas que lo atan a al columna de la catedral e irrumpe en la sala adyacente gritando "¿Dónde está ella?". Garoche y Sharo escapan de Vader mientras Shale trata de contenerlo y se enfrenta a él al grito de "Estaré encantado de matarte con tu propia arma".

Sin dejar de preguntar por su esposa Vader derrota a Shale que pese a tener el sable del Sith no es rival para este. Vencido el capitán Imperial dice que todo lo ha hecho por la amistad que le une a Garoche y afirma odiar al emperador porque trata a sus soldados como si fuesen esclavos y los sacrifica de forma caprichosa.

Darth Vader se protege de la explosión generada por Shale

"Tu muerte no significa nada y no va a cambiar nada" le dice Vader y Shale le responde "Y la tuya tampoco" y acto seguido activa un cinturón con cargas explosivas que lleva bajo la ropa. Vader consigue lanzarlo lejos instantes antes de que la bomba detone y aunque sufre nuevas heridas consigue salvar la vida.

Tras recuperar el aliento el Sith se interna en los sótanos de la catedral donde vuelve a encontrarse con la visión de Padmé, esta vez con el rostro deformado como si hubiese sido desenterrada tras llevar años muerta. Su mujer lo mira con dureza y le dice "Tu me mataste" y Vader, tras arrodillarse ante ella, contesta entre lágrimas "Si. Yo te mate. Mate a Anakin y al niño que llevabas en tu vientre".

"Te perdono" responde la visión y desaparece siendo reemplazada por la figura, esta si real, de Sharo. La dama confiesa que ha sido ella la que le ha traído la visión, como regalo, ya que tiene el don de ver y de hacer que otros vean. Vader le pide que la traiga de vuelta y cuando Sharo responde que no puede el Sith usa la Fuerza para estrangular a Garoche forzando así a la mujer a traer de regreso a Padmé.

Darth Vader despliega todo su poder ante Garoche y Sharo

Sharo repite que no puede hacerlo y llevándose la mano al estómago le pide que tenga clemencia ya que tiene a la hija de Garoche en su vientre. Vader suelta al hijo de Tarkin y Sharo dice "Es como yo pensaba" pero el Sith cambia de pronto el rostro y responde "No" y aprieta los puños mientras, gracias a la Fuerza, hace que todo se desmorone en derredor suyo. "Aun no. No hemos tenido tiempo" dice Garoche y Sharo le abraza con fuerza y responde "Tranquilo. Lo hemos tenido".

Vader despierta en una sala médica donde lo están curando y reensamblando y el Emperador le dice que ha estado días enterrado vivo y felicita por haber completado su misión con éxito. Garoche ha muerto y eso ha hecho que Tarkin, que cree que su hijo fue asesinado por los nativos, sea aun más fiel a la causa Imperial. Palpatine mira a Vaer y dice "Aun queda mucho por hacer" y este arrodillándose ante él responde "¿Cuáles son sus deseos Maestro?".

"Tu muerte no significa nada y no va a cambiar nada" (Vader a Shale)

I.- EL GUIÓN

Con este quinto número se pone fin a esta serie, breve pero intensa, y cuyo gran atractivo es que nos muestra a un Darth Vader torturado por su pasado y que, pese a todo su envilecimiento, sólo busca una cosa, el perdón de Padmé.

Dicho perdón lo obtiene aquí gracias a la visión de su mujer que le proporciona Sharo sin embargo la oscuridad sigue estando muy presente en el Sith que pese a encontrarse ante sus ojos a una pareja (Garoche y Sharo) que bien podría ser la que él pudo formar con Padmé no duda en destruirla.

Los motivos que llevan a Vader a pasar del arrepentimiento a la ira, y a la destrucción de la pareja, darían para varias horas de debate sin embargo dejaremos que sea el lector el que fije cual es la explicación que más le convence y cerraremos esta crítica dando una buena nota al guionista por rematar con acierto un trabajo que ha ido de menos a más.

II.- EL DIBUJO

Aunque ya hemos comentado que Rick Leonardi no se esmera demasiado a la hora de componer los fondos escénicos, y que se muestra un tanto apático en las viñetas generales (No completa los rostros ni detalla los cuerpos haciendo que la labor del coloreador sea todo un reto), lo cierto es que también nos ofrece viñetas de gran altura.

Entre lo mejor de su trabajo están, sin lugar a dudas, las apariciones de Padmé, y las escenas en las que Vader despliega su poder y, aunque el Sith en ocasiones está un tanto sobredimensionado, y en exceso musculado, hay momentos en los que Rick está ciertamente sublime.

Un ejemplo de esto último lo tenemos precisamente en esta última entrega, cuando Vader despierta colgado del techo de la sala quirúrgica, con las extremidades amputadas y con el emperador bajo él y varios androides en plena faena. La colación del punto de vista (Picado en cine) es todo un acierto y el resultado impactante (ver imagen).

Darth Vader colgado en la sala quirúrgica

Pero dicho esto no podemos cerrar esta crítica sin referirnos a las cinco fenomenales portadas de nuestro amigo, el genial ilustrador Nipón, Tsuneo Sanda, que nos regala en cada una de ellas una espléndida imagen de Vader. Todas ellas son sublimes pero a fuerza de ser sincero la del Nº2 es una verdadera maravilla y destaca sobre las demás.

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Esta sección está coordinada por Nassira A. Dors y el Coronel Kurtz y es posible gracias a la
inestimable colaboración, entre otros, de: Keyan Sark, Shirokawa Akira, Al Noah y Darth Jako
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