"Leia Organa ha vuelto a la custodia Imperial y esta vez sin opción de ser rescatada" (Dreed)
El "Repatador Mell", la nave de Nien Nunb, se acopla a la nave le Leia, la "Lord Junn", y los refugiados alderaanianos evacuados de sullust se reúnen con el resto de compatriotas. Evaan, vieja conocida de Nunb, habla con él y este le ofrece parte de su mercancía que incluye armas pesadas que son del agrado de Leia que afirma ser justo lo que necesita.
Leia está muy agradecida y entrega a Nunb como regalo "Las ondas de calcedonia", una de las joyas que pertenecieron a su madre y que se encuentran entre sus preferidas. El sullustano acepta el collar cuando Leia insiste y justo en ese momento entran en la sala Covis y Jora que traen a la joven Tace esposada.
Leia con una gran arma energética del arsenal de Nien Nunb
Jora explica que el rastreo de la llamada que alertó al imperio los ha llevado hasta Tace, pero esta niega entre sollozos ser una traidora. La Princesa ordena que se suelte a la joven y se las deje solas y auque Jora protesta ella y su asistente sueltan las manos de Tace y se marchan. Ya en el exterior Jora clama contra Leia y Covis, que ve como un día adora a Leia y otro la odia, sugiere que se decida por una cosa u otra.
Leia, ya a solas con Tace, habla con ella y descubre que ha estado comunicándose con su hermana, Tula, sin saber que esta emite desde una base imperial. Cuando se lo cuenta la joven no puede creer que su hermana trabaje para los imperiales y, tras asegurar que debe estar siendo coaccionada, se ofrece a ayudar a la rebelión en lo que pueda. Leia le asegura que salvará a su hermana de las garras del Imperio y le dice lo que debe contarle la próxima vez que hablen algo que incomoda a Tace ya que nunca ha mentido a su hermana.
La recogida de refugiados no puede detenerse y por eso cuando llegan a Espirion la princesa envía a Uwa al planeta y pide a Jora que la acompañe como co-emisora. Espirion es un mundo muy militarizado, pero también muy respetuoso con todas las formas de vida, y en el habitan, desde hace siglos, muchos alderaanianos que no han tenido nunca contacto con su mundo natal.
Tras aterrizar en Espirion Uwa y Jora se reúnen con el Consul Rill quien, ejerciendo de buen anfitrión les presenta a Beon Beonle, el portavoz de los alderaanianos en su mundo. Beon es mitad alderaaniano y mitad espirioniano y, al ver que su mestizaje molesta a Jora que arruga el gesto, se ofende y decide dar por concluida la reunión sin que esta llega a iniciarse.
Buscando una solución Uwa habla con Rill que le dice que será difícil convencer a Beon para que vuelva a reunirse con ellas entre otras cosas porque su gente ya estaba molesta porque la princesa no acudiese en persona para negociar. Al escucharlo Uwa asegura que traerá a la princesa Leia y pide a Rill que así se lo comunique a los alderaanianos y convoque otra reunión.
Siguiendo la petición de la princesa Tace habla con Tula pero el Comandante Dreed, que está escuchando, nota que la cosa no va bien y ordena que se arreste a Tula. El Imperial se pone ante la cámara y afirma que matará a Tula y Leia, que también está escuchando, se mete en la conversación y solicita negociar por la hermana de la joven. Dreed, sorprendido al ver ante él a la princesa fugada, se ríe de ella diciendo que lo único que le interesa es lo que no le dará, su entrega, pero Leia lo sorprende y acepta.
Leia se entrega en Skaradosh al Comandante Dreed y este suelta a Tula
Desoyendo los consejos de todo del mundo Leia se despide de R2-D2 diciéndole que lo verá "en el otro lado" y viaja hasta el desértico planeta Skaradosh donde se cambia por Tula. La joven se marcha con la escolta de Leia y la princesa es esposada por los hombres del comandante Dreed que afirma ufano "Leia Organa ha vuelto a la custodia Imperial y esta vez sin opción de ser rescatada" y ella al oírlo sonríe maliciosamente.
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