"Me alegra ver que le agrada el poder Almirante" (Fel a Stazi)
I.- GUIÓN.
En este número no hay rastro de Cade Skywalker ni de sus compañeros y pese a ello, o tal vez gracias a ello, la trama que nos presenta el guionista es, en mi opinión claro está, una de las más interesantes que nos ha ofrecido la serie y, la que más espacio da para la reflexión.
Ver las fuerzas imperiales divididas y enfrentadas y comprobar que Stazi siente más cercanía por sus supuestos enemigos que por sus aliados nos demuestra que pese a combatir en bandos diferentes estamos ante militares expertos y muy profesionales que guardan, aunque haya momentos en que no lo parezca, un alto sentido del honor y, por qué no decirlo, cierto grado de caballerosidad.
Edouard Fenel líder de los "buenos", fomenta el motín, llama al asesinato y está dispuesto a disparar sobre indefensas cápsulas de escape mientras que el almirante Kelsan, al mando de los "malos", no duda en hacer lo posible para salvar a sus hombres y elige morir al mando de su nave cuando esta es evacuada para su destrucción.
Queda claro, una vez más, que en la guerra hay espacio para la brutalidad pero también para la caballerosidad y Kelsan y Stazi nos demuestran que dos enemigos irreconciliables pueden tener un gesto de compañerismo, una deferencia profesional, porque en la guerra, al menos para los hombres de honor, no todo vale ni hay buenos y malos sino hombres, acertado o errados, que se han visto forzados a combatir.
II.- DIBUJO.
Esta entrega nos presenta casi tantas viñetas de acción como de diálogo y ambas clases están resueltas con profesionalidad pero sin que ninguna llame la atención por su espectacularidad.
La maquetación es muy tradicional, secuencial y un tanto rígida, y en ella no se hace abuso excesivo del color ni de las páginas dobles. Además, aunque en algunas escenas de la batalla hay un número impresionante de Destructores iguales en ambos bandos, se puede identificar claramente a unos y a otros gracias a que el dibujante ha colocando una franja roja en la punta de las naves leales a Roan Fel y grandes símbolos rebeldes (Kalidor Crescent) en la nave insignia de Stazi.
Como dato curioso diré que son muchas las oportunidades que tenemos de ver puentes de mandos en este número y aunque esto no es nada nuevo lo que sí resulta refrescante es que Omar Francia dibuja en cada uno de ellos a un oficial femenina que, en segundo plano, sonríe ufana cuando su comandante toma una decisión (ver imagen)
En resumen, un trabajo digno aunque no brillante que permite una lectura cómoda y que apoya con acierto, pero sin alardes, a la narración.
© S I T H N E T
Esta sección está coordinada por Nassira A. Dors y el Coronel Kurtz y es posible gracias a la
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