LANDO Nº3

Artículo creado por Javier Yuste y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial de los mismos sin el consentimiento de los autores.

| Ficha y portada | Resumen de contenidos | Comentario crítico |

Ficha técnica y portada

 
Editorial: Marvel Comics.
Números: 3 de 5
1ª Edición: Septiembre de 2.015.
Páginas: 20 Aprox.
Precio: 3,99 $ EE.UU.
Historia: Charles Soule.
Dibujo: Alex Maleev.
Color: Paul Mounts.
Letras: VC's Joe Caramagna.
Portada: Alex Maleev




Portada regular de Lando Nº3

Resumen argumental

 
"Empiezo a comprender por qué el Emperador le ha seleccionado para esta misión" (O-66 a Chanath Cha)

Lobot, herido en el hombro por uno de los Guardias Imperiales, anuncia que los implantes le están fallando y que la única solución para no perder definitivamente la íntima unión que tiene con ellos es que su cuerpo sea curado cuanto antes. Es por ello que, mientras los gemelos Aleksin y Pavol contienen a los imperiales, Korin y Lando llevan a Lobot hasta el área médica de la lujosa corveta.

Nada más llegar a la citada sala introducen a su compañero en un tanque bacta para que su cuerpo se regenere y, siendo conscientes que la presencia de los dos Guardias Imperiales indica que la nave que han robado no pertenece a un viejo coleccionista sino al mismísimo Emperador, se hacen con un par de armas y regresan para ayudar a los gemelos.



Korin y Lando armándose para la lucha

Cuando ambos llegan a la sala comprueban que Aleksin y Pavol han derrotado a sus rivales y Korin, que ha notado algo raro en los caídos, retira el casco de uno de los guardias. El rostro que descubre no es normal y, aunque no sabe porqué ni como, está claro que ambos han sido corrompidos. Korin se pregunta si todos los Guardias tienen ese aspecto y Lando, que en su día conoció a uno y era completamente normal, responde negativamente.

Ambos están ansiosos por ver que esconde la cámara que protegían los Guardias así que entran en ella y comprueban que está llena de objetos. Korin, gracias a sus conocimientos, los identifica como valiosos objetos Sith y, aunque eso hace que tenga claro que se han metido en un enorme lío, conviene con Lando en que eso salda, de por vida, la deuda que tenía con él.



Chanath Cha con O-66

Mientra todo esto sucede, lejos de allí, en la instalación Imperial 729-D ubicada en el Borde Interior, Chanath Cha se dispone a inciar la nueva misión que se le ha encomendado, cuando se topa con una inesperada sorpresa. Al androide O-66 se le ha ordenado acompañarlo en su misión y para desplazarse deberán usar una nave llamada "Cimitarra".

O-66 le explica que pese a su aspecto la nave no sólo esconde varias sorpresas sino que está programada para seguir la firma del motor de la Imperialis aunque hay un problema, dicha firma es muy similar a la de las estrellas de neutrones. Acercarse a un cuerpo estelar de ese tipo puede ser muy peligro, pero eso no amilana a Chanath que, sin miedo, hace que la nave salte al hiperespacio.


Comentario crítico

 
"Empiezo a comprender por qué el emperador le ha seleccionado para esta misión (O-66 a Chanath Cha)"

Considero lo más justo comenzar por el guión, por la línea de esta tercera entrega, que sigue en perfecta sintonía con las anteriores: una pobreza alarmante que desmerece el conjunto, pues, hasta la fecha, el diálogo más provechoso que he hallado es el de los alados guardianes, intermediarios y traductores de Papa Toren con Lando (primera entrega); siendo que el resto carece de vida, de personalidad, de fondo.

Resulta curioso que uno de los personajes de la saga de "La guerra de las Galaxias" que mejor me cae es Lando Calrissian, pero en este cómic me está cayendo bastante gordo pues su faceta de seductor, en vez de ser soslayada o sutil, le hace merecedor de una soberana y castellana colleja en la unión del cráneo con el espinazo. Ya le vale al tío, que encima parece un pusilánime sin remedio.

Con el pobre Lobot se sigue parecida tónica. Tras recibir el certero ataque de los dos enemigos imperiales ocultos, vemos que el guionista lo convierte en poco más que un cacho de carne a merced de unos implantes; pero nuestro amigo es un ciborg, no un robot sustentado por un cuerpo de carne y hueso.

La escena en la que Lando y Korin se ponen a dar a la sin hueso mientras los gemelos se trabajan a los guardias supone un inciso demasiado largo y reiterativo. Unos se juegan el pellejo y otros están discutiendo por discutir.

Quizá la línea que mejor ha sabido trazar el guionista sea precisamente la que menos importancia tiene en este número, la intervención de Chanath Cha.



Los gemelos luchando contra los Guardias Imperiales

Respecto al trabajo del dibujante, se siguen detectando las carencias ya denunciadas en anteriores reseñas. Carencias muy comunes cuando lo que se persigue es llevar al papel un rostro conocido, en este caso el de Billy Dee Williams encarnando a Lando.

Todos los esfuerzos del artista se dirigen toscamente a plasmar los rasgos del personaje real y se abandona toda intención de realizar un trabajo aceptable en el resto de la viñeta. Las líneas gruesas y el abuso del entintado desenmascaran al dibujante.

En resumen otro número con un guión y un dibujo muy malos que, al haber pasado el ecuador del arco, evidencian que va a ser imposible remontar y que por ende se va a quedar, como muchos otros trabajos de los inicios de la era Marvel, en el olvido.




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Artículo creado por Javier Yuste y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
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