"Ya ha fallado comandante. Le sugiero que lo tenga presente" (Amedda a Pasqual)
Aunque, y este uno de los grandes reproches que le hago a la nueva era Marvel, no se nos da la fecha exacta en la que se ubica esta historia dentro de la cronología Star Wars, si se nos ha confirmado que ocurre "poco antes de los hechos narrado en El Imperio Contraataca". Esta vaga información, unida a que lo que nos contó el antiguo Universo Expandido (Ahora Star Wars Legends) ya no se tiene en consideración hace, y esta es una primera gran pega de guión, que no sepamos cual es la relación entre Lando y Lobot ni como encaja ahora la instalación de gas Tibanna de Ciudad Nube en sus biografías.
Y es que hasta ahora Lobot era un responsable de seguridad de Ciudad Nube que sirvió de juez en la partida en la que Lando ganó la Administración de Ciudad Nube y fue entonces cuando ambos unieron sus caminos. Antes de eso Lobot fue un esclavo, hijo de esclavos, al que Ellisa Shallence, entonces baronesa administrativa de Ciudad Nube, le dio, siendo aun casi un niño, una oportunidad de progreso cuando se le pilló robando en las instalaciones (se ganaba la vida así). Ahora, según lo establecido en este cómic, y manda "narices", Lobot es un "cobarde" que, para evitar luchar en el frente, se hizo colocar los implantes para, convertido en Cyborg, poder trabajar como táctico imperial lejos del peligro del campo de batalla. ¿Cómo se ha encontrado con Lando? ¿Cuál es su relación actual? ¿Cómo obtendrá Lando la baronía administrativa de Ciudad Nube? Son preguntas que no sabemos si se nos responderán en este, o en otros arcos, pero lo que se diga ya no será lo que conocemos, ya que esto ha quedado de facto invalidado (Total despropósito a mi juicio y además innecesario).
Dejando todo esto de lado, que es mucho dejar, e incluso obviando las absurdas frases de Lobot del tipo "Los implantes me dicen que .." el guión, además de flojo incluye algunos conceptos tanto anticanónicos como absurdos. Y es que si dar a una mujer el cargo de Moff es, como poco, discutible (por contrario al canon) llamarla "la Moff ardiente", hacer que se acueste con Lando y que se deje robar una joya porque este la seduce y la embauca es de chiste. Y no de chiste, sino de vergüenza, es que este guionista solvente el asalto a un astillero de la todopoderosa Sienar que esta protegido por el ejército Imperial con un simple "usaremos trajes de camuflaje y Lobot pirateará los sistemas", es inaceptable (Si la nave robada termina siendo, como parece, de Palpatine multiplíquese lo mismo por 100)
Los lápices en este arco corren a cargo del artista búlgaro Alex Maleev colaborador frecuente de Brian Michale Bendis que, aunque ha trabado para Dark Horse, Image, Marvel, DC y otras editoriales, es conocido sobretodo por su trabajo en "Daredevil".
Su estilo, que es muy europeo y se aleja un tanto del cómic americano actual, es muy personal y, aunque se nos entrega coloreado, por la técnica empleada es, al menos EMHO, más propio del blanco y negro que del color (Trazos irregulares y poco definidos, abundancia de negro e infinidad de rayas de apoyo para la definición de volúmenes y sombras, etc).
La sensación general que me trasmite es, debo decirlo, la de "dejadez" ya que, salvo la viñeta del astillero, y algunos primeros planos, el resto del cómic está lleno de figuras y rostros sin terminar que, aunque el coloreado trata de disimularlo, dan al lector sensación de que todo se ha realizado con rapidez y/o dejación. Sirvan como ejemplo estas imágenes.
Mas Ameda (Izquierda) Lando y Lobot (Derecha)
Más allá de esto, y dejando de lado algún que otro fallo de proporciones, y el maquetado de las viñetas, nada atractivo y muy rígido, creo que dar a los gemelos el aspecto de estilizados hombres pantera es un error. No ocurre lo mismo con Papa Toren y sus hijos que, más allá de que no me guste como los dibuja, entiendo que funcionan bastante bien como concepto.
Resumiendo, y siempre EMHO, pésimo arranque para este arco que, además de un guión poco trabajado, escasamente interesante y que maltrata a un personaje mítico como es Lobot, nos entrega un dibujo ciertamente mejorable. En fin otro pésimo producto de Marvel, al menos en su arranque, editorial que en lo que es Star Wars no da pie con bolo y que sólo con "Kanan: El último padawan" nos está dando algo realmente interesante y coherente.
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