"Estamos a años luz de una forja. Aquí fuera es donde debes ganar tu armadura" (Kra'ake)
Los guerreros mandaloreanos solo ofrecen dos salidas a los enemigos que se rinden a su ejército y a aquellos que son capturados; la esclavitud o convertirse en uno de sus novatos y luchar para ellos. Este último es el destino del Capitán Morvis y del joven Zayne Carrick después de ser capturados en Phaeda tras lo cual son forzados a luchar como novatos mandaloreanos en la conquista del planeta Hathor.
En la brutal operación los caballeros Jedi del maestro Dorjander Kace atacan la fortaleza para capturar la estación de comunicaciones mientras Carrick y Morvis, siguen a Kra'ake, su maestro de batallón en un ataque directo contra la fortaleza enemiga. El joven, que aun conserva su sable de luz pese a que no ser un caballero Jedi, no puede acabar con la vida de ningún Hathoriano y trata de evitar sus muertes inutilizando sus cañones defensivos antes de que sus compañeros maten a los artilleros.
Zayne Carrick luchando para los mandaloreanos en Hathor
Carrick consigue su objetivo pero todo su esfuerzo resulta inútil y los madaloreanos disparan contra los Hathorianos obligando a Zayne a salvar a uno de ellos. Kra'ake le reprocha su acción y también critica a Morvis por no ser capaz de pegar un solo tiro y, aunque esta dispuesto a castigarlos allí mismo, aparece una guerrera llamada Ko Sornell y se lo impide. La recién llegada a vencido en más de una ocasión a Kra'ake y este deja a los dos reclutas bajo su cargo jurando que si no los controla el mismo los matará.
Cuando Sornell se quita su casco Carrick comprueba que es la mujer a la que salvó, junto a su hijo, en Essien, y esta se muestra agradecida con él aunque recela de Morvis por el cual el joven se compromete a responder por él.
La refriega para entonces ya ha acabado y el maestro Kace suelta un largo discurso en el que afirma que se ha unido a los madaloreanos porque la república es corrupta. Los mandaloreanos respetan el valor de los Jedi en el combate pero los odian y cuando Carrick pregunta la causa. Sornell le explica que su magia no gusta a los manadaloreanos muchos de los cuales culpan a al orden Jedi del Desastre de Jebble y sólo los aceptan porque Mand'alor, el jefe supremo, así lo ordena.
Carrick y Morvis son acogidos en la casa de Sornell donde conocen a su pareja, Haarn y a sus dos hijos, uno de los cuales se llama Gheedor. Al joven le extraña que parezcan felices y puedan formar una familia y cuando se entera que su nueva protectora es experta en comunicaciones le pide que mande un mensaje en su nombre. Sornell le responde que no le debe tanto pero acepta pensárselo cuando Carrick le entrega un texto y le dice que es un simple mensaje para un viejo amigo y le insta a que lo lea con atención y decida por ella misma.
Zayne Carrick habla con Kace, maestro Jedi y guerrero mandaloreano
Esa noche, cuando todos duermen, Morvis se acerca a la cama de Sornell con un cuchillo pero cuando está a punto de matarla se detiene. Carrick le grita que no lo haga y ella despierta y lo reduce, tras lo cual ordena que sea enviado a la celda de los esclavos. Mientras se lo llevan Carrick le grita que no se preocupe que descubrirá que pretende Kace y justo en ese momento el maestro Jedi aparece a su espalda.
Kace le dice a Carrick que lo ha reconocido, que sabe que fue el padawan de Lucien, el maestro que tomó su puesto en el Consejo Jedi cuando dejó la Orden, y alaba los recursos que mostró cuando fue perseguido tras ser falsamente acusado. Kace no tiene claro si el joven es valioso o sólo tiene suerte, pero lo quiere en su próxima misión, la conquista de Phaeda. Carrick arruga el rostro al ver que Kace cuanta con destructores estelares y más de 100.000 hombres y que su destino es su planeta natal al que deseaba regresar para ver a su familia sin embargo ahora añora el nuevo apartamento y la novia que dejó en Coruscant.
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