"No podéis dejar que Feln emplee las tradiciones contra su propio pueblo" (Zayne)
Tras dejar a Zayne y a su amigo Gryiph colgados bocabajo Feln, en compañía de Borjak, se dirige al Santuario y desde allí contacta con el maestro Lucien. Feln le envía la grabación de los artefactos Sith que tenían los dos cautivos y le cuenta que no hay rastro de Celeste Morne ni del Talisman Muur.
Lucien cree que el joven ha podido matar a Celeste para apoderarse del Talisman y está seguro que pretendía llevar la grabación al Consejo Jedi motivo por el cual ordena a Feln que use el control remoto que tiene para destruir el Santuario borrando cualquier indicio sobre su existencia.
Un rotundo NO llena el santuario pero no es Borjak el que lo emite sino Haazen, otro miembro del pacto, que ha estado espiando la holotrasmisión y se ha sumado a la conversación desde Coruscant. Lucien cree que Zayne puede estar ya bajo el influjo del Talisman y no esta dispuesto a permitir que se apodere de los artefactos Sith que se guardan allí poro al final acepta los de deseos de su interlocutor por ser este un miembro del pacto más veterano y poderoso que él.
Lucien indica que no se destruya el Santuario, salvo que sea estrictamente necesario, pero ordena a Feln que mate a Zayne sin embargo cuando llega hasta donde él y activa su sable Borjak lo detiene. Según sus leyes todo aquel que ha estado en el santuario, y Zayne ha sido uno de ellos, tiene derecho a un combate sin armas.
Feln, que duplica en tamaño y musculatura a Zayne, no esta preocupado por el contratiempo y acepta sin embargo el joven los patea y golpea varias veces cuando esta desprevenido y huyes a toda prisa. Enloquecido Feln no tardan en alcanzarlo y lo derriba con facilidad pero cuando está a punto de darle el golpe de gracia alguien da la voz de alarma.
La nave en la que vino Zayne ha regresado y cuando la ve sobre el Santuario Feln recuerda la palabras de Lucien y, creyendo que vienen a por los tesoros Sith, activa el mano a distancia. La explosión es mayor de lo esperado y además del Santuario destruye el poblado entero y acaba con cuantos feeorines lo habitaban.
Al ver lo sucedió Borjak y sus hombres se dirigen hacia Feln y le dicen que las reglas han cambiado. Ya no hay Santuario y tampoco privilegios para los exaltados y como castigo por sus traición y sus acciones lo acuchillan hasta matarlo.
La nave desciende y Jarael recoge a Zayne y a Gryph y auque el joven esta desconsolado por que han perdido la grabación y con ella las pruebas que tenía contra Lucien la joven lo consuela. Tras abrir una gran maleta le muestra más de una docena de artefactos Sith que los hermano Moomo se llevaron a escondidas cuando oyeron que podían ser poderosas armas Sith.
En Coruscant, y ya al corriente de la muerte de Feln, Q'anilia y Xamar se reúnen con Lucien. La mitad de su círculo secreto ha muerto y no tienen claro que Lucien este llevando el asunto como debería. Q'anilia pide ver a Kryndra, la madre de Lucien, pero este se lo niega y ordena a Xamar, agarrándolo pro el cuello (ver imagen), que se reúna con el Almirante Karath que ha recibido ordenes de interceptar a Zayne si este trata de acceder al Consejo Jedi.
Ya a solas Xamar habla con Q'anilia de una visión que tuvo esta en la que él moría en el espacio, con la flota Republicana y víctima del fuego amigo. Xamer no tiene intención de acabar así y, sin rebelar a su compañera que planea hacer, afirma que es posible que haya una solución alternativa.
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