"¡Aberración genética! Y yo que creí que podías ser algo especial" (Adaska a Jarael)
Squint no soporta la presencia mandaloreana y lanza un ataque contra su líder pero este lo detiene con facilidad y lo derriba. Adaska no está dispuesto a consentir más peleas y pide a sus invitados que se dejen de juegos y presenten sus ofertas para hacerse con el control de las babosas espaciales.
El mandaloreano quiere ver a los exogorths en acción antes de ofrecer nada y Adaska ordena a sus científicos que den comienzo a los preparativos para la demostración.
Eejee comunica a Adaska que se ha descubierto algo especial en la sangre de Jareal y que los científicos desean informarle personalmente. La prueba de las babosas está a punto de iniciarse y como Adaska no puede ausentarse ordena a su fiel colaborador que se ocupe del asunto en persona.
Mientras esperan el inicio de la demostración el líder manaloreano pide la presencia de Rohlan y, pese a que este es un fugitivo, le agradece su medición y le promete dejarle libre si le hace un último servicio. Los mandaloreanos tienen cada vez más y más reclutas y están experimentando importantes problemas porque cada uno de ellos lleva una equipación diferente y única. Cassus Fett, uno de sus hombres de confianza, cree que el problema se solucionaría si todos vistiesen la misma armadura y el líder mandaloreano quiere que sea Rohlan quien la diseñe.
"Tantos nuevos reclutas. Diferentes especies, diferentes armaduras, diferentes
lenguajes y tan poco tiempo para aprender nuestros modos"
Rohlan acepta el encargo y le pide a Adaska que cumpla con su palabra de dejarle marchar con Jarael pero el arkaniano se niega. Hasta que se llegue a un acuerdo y la operación se cierre nadie se moverá de su sitio y eso le incluye a él y a la joven.
Vandrayk (el acampador), que está con los científicos que preparan la demostración, consigue contactar en secreto con Jarael pero Adaska los descubre y golpea a la joven. El arkaniano revela por fin su verdadero rostro, odia a todos los que tienen sangre impura y quiere darles muerte, y eso incluye a Jareal a la que por un tiempo creyó especial.
El líder mandalorano hace una oferta. Si le dan el control de los exogorths dejará que Adaska conserve su planeta y cuando derrote a la república desmantelará todas las corporaciones comerciales y los arkanianos se quedarán con todos los negocios de la Galaxia. Adsaka sonríe malicioso, la oferta es generosa y supera con creces el escaño en el senado que le había ofrecido el almirante Karath.
El maestro Lucien intenta matar a Zayne
Mientras todo esto sucede Lucien y Zayne consiguen zafarse de su captores y nada más hacerlo el maestro Jedi recupera su sable de luz e intenta acabar con su antiguo alumno. Zayne usa los brazaletes que le dio Jarael para detener el golpe (ver imagen) y sorprende a Lucien que comprueba que el joven ya no le tiene ningún miedo. Zayne se prepara para otro ataque pero Lucien le lanza una pistola láser y le dice que continuaran con su disputa cuando hayan detenido a Lord Adaska.
Eejee se reúne con el científico que ha analizado la sangre de Jarael pero cuando este le va a entregarle los resultados una misteriosa figura aparece y los mata a ambos. “Este conocimiento es sólo para mí” dice el enigmático personaje mientras se aleja.
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