"El Lado Oscuro es tentador para los menos experimentados" (Vandar Tokare)
El último recurso, la nave del Acampador, está sin energía frente a varias patrulleras y su loco dueño trabaja bajo la consola en busca de una solución. Los fugitivos acaban de ser declarados "peligrosos de nivel 1" y las patrulleras reciben orden de disparar sobre ellos pero en el último momento el acampador consigue energía y la nave se interna en un cinturón de asteroides cercano.
Las patrulleras no están dispuestas a jugarse el pescuezo y dejan que la nave se adentre en los asteroides y eso da a los fugitivos unos momentos de respiro. La nave necesita reparaciones pero el Acampador esta agotado y precisa un descanso de modo que tras ocultarse entre los asteroides todos se retiran a sus camarotes a dormir.
El comunicador funciona y cuando nadie lo ve Zayne contacta con Dantooine y pide que le dejen hablar con Vandar Tokare el viejo maestro Jedi que lo entrenó antes de ser entregado a Lucien (ver imagen). Zayne cuenta a Vandar que él no es culpable del asesinato a sus compañeros y afirman que han sido sus propios maestros, los mismos que ahora quieren acabar con él, los que perpetraron el crimen.

Zayne se comunica con el maestro Vandar Tokare
Vandar se resiste a creerle y le dice que nunca fue un aprendiz muy hábil, que puede estar bajo el influjo del Lado Oscuro y que es muy probable que haya cometido el crimen y su mente lo haya borrado de su memoria. Zayne trata de convencerlo de que no es así pero la conversación queda interrumpida cuando Jarael lo deja sin sentido golpeándolo con su pica neuronal.
El joven se había distraído con la transmisión y no había visto que había una nave buscándolos en el cinturón de asteroides pero cuando Zayne despierta unos segundos más tarde detecta su presencia y tras afirmar que se trata de los maestros Jedi solicita a Jarael que se dirija a la Luna Picara.
Zayne ha caído en la cuenta de que algo raro ocurre en Taris ya que cuatro de los cinco maestros Jedi son cónsules que centran la Fuerza en habilidades cerebrales y suelen ser senadores e investigadores y no maestros. Después, al hacer un repaso de sus últimos días, recuerda que la prueba a la que fueron sometidos en la luna fue realmente extraña.
La luna picara gira en una órbita contraria a la del resto de elementos de Taris y su superficie se ve bombardeada constantemente por meteoritos de modo que alguien que camine sobre su superficie sin escudos magnéticos que lo protejan esta perdido. Pese a ello él y sus compañeros fueron obligados a cruzar un valle sin escudos y escalar hasta un promontorio donde les esperaban sus maestros protegidos por un escudo magnético.
Los jóvenes Jedi usaron trajes atmosféricos que tenían las viseras de los cascos tapadas y aunque a Zayne le costó más que al resto todos llegaron a su destino. Algo debió pasar allí durante la prueba y la clave puede estar en el androide T1-LB que ayudó a los maestros a montar el escudo en la luna.
Zayne y Jarael descienden a la luna pícara y encuentran al androide destrozado en el fondo de un precipicio al que cayó posiblemente, y pese a su gran tamaño, empujado por alguno de los maestros que uso la Fuerza contra él.
El androide es un viejo modelo que carece de centro del habla pero si encuentran su banco de datos podrán rescatar una imagen holográfica de lo que vio. Zayne y Jarael se afanan en la búsqueda pero apenas comienzan con ella ven llegar la nave que los persigue y como de esta desciende uno de los maestros Jedi acompañado por varios hombres (ver imagen).
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