"El Sable de luz es el arma Jedi. Una representación física de lo que somos" (Kenobi)
Sha-Mar Ma-Dred rey soberano de Kashir visita la capital Coruscant para asistir a una ceremonia gracias a la cual su mundo se unirá a al Republica. Antes de que esta se produzca Obi-Wan y Anakin deben reunirse con él y Kenobi pide a su alumno que en lugar de llevar su sable en el costado, parcialmente tapado por la capa, lo lleve bien visible, colgando en el centro del cinturón, ya que su visitante es muy suspicaz.
Cuando los jedi se reúnen con el rey este, antes de despedirlas, les presenta a sus cuatro jóvenes y hermosas esposas y, acto seguido, los invita a compartir su mesa. Sha-Mar está preocupados por las cuatro mujeres, pues son jóvenes y están ansiosas por ver mundo y como tiene pocos guardias pide a los Jedi que protejan los turboascensores que llevan a sus aposentos.

Tiarri, Kheann, Mirrix y Ashala las mujeres de Sha-Mar Ma-Dred
Los Jedi aceptan y mientras vigilan Kenobi le cuenta a su discípulo que la sociedad Kashir valora la habilidad para robar y para actuar en la sombra. El joven al oírlo mira su cinturón y ve que su sable ha desaparecido pero no dice nada. Convencido de que una de las esposas se lo ha quitado cuando pasaron junto a él le dice a su maestro que desea refrescarse, deja el pasillo y, tras infiltrarse por los huecos del ascensor, llega hasta la habitación de las esposas.
Nada más entrar en la alcoba tres de las esposas se abalanzan sobre el y colocan dagas en su cuello. El joven se disculpa y les dice que sólo desea recuperar su sable y ellas se ríen diciendo que sólo Ashala, la esposa que duerme en el cuarto de al lado con el rey es tan loca como para haberse apoderado del arma.
Ankin entra en el cuarto anexo donde el rey duerme profundamente y pide a Ashala que le devuelva su sable. La hermosa mujer le sugiere que lo hará si la complace pero el joven la rechaza diciendo que el apego esta prohibido y vuelve a solicitar su arma. Ashala le dice que no la tiene, que alguien se la robó y Anakin regresa, no sin problemas, con su maestro al que le confiesa que ha perdido su sable.

Ashala le roba el sable a Anakin y Obi-Wan lo recupera
Kenobi le dice que cuando las mujeres pasaron junto a él perdió su concentración y no vio como Ashala le robaba el sable algo que él si vio y por eso usó la Fuerza para recuperarlo de la toga de la joven apenas un segundo después de que esta lo robase.
Obi-Wan devuelve el sable a su alumno y cuando este le pregunta por qué no se lo había dicho este le responde que quería ver cuanto tardaba en darse cuenta de que lo había perdido y cuanto le costaría confesar la verdad. Anakin entiende la lección y pide perdón a su maestro para acto seguido confesar que hay más cosas que debe confesar.
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