"Vuestro sacrificio ayudará a salvar un trabajo importante" (Tsalok a los moldeadores)
Caled, el rey de Artorias, le pide a su hijo, una vez más, que le prometa que sacará a su gente del planeta y que postergará la lucha contra los Yuzzhan Vong y cuando este se lo garantiza le pide que lo deje solo y le preste a prowl, su androide, para que pueda grabar un mensaje en privado antes de morir.
Mientras tanto en Dibrook el comandante Tsalok, deseoso de saber quién comanda el Tsam P'ah, la nave Vong esclavista capturada, contacta con esta y pregunta a su piloto quien es. "Nina Galfridian" responde la piloto y al oír el apellido el comandante le muestra la imagen de su próximo objetivo Finn y ella furiosa, y tras gritar "No tocarás a mi hijo" rompe la comunicación.
Perdido el contacto con la nave Tsalok pide a Nagme, la Maestra Moldeadora, que agilice la evacuación del Jedi Yuleden y del Yammosk, ambos claves en su proyecto secreto, cuando son interrumpidos por Verston, uno de los ayudantes de Nagme. El recién llegado les informa que el maestro de la guerra Tsavong Lah (ver imagen) acaba de contactar con la base anunciando que desea saber por qué dejó Tsalok su destino en Rychel y que se esta haciendo para recuperar el Tsam P'ah.
El maestro de la guerra Tsavong Lah
Cuando se vuelven a quedar a solas Tsalok indica a Nagme que la situación de ambos, y su plan secreto peligran y, tras hacerle saber que cree que hay un espía entre sus ayudantes, le exige que le de los nombres de los moldeadores en los que menos confía.
En el exterior Kaye y sus hombres están acabando con los pobres seres que controlan los Vong, entre los que se encuentran algunos de sus compatriotas, y se acercan cada vez más a la puerta. Antes de que penetren en las instalaciones Tsalok y Nagme, dejan el planeta pero antes de hacerlo el comandante ordena a Zakar, uno de sus hombres de confianza, que conduzca a los moldeadores en los que no confía su compañera a defender la puerta.
Las tropas de Kaye ven partir la nave de Tsalok y, tras acabar con los moldeadores que defienden la entrada, entran en las instalaciones donde descubren que los cautivos que aun están retenidos allí están siendo envenenados dentro de grandes bolsas orgánicas. Con gran dificultad Arbeloa consigue sacar a un niño y lo pone a salvo pero rescatarlos a todos va a ser imposible de modo que Kaye se comunica con su madre y le pide ayuda.
Nina, que sabe que todo está perdido para los prisioneros, ordena a su hija que se retire junto a sus hombres y tras hacer despegar la nave usa los motores para quemar el lugar en segundos.
Instantes después de su acción Nina, al igual que su hija notan un estremecimientos y pese a que está muy lejos de ellas comprenden que Caled acaba de morir. Finn también siente la muerte de su padre que ha tenido el tiempo justo de grabar un mensaje para Nina en el que le dice que siempre la ha amado, que siempre ha sabido lo que es y le sugiere que no debe mantener más tiempo oculta la verdad y que debe revelar que es una Yuzzhan Vong.
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