"Es para eso para lo que hemos venido. Para rescatar a esa gente" (Kaye)
En el planeta Dibrook, el Yammosk, una criatura Yuzzhan Vong que controla todas las naves alienígenas comprueba que una de ellas ha escapado a su control y ha atacado otras naves y, aunque trata de hacerse con su piloto, la reina de Artorias, no sucumbe a su influjo.
Mientras tanto su hija, Kaye, habla con el comandante Bylsma y trata de convencerle para que le ayude a bajar a la superficie del planeta y buscar allí algún rastro de las naves alienígenas que se han llevado a los prisioneros. El comandante accede a su petición y colabora enviando sus tropas pese a que uno de sus hombres, el capitán Ogden cree que es una decisión errónea.
Kaye, Arbeloa y un gran destacamento dirigido por Ogden salen a la superficie embutidos en trajes especiales que los protegen de la lluvia ácida y la joven ordena a los soldados no disparar a las primeras de cambio ya que esa es una misión de rescate.
Ogden se enfrenta con ella pero Arbeloa, que se ha erigido en su guardaespaldas, lo pone en su sitio con suma facilidad y los militares acatan las directrices de Kaye sin rechistar dirigiéndose hacia el punto en el que la madre de esta ha detectado a la extraña criatura que trata de controlarla.
Ellos no lo saben pero en dicho punto acaba de aterrizar la elegante nave de Tsalok, el comandante Yuzzhan Vong, que nada más descender se entrevista con el maestro Shaper al que le pide que le preste a un preso con el que esta experimentando.
Tsalok quiere entender porque Finn le perdonó la vida y quiere encontrarlo y para lograrlo mete 2 gusanos (Tizowyrn) en los odios del cautivo que actuarán como traductores. Este, una vez que ambos se pueden comunicar le pregunta que quiere y el comandante le responde "Me ayudarás a encontrarle. Él es un Jedi igual que tú".
Lejos de allí la nave en la que Finn y lo hermanos Solo se dirigen a Artorias está a punto de salir del hiperespacio y el grupo debe encontrar una táctica para salvar las defensas Yuzzhan Vong que esperan encontrar. Finn revela a sus compañeros que hay una base submarina escondida en una gruta a la que deben dirigirse pero les aclara que no pueden llegar hasta ella con la nave ya que eso revelaría su posición a los alienígenas.
Finn propone que simulen estrellarse y a los Solo les parece una idea aceptable sin embargo Jaina no permite que sea el joven quien realice la maniobra ya que ella es, sin lugar a dudas, la mejor piloto de los tres.
La nave sale del hiperespacio pero cuando aun esta fuera de la orbita del planeta, en lugar de ser atacada por naves enemigas, es acosada por insectos biomecánicos creados por los alienígenas. Jacen usa los cañones para acabar con cuantos insectos puede y Finn, tras ponerse un traje espacial, sale al exterior y usando su sable y el de Jaina ataca a las siniestras criaturas.
Finn lucha contra los insectos alienígenas que atacan la nave.
Prowl, su fiel androide, ayuda a Finn en la batalla pero las criaturas consiguen dañar la nave y esta cae en dirección al planeta. Los escudos han caído y el calor sobre el casco empieza a ser mortal de modo que Jaina apremia a Finn para que entre en la bodega algo que el joven hace en el último instante.
La nave cae sin control al mar y, libres de toda sospecha, Finn indica el camino hacia la gruta donde nada más entrar son atacados por los vigilantes artorianos hasta que uno de ellos, Sparky, reconoce a Finn. "Tu padre se alegrará de verte Finn" exclama el guerrero sin saber que en esos momentos su rey acaba de ser atacado por Dulac, que por fin ha rebelado a este que es un yuzzhan Vong que ha vivido entre su gente durante décadas.
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