"Comandante Sha'kel le prometí su cabeza a este hombre" (Kaye)
Tras apoderarse del brazalete de uno de los guardias Yuzzhan Vong con los que han acabado Kaye ordena a un par de mujeres que cuiden de su madre la reina que sigue en estado de shock y junto a Arbeloa y los demás recorren la nave enemiga liberando a todos los presos que encuentran.
Las víctimas entre los fugados son cuantiosas pero cuanta más gente liberan menos opciones tienen los alienígenas que, pese a ser más fuertes, son superados en número y destruidos uno a uno.
Tras acabar con todos los enemigos Kaye y Arbeloa llegan hasta el puente de mando y la joven cumple con su promesa y deja que su nuevo amigo arranque la cabeza del comandante Sh'kel con sus propias manos.
El inmenso Arbeloa acaba con facilidad con dos Yuzzhan Vong
Se han hecho con el control de la nave pero no saben como manejarla ya que el comandante Vong era el encargado de controlarla mediante implantes orgánicos pero para sorpresa de todos es la Reina la que, tras salir de su letargo, se ofrece a intentar controlar la nave.
La reina le cuenta a su hija que al ver que las ciudades ocupadas por los Vong son devoradas por las llamas se ha dado cuenta que su marido el rey sigue vivo y que eso la obliga a ayudarlo en todo lo que pueda. Después, y sin preocuparse por lo que le pueda pasar, se tumba en el asiento del comandante Vong y deja que los implantes se unan a su cuerpo.
Tras liberar a Dulac el rey de Artorias, Caled Galfridian, conduce a su amigo a la base que tiene en el fondo del mar y como este, y casi toda la población, desconoce la existencia de esas instalaciones le cuenta su historia. Se trata de construcciones muy antiguas, de los tiempos de la ocupación imperial, y se construyeron para ocultarse de los opresores. Solo unos pocos conocen su existencia y ahora es la base desde la que la resistencia Artoriana ataca a los invasores alienígenas.
Caled tiene que seguir la lucha de modo que deja a su amigo en la base, protegido por dos guardias de su confianza y sala a continuar con la lucha.
Muy lejos de allí, en Nar Shadda, Jaccen y Lowbacca se reúnen en el bar Guiton con el contacto que le va a facilitar la información que buscan y al hacerlo descubren que se trata un tal Dahal, el mismo que le robó la cartera al joven al poco de aterrizar.
Tras un breve diálogo Dahal les dice que la información no la tiene el y que les costará cara y abandona el local. Leia y Jaina que han seguido la reunión gracias a que Finn ha empleado su sonda para controlarlos piden al joven que siga a Dahal.
Finn cumple con lo que le solicitan pero como la sonda tiene un alance corto debe dejar a su acompañantes para seguir al objetivo. Mientras lo hace el joven tropieza con un vagabundo muy extraño que pese a parecer un loco llama al muchacho por su nombre y aunque el encuentro lo retrasa Finn consigue su objetivo.
Leia y Finn apuntan a Dahal y Spraug
Dahal se reúne con un vratix llamado Spraug creyendo que nadie le ha seguido pero pronto aparecen Leia y los demás y le obligan a darles la información que buscaban y que resulta ser un holocrón piramidal.
La información que contiene parece muy poco útil ya que solo muestra a uno de los Yuzzhan Vong que se han infiltrado entre los humanos sin aportar su nombre sin embargo Finn lo conoce. Es Dulac uno de los amigos de su padre.
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