"Inundaré todos los mundos de Daiman empezando por su capital" (Zodoh el Hutt)
Los "conducetormentas" hacen que Aquilaris se inunde con muchísima rapidez y aunque Kerra consigue poner a salvo a unos cuantos compatriotas, usando su caza por turnos, la única forma de salvarlos a todos es conseguir que alguno de los sumergibles funcione.
La Jedi vuelve a hablar con Joad y le pide que trate de recuperar al menos uno y este, tras enseñarle tres tubos con la droga "Deluge" le dice que esa porquería ha sido su perdición y los arroja al agua. Hecho esto afirma que la joven ha conseguido abrirle los ojos ,pero cuando esta sonríe creyendo que su amigo ha reaccionado y hará lo que le ha pedido, comprueba como este se arroja al mar diciendo "Ahora se lo que quiero".
Joad tira los tubos de droga al mar
Desesperada al ver que su amigo se ha ahogado por recuperar la droga Kerra sigue haciendo viajes hasta la Colina Tarrah, el punto más lato del planeta. Mientras tanto, a bordo de su nave, Zodoh comunica con algunos de los líderes más poderosos de las distintas regiones con la que tiene contactos comerciales, y tras mostrarles lo que ha hecho en Aquilaris, afirma que golpeará a los Sith con Fuerza y añade que ahora tienen un nuevo vecino al que deberán respetar.
Cuando el Hutt termina con sus amenazas recibe a Devaad que le hace entrega de las cajas con la droga. El Hutt está entusiasmado y le dice que gracias a ella podrá sintetizar su propia droga mezclando el "Deluge" con "Laced" y añade que gracias a ello podrá sojuzgar tanto a los guerreros Sith como a los esclavos de todas las edades.
Devaad, que ha cumplido con su parte del trato, exige que se libere a sus hombres y el Hutt le responde que ya los ha liberado, arrojándolos al vacío y frío espacio por una trampilla. La capitana, que esperaba una traición, activa un pulsador en su brazalete y las cajas de droga explotan lanzado al Hutt y a sus hombres por los aires.
La explosión de las cajas lanza por los aires a Devaad y Zodoh
En Aquilaris, cuando todo parece perdido, un submarino emerge junto a los refugiados. Se trata de Joad que no había saltado al agua para recuperar la droga sino para reparar un submarino y los supervivientes, que son cientos, suben a la nave ocupando las bodegas y gran parte de la cubierta.
Zodoh, que cubre su cuerpo con una potente armadura sale aturdido, pero ileso, de la explosión y, sabiendo que Devaad esta escondida, le grita que nunca podrá escapar y añade que nadie la ayudará. La capitana activa más bombas y consigue robar un caza con el que escapa poniendo rumbo a Aquilaris.
Las explosiones consiguen desactivar los "conducetormentas" y auque estos pueden ser conectados nuevamente Zodoh ordena que no se activen. El mensaje y la demostración que había previsto ya se ha completado y es hora de dirigirse a la capital Darkknell para dar un nuevo golpe.
El sol sale en Aquilaris y Kerra y los supervivientes sonríen, pero su alegría dura poco ya que un caza se dirige hacia ellos. La Jedi activa su sable pero no tiene que usarlo ya que el caza está pilotado por Devaad y no tiene intención de abrir fuego. La capitana le cuenta que Zodoh pretende inundar Darkknell matando a millones de personas y le pide que la ayude a evitarlo. La Jedi, al ver que sus conciudadanos están a salvo, sube al caza y se marcha con ella.
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